Con el transcurso de los días Jaehyun perdía más de lo que era. Desde siempre había sido un chico reservado, le era difícil abrirse y confiar en alguien como llegó a hacerlo con John una vez, tanto así, que verle llorar era digno de presumir, Youngho debería hacerlo ahora que seguramente dedicaba sus tardes a burlarse de las debilidades del menor. Jaehyun estaba seguro de que lo hacía, seguro de que John reía y se mofaba de su persona justo cuando apartaba la mirada, y aunque en el fondo supiera que John no sería capaz de ello, su cerebro seguía tratando de poner todo su odio sobre el mayor, como una forma de alejarlo y odiarlo por algo que ni culpa suya fue.
— Despierta, ya llegamos. —oyó a Mark decir desde el final del tour bus. Jaehyun miró hacia atrás, Yuta estaba ligeramente atontado apoyado contra la pared del pequeño pasillo, de nuevo con esa manía tan suya de estirar las piernas cada dos minutos.
Más adelante, Taeyong había tomado a John de los hombros, emocionado con Doyoung a sus espaldas tratando de no caer ante el mismo sentimiento. Finalmente habían llegado a Chicago, y más específicamente; a casa de los padres del que fue su novio. Yoonoh no podía dejar de sentir una pequeña felicidad, la nostalgia de recordar como John le había mencionado e invitado a explorar el barrio. Él siempre le contaba sobre su infancia allí, le decía todas las cosas de las que podrían disfrutar juntos una vez que llegaran aún cuando su amistad no estaba tan deteriorada como lo estaba ahora.
Al entrar vio a la madre de John abrazar a su hijo con fuerza, y tras ello, corrió a tomar las mejillas de Taeyong entre sus manos. Había olvidado la fuerte amistad que tenía el hijo de la mujer con él. ¿Quién diría que hasta hace nada ellos parecían odiarse?
Apartó la vista de la escena, había algo más que le llamaba demasiado la atención; en el fondo de la sala habían varias chicas sacando fotos con su teléfonos repletos de pegatinas y decoraciones del grupo. Le destrozaba ver como tras los años que el americano no había podido ver a su familia, ellas se atrevieran a venir a un acto tan íntimo como lo era aquel.
— ¡Mark! Que alegría poder agradecerte en persona. —exclamó la mujer a sus espaldas. Jaehyun siguió con su atención puesta sobre las jóvenes inquietas.
— No hay nada que agradecerme.
— ¡Claro que sí! Eres cómo el hermanito menor de mi hijo. No sabes lo molesto era de pequeño pidiendo uno, y ahora que estás tú ahí, lo tiene. —era muy alegre y energética, ojalá su madre fuese como ella— Muchas gracias, de verdad.
— No solo yo, todos somos sus hermanos, Señora Suh. —dijo Mark tan contento que podía sentir la sonrisa formándose en su labios.
Vio a la mujer asentir y sus miradas se encontraron. Dio gracias al grito de alegría que soltó Yuta tras recibir un regalo por parte del padre de John, no supo si fue a propósito o no, el japonés simplemente sonrió tras tener toda la atención de la mujer sobre su persona, dándole tiempo a Yoonoh para desaparecer por uno de los pasillos de la casa.
Las chicas le miraban con admiración y vergüenza para pedirle alguna foto, él no estaba con el humor suficiente como para atenderlas, quería irse de allí antes de que las nauseas y los nervios se apoderaran de él. Odiaba verse en ese tipo de situaciones, el pánico a que todo se descubriera, las imágenes sacadas de contexto que pudieran arruinar la totalidad de su carrera, todo lo que él nunca imaginó que sufriría una vez elegido este capítulo de su vida.
Recuerda las palabras de John. Su madre le adoraba al igual que su padre, ellos morían de ganas por conocer finalmente al novio de su hijo; misma ilusión que Jaehyun rompió sin pensar en las consecuencias.
Desde el primer día bajo la empresa, John siempre había estado ahí. Yoonoh llegó tarde en comparación a él, aún así, consiguió verle cruzar los pasillos en busca de una sala de practicas, arriesgándose a ensayar donde los ídolos debutados lo hacían. Él había dado mucho a lo largo de su carrera, entonces, ¿por qué era tan complicado para Yoonoh hacerlo una vez en su vida?
Encerrado en el baño trató de regular su respiración. Quizás volver a unir esa relación ya destrozada fuese imposible, pero recuperar la amistad que dejaron atrás no podía serlo. Jaehyun le necesitaba de una manera u otra, extrañaba ese continuo contacto, esa risa, empujones, bromas, besos y caricias.
Rió, no supo en qué momento había caído tan fuerte por el mayor.
— No puedes vivir ahí metido, ¿sabes? —sintió como Yuta se apoyó contra la puerta, él y estar erguido no podían ir en la misma frase— No sé si conoces como funciona la biología pero los humanos necesitan hacer sus necesidades.
— Hay otro baño.
— Ya, pero quiero usar este.
Jaehyun no contestó, Yuta suspiró rendido ante ello y despegó su cuerpo de la madera.
— Que conste que yo traté de ayudar.
La pregunta quedó atascada en su garganta cuando los pasos de Yuta alejándose se hicieron presentes. Quedó contrariado, otros aparecieron de igual manera acercándose a donde estaba, y sin saber cómo, ya sabía quién era el dueño de auqellas nuevas pisadas.
— No sé si molesto, pero aún quiero presentarte a mis padres.
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¡Estoy de regreso!
Como os he hecho esperar más de lo previsto, trataré de agrandar el cortito maratón que tenía pensado a 3 o 4 capítulos. Veré si estos serán publicados a lo largo del día o mañana bien tempranito en España.
Aparte de todo esto, para quienes estén interesados en la Yutae de mi perfil, aquí les dejé una pequeña pista del rol de Yuta en ella, y pronto de igual manera habrán capítulos de Frame junto al Johnjae de Details nuevamente siendo una pareja medianamente feliz.
