-Mamá, quiero entrar a la academia, ser cantante es mi sueño- decía Joaquín, en un tono suplicante, mientras tomaba el desayuno.
-Pero, Joaquín, eso podría ser una distracción para tus estudios- replicó su madre
-No lo será, te lo prometo-
Despues de dudarlo durante minutos, y observar los ojos brillantes de su hijo, Elizabeth terminó por aceptar, no sin antes reprochar un poco, como era costumbre.
-Está bien, Joaco, pero en caso de que tengas una mala calificación, te olvidas de la academia-
Una sonrisa se dibujó en el rostro del chico, soltó un gritito de alegría y abrazó a su madre lo más fuerte que pudo. Ella sonrió, le gustaba hacer feliz a su hijo, sin embargo, realmente le preocupaba su rendimiento escolar.
Ya que terminó su cereal, el castaño cepilló sus dientes y tomó su mochila, para luego despedirse de su madre y tomar el bus hacia la escuela.
Su corazón palpitaba rápido cada vez que recordaba que por fin entraría a la academia, luego de rogar por meses, esto significaba que estaba un paso más cerca de realizar su sueño.
Sí, era verdad que Joaquín tenía una voz melodiosa y suave, pero también era cierto que un entrenamiento vocal lo ayudaría a desarrollar su potencial de manera impresionante.-Buenos días, Azul- Saludó a su mejor amiga con un tono alegre en la voz. Ella le correspondió con un rápido beso en la mejilla.
-¿Adivina qué? Mamá aceptó pagarme la academia de música, en la tarde iremos a llenar mi inscripción-
Azul se emocionó al escuchar esto, y esbozó una sonrisa, sabía perfectamente lo mucho que esto significaba para su mejor amigo, pues lo conocía mejor que nadie, se arriesgaría a decir que incluso mejor que Elizabeth. Su amistad había nacido desde la primaria, cuando Joaquín, por accidente, derramó su yogurt en el cuaderno de matemáticas de la rubia. Luego de pedirle perdón reiteradas veces, acordaron que el chico iría en las tardes a la casa de la pequeña, para ayudarla a reescribir los apuntes.
-Eso es asombroso, bebé, ya te imagino cantando estadios llenos, y dando giras mundiales-
Los ojos del más alto se llenaron de un brillo que lo hacían lucir más hermoso de lo que ya era. Pues la simetría que había en su rostro, los hoyuelos en sus mejillas al sonreir, y sus pequeños y tiernos rizos, hacían que varias personas de la escuela babearan por él, sin embargo, Joaquín se mantenía soltero, bajo el pretexto de que prefería darle toda su atención a perseguir su sueño.
La campana sonó, anunciando la primera clase, las aulas se llenaron rápidamente, y aunque para los demás el día fue como cualquier otro, para Joaquín fue el día más lento en toda su vida, cada minuto parecía durar una hora.
No lograba concentrarse en ninguna clase, y se llevó varios llamados de atención, pero nada muy grave.
Así que cuando finalmente se acabaron las (eternas) clases, el rizado fue el primero en agarrar su mochila y correr a la salida.
Si no fuera porque su mejor amiga gritó su nombre en medio de risas, no se hubiese despedido de ella.-Hola, mamá, ya llegué- la casa se invadió de sus gritos, aunque Eli trató de convencerlo de que comiera su almuerzo, fue totalmente en vano, pues la impaciencia del chico la obligó a salir inmediatamente rumbo a la soñada academia de su hijo.
-Joaquín, eres el ser más impaciente del planeta entero- Dijo Elizabeth, rodando sus ojos
El castaño soltó una pequeña risilla.
Luego de caminar durante algunos minutos, se encontraban sentados en la oficina del dueño, llenando un formulario con los datos necesarios para la inscripción del pequeño Bondoni.
Todo salió como Joaquín esperaba que saliera, la matrícula fue pagada en el instante, y sus clases empezarían el jueves siguiente. El cuerpecito del joven parecía a punto de explotar por la felicidad que le invadía.
-Solo un detalle más- dijo de repente el director -Debido a los horarios estrictos que quieres para tus clases, tendrás que tomarlas con un compañero, espero que no sea un inconveniente-
-En absoluto, señor- Respondió.
Para ser sinceros, a Joaquín le había importado un comino tomar clases con alguien más, hasta le pareció agradable la idea de formar una amistad nueva, con quien pudiera hablar de música la mayoría del tiempo.
Lo que no sabía, es que su compañero haría a sus sentimientos alterarse como nunca nadie antes lo había hecho.
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Holaaa, este es mi primer fic Emiliaco, espero que les guste. Cualquier cosa me la dejan saber en los comentarios <3
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Xoxo
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Embriagado de tu voz.
Romance"No me interesa tener novia, prefiero enfocarme en mis sueños" era la respuesta que Joaquín Bondoni daba cada vez que le pedían explicación por su vida amorosa, y era cierto. En su lista de preocupaciones, lo último que habría pensado poner era pare...