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d o s|| ¿DÓNDE está Minah?


Escuchaba el silencio a mi alrededor, pero era falso, porque en realidad, cundía el pánico. Toda la situación en general parecía una falacia, era absurdo, irreal, como si fuera alguno de esos programas de bromas de cámara oculta. Casi río, incrédulo, en shock. No me hacía gracia, en lo absoluto, pero me perecía absurdo.

Mi hermana había desaparecido.

Cualquiera pensaría que no es algo tan raro de primera estancia. ¿Triste? Claro, ¿extraño? No tanto. Sobre todo en el país que vivían.

Pero mi hermana no había sido secuestrada, no se había escapado con algún novio, y yo había presenciado su desaparición. En la casa de campo de sus abuelos, en medio de la nada, en un pozo.

Si, un pozo.

Recordaba haberle contado lo mismo, tanto a los abuelos, como a la policía. Como era de esperarse, nadie me creyó, porque nadie encontró nada. El pozo tenía un fondo, y decía que las posibilidades de que el impacto no hubiera terminado con su vida, eran muy bajas, pero si estaba viva (o muerta), encontrarían su cuerpo en el fondo.

Cosa que no sucedió.

No había nada, ni nadie en aquel viejo pozo, que según mis abuelos, estaba allí desde antes de que los padres del abuelo obtuvieran las tierras allá por 1930.

Los abuelos me creían, eran los únicos que lo hacían en realidad, decían que ese pozo siempre había sido algún tipo de augurio mágico invasor en sus tierras, y que nunca había podido destruirlo, demás de que se rumoreaba, que más gente a lo largo de las décadas, habían desaparecido cerca del pozo, algunos reaparecían, pero no hablaban de ello nunca, otros, jamás volvieron. Mis padres parecían destrozados, no me creían, pero en cuanto la policía había decidió que era el sospechoso principal de la presunta desaparición de mi hermana, pusieron una fila de abogados a defenderme. Se ha empezado a rumorear que tal vez, yo haya sido su asesino. Nadie me cree, y cada que repito la versión del pozo, mis padres más creen que he perdido la cabeza, y mis abogados recomiendan que mienta, que cambie la versión de los hechos para dejar de ser sospechoso de la policía y que excuse la versión original con demencia por el shock.

Pero yo sé lo que vi. Yo sé que mi hermana no desapareció, ella se esfumó al caer al agua de ese pozo. Iba a encontrar la verdad de lo que sucedió, iba a encontrar a mi hermana.


[...]


A recomendación, o mejor dicho, a orden de la policía, tenía prohibido viajar. Algo que encontraba de lo más inoportuno. Aunque claro, ser sospechoso de la policía tampoco era muy oportuno en cualquier momento de la vida de alguien. Pero mi plan, necesitaba de viajar mucho, o al menos tener en cuenta la posibilidad de que iba a pasar, era un proyecto de investigación, al fin y al cabo. Si, la investigación de la desaparición de mi hermana menor.

Los abuelos habían decidido vivir conmigo una temporada, en lo que yo regresaba a la universidad (o decidían encarcelarme) y todo se calmaba un poco conmigo y mis padres, quiénes estaban en casa después de cancelar todos sus viajes para arreglar esto. Todo estaba tenso y ellos lo sabía. Tenerlos allí no solo beneficiaba mi salud mental, sino a mi plan.

- Mijito*, ¿qué piensas, estás bien?- me preguntó mi abuela, con delicadeza desde el otro lado del mesón de mármol de la cocina. No me había dado cuenta que llevaba viendo la tabla de madera mientras estaba perdido en mis pensamientos, seguro le había parecido de lo más extraño.

- Si, perdón tita*, es solo... solo estaba pensando.- le respondí con una triste sonrisa, mientras continuaba picando las verduras de la comida de ese día.

- ¿Pensabas en Minnie*?- me preguntó, con aquella sonrisa que me regalaba cuando ya sabía todo, comprensiva y triste. Comenzó a rodear el mesón para llegar a mi.- Todos la extrañamos Noni*, pero no puedes ponerte mal, aún podemos encontrarla.- me esperanzó mientras me tomaba reconfortante mi hombro, mirándome a los ojos.

- Eso era lo que pensaba tita, yo no puedo vivir sin Minah. Necesitamos encontrarla.- supliqué, ella me vio preocupada, y podía ver que también estaba confundida por mi actitud.- Tengo un plan.- le dije a prisa, cambiando el tema y actitud al segundo. Caminé con prisa a la sala, donde sabía que estaba el abuelo, vi cómo mi abuela me seguía de cerca.- Los necesito.- les dije con urgencia cuando ya estábamos los tres en la sala y ambos me prestaban atención.

- Noni...

- Tita, escúchenme, sé que sonará como una reverenda locura, y tal vez no tiene pies ni cabeza, pero al menos, necesito creer en esto, es mi última esperanza. No puedo creer la versión de la policía.- les dije, ambos compartieron miradas y la abuela se sentó al lado de su marido, ambos prestándome su atención completa, lo que para mi fue como una señal para que continuara.- Bien, quiero buscar a las personas del pozo. Quiero buscar a esos que ustedes dijeron, que el pueblo entero dijo que se perdieron y volvieron cerca de ese pozo. Necesito saber su versión, su verdad, ustedes dijeron que aquellos que regresaron, de las formas más extrañas, y nunca contaron a nadie dónde estuvieron el tiempo desaparecidos. Ellos deben saber lo que le sucedió realmente a Minnie.- expliqué, casi eufórico.

Vi como ambos de mis abuelos compartían miradas de nuevo, llegando a un silencioso acuerdo mutuo. Con eso, ambos asintieron y me voltearon a ver, después de un minuto insufrible que me pareció una eternidad. Mi abuelo cerró su periódico, que llevaba siendo ignorado en su regazo por más de diez minutos y se puso de pie, segundos después le siguió su esposa.

- Bueno niño, creíamos que ya te estabas tardando en decidirte, te apoyamos.- me dijo, con aquella voz rasposa que tanto le caracterizaba y una sonrisa. Sonreí aún más, cerrando mi puño y levantándolo en señal de victoria metafórica. Ambos rieron, las primeras risas reales desde hacía tres días.

- Y pasa querido Noni, que ya sabemos quién es la persona que buscamos.- me informó mi abuela, mientras me enseñaba una fotografía de una señora caucásica de unos aparentes cuarenta y tantos en su celular.





1*= mijito es una expresión mexicana para decir "hijo" de forma cariñosa.

2*= término común para llamar a tu abuela de cariño, normalmente porque ellas mismas no se sienten cómodas con el termino "abuela".

3*= Apodo de la infancia de Minah.

4*= Apodo de la infancia de Noah, el hermano de Minah.

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⏰ Last updated: Feb 09, 2021 ⏰

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