Capítulo 5

144 14 0
                                    

—¡Responde, Lauren!—Se acercó a mi jalándome del brazo—¿¡Estás embarazada!?

—¡No, Luke no estoy embarazada!—Grité y él se sentó en el piso tratando de respirar—Además, no sé por qué te pones así si ni siquiera acabamos.

—¿De que demonios hablas?—Preguntó mientras echaba para atrás su cabello.

—No te viniste, Luke—Murmuré y su semblante cambio de inmediato.

—¿Entonces pudo ser de Zayn?—Negué—¿De quién?

—Ashton—Él alzó su ceja pidiéndome más datos—Ashton Lee, el mujeriego.

Asintió y reí levemente. El ambiente se había tensado demasiado, él seguía sentado en el suelo y yo en la butaca más cercana, relamí mis labios y sonreí.

—Bueno...—Murmuré tratando de buscar una excusa para irme—Debo irme a educación física, nos vemos.

Me levante pero rápidamente tomo mi brazo jalándome de él.

—Espera, aún no acabamos las clases extra, hermosa—Sonrió e hice una mueca.

—Tengo que irme a clases, profesor. Aunque, me gustaría agradecerle por la clase pasada, con una me bastó para aprender bien.

Frunció su ceño y jale mi brazo logrando soltarlo de su agarre, seguí mi camino hasta la puerta pero volvió a jalarme, esta vez con más violencia.

—Suéltame, me estás lastimando—Murmuré y éste me acercó a él, tomó mi rostro en sus manos y me besó ferozmente, con varios y fallidos intentos logré quitármelo de encima—¿Qué te pasa? ¿Acaso estás loco?

—¿Loco?—Río—Será por ti preciosa.
Volvió a acercarme a mí y retrocedí chocando con la butaca provocando que perdiera el equilibrio.

—Por favor, Luke, no. Déjame, te lo pido—Ya sentía las lágrimas a punto de salir.

Sus manos tocaron mi cuello, cerré mis ojos y las lágrimas rodaron por mis mejillas y justo cuando creí que pasaría a mayores Ashton entró al salón.

—Te pidió que la dejes, Luke—Demandó y éste se giró fulminándolo.

—¿Un alumno ordenándole a un profesor?—Me soltó y cuando me iba a retirar volvió a tomarme de la mano—Ella quiere estar aquí, pidió horas extras conmigo ¿No es así, Señorita Hamilton?

Asentí tragándome la saliva y mis lágrimas, murmuré un ayúdame y Ashton de inmediato cerró la puerta.

—Déjala ir—Se estaba acercando cada vez más—Ahora, Luke. No creo que a tu prometida, Amanda Tookes, le agrade que estás acosando a una alumna, ¿O si?

El profesor Jones me soltó y corrí hasta los brazos de Ash, éste rápidamente me puso detrás de él y Luke se acercó.

—Puedo hacer que te expulsen, Ashton. Con una sola palabra, logro que estés fuera de Walter Payton y adiós Harvard.

La risa de mi mejor amigo retumbó en el salón.

—¿En serio cree que el Director Ellington dejará ir a su mejor alumno y jugador de fútbol americano?—Ashton me dio su mano para darme seguridad ya que seguía temblando y las lágrimas volvían a salir una y otra vez—Ah, y que además da una cantidad de dinero con la que pagan su sueldo, así que técnicamente, estoy pagándole y usted trabaja para mí. Mejor cuídese usted, profesor Jones.

Salimos de aquel salón y caminamos hasta el estacionamiento donde éste me ofreció sus brazos y corrí rápidamente, mi llanto salió escandalosamente y llamaba la atención de unos cuantos que iban pasando por el lugar.

—Cuando te sientas lista, puedes contarme, ¿Sí, Lau?

No contesté, sólo me limite a asentir.

Me separé de los brazos de Ash y limpié mis lágrimas seguido de un largo suspiro.

—Lo que ha sucedido en aquel salón no saldrá de nuestras bocas nunca, ¿Entendiste?—Asintió rápidamente y comenzamos a caminar hasta los vestidores de mujeres.

—Aún hay clase de EF, ¿Quieres venir?—Negué.

—No, sólo me cambiaré para ir a la oficina del director.

—Lauren, por favor, ni si te ocurra acusarlo ¿No te has dado cuenta que lo tenemos en nuestras manos?—Murmuró. Solamente lo mire.

—Ashton, por favor, ¿No te has dado cuenta que sí no llegas tú me viola?—Tenso su mandíbula—Mira que también ha pasado algo con Ellington, sólo que no puedo contártelo aquí. Ya sabes que aquí corren los rumores como el agua de los grifos.

Sonó la chicharra, abrí el grifo y arrojé aquel líquido a mi rostro tratando de quitar el rímel corrido.

(...)

—...No me lo puedo creer, Sabrina—Murmuré mientras vi que entraba la nueva, Esther. Aunque no era nada nueva ante mis ojos, al contrario, había sido alguien con quien estuve involucrada en algo bastante gordo y turbio.

Mi amiga rápidamente volteó su cabeza y al ver a tal chica soltó una carcajada.

—Por Dios, un poco de tinte morado en aquel rubio pollo no le haría daño—Las risas del salón se hicieron presentes al escuchar a Sabrina.

—Lauren, ¿Estás bien?—Preguntó Caitlin.

Reí, relamí mis labios y eché mi cabello para atrás, tomé mi bolso y mire a mi otra amiga—: Ay, Caitlin, estoy de maravilla. Parece como si no me conocieras.

Me levanté y caminé meneando mis finas caderas hasta Esther.

—Ésta vez cuídate—La rubia pasó saliva—Bienvenida a Walter Payton, querida.

Seguí mi camino hasta la oficina del director y al llegar entré sin tocar la puerta.

—Hola, ¿Qué tal, Dire?

—Al grano, Hamilton.

Sonreí, cerré la puerta detrás de mí con seguro y me senté en la mesa, enfrente de él.

—¿Me puede decir porqué carajos dejó entrar a Esther Rodriguez?—Éste rodó sus ojos y ladeó su cabeza evitando contacto visual.

—Porque...—Alce mis cejas esperando por una respuesta—Porque es una excelente alumna, se ganó una beca y merece estar aquí. Además, de que tiene varios trofeos por ser una grandiosa nadadora.

—Creí que su trabajo era educar no elogiar, Director Ellington.

Me baje de la mesa y comencé a recorrer la oficina.

—Lauren, por favor, deje los dramas a un lado. ¿Le molesta que esté la señorita Esther?—Asentí—¿Ah, sí? ¿Por qué?

—Son cosas de mujeres—Me incline hacia él acortando la distancia entre nuestros rostros.

—No me interesa si son cosas de mujeres o no, le hice una pregunta y tiene que responderla ahora mismo.

—Son mierdas muy turbias—Murmuré y tomé su mejilla acariciando su delicada y suave piel—Tan turbias que no se pueden andar diciendo por ahí.

Me jalo de la cintura con su mano libre y me sentó en el escritorio de nuevo.

—¿Por qué?—Murmuró.

Me acerqué a su oreja y susurré —:Porque está la policía y la mafia involucrada, Director Ellington.

Me separé y pude ver su mirada confundida, su ceño fruncido y sus labios entre abiertos, me atreví a cerrar su boca de nuevo con mis dedos empujando su barbilla hacia arriba.

DULCE TENTACIÓN ///EDITANDO\\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora