Mi Serendipia [Yoonmin]

Realidad

Narrador omnisciente

Jungkook caminaba decidido hasta la tienda de instrumentos "Lee's".

- Bienvenido a Lee's. Nos especializamos en todo tipo de instrumentos. ¿En qué puedo ayudarte? - hizo su saludo promocional el simpático anciano tras el mostrador al ver a aquel joven ingresar con interés a su establecimiento.

- Oh, qué tal. En realidad buscaba a alguien... - comentó algo distraído mientras pasaba la vista por el lugar.

- Entiendo... - lo analizó con poco cuidado y se armó una rápida conclusión - Supongo que buscas a Eunha. - le miró con una ceja elevada.

- Sí... - contestó el castaño sin saber exactamente lo que le habían dicho segundos atrás a causa de una bonita guitarra acústica color negro con lindos detalles rojos que había robado su atención - No. ¿Quién?

- ¡Eunha! ¡Tienes visita! - avisó el canoso hombre mientras caminaba lejos del muchacho, para así darles un poco de espacio.

- No, no, no. Lo siento, yo vine a ver a...

- ¿En serio? ¿Es Yoongi? - la pequeña chica llegó corriendo en un instante, pero se detuvo en seco al notar que quien preguntaba por ella no era el que pensaba. - ¿Qué se te ofrece? - preguntó con cierto toque de enojo. La apariencia del contrario no le causaba mucha confianza, pues tenía algunas heridas y moretones en el rostro. Cruzó los brazos en espera de su respuesta.

- Eh, bueno. Lamento el error pero, el señor no me permitió explicarle que...

- ¿Te conozco? - Eunha le interrumpió algo irritada.

- Pues no... No tengo el gusto... - dijo algo coqueto a lo que la castaña desvió la mirada he intentó ocultar con los mechones de su cabello un leve sonrojo que amenazaba con evidenciarla - Am... ¿Yoongi trabaja aquí?

- ¿Qué? ¿Conoces a Yoongi? ¿Sabes algo sobre él? - su antipatía pareció esfumarse al escuchar aquel nombre.

- Claro que lo conozco... Desgraciadamente. - Eunha frunció un poco el ceño ante aquel comentario - De hecho, vine aquí para aclarar cierto asunto pendiente con él. ¿No se encuentra?

- No a venido a trabajar desde hace casi tres días y no sabemos nada desde entonces. - su lindo semblante mostraba preocupación.

- Qué extraño. ¿Han intentado llamar...?

- Cientos de veces. Parece ignorar las llamadas, sino es que corto su línea para no molestarlo...

- Ese bastardo...

- ¿Disculpa? - el mal humor daba señales de volver.

- Quiero decir, no es raro. Él siempre a sido así. - se alzó de hombros.

- Lo sé... Sólo que esta vez tengo un muy mal presentimiento. Algo dentro de mí me mantiene inquieta cuando pienso en lo que le estará pasando...

- Wow... Realmente te gusta. - mencionó incrédulo al darse cuenta de la manera en la que hablaba del paliducho.

- ¿Que me qué...? No. Por favor. ¿Qué te hace pensar eso? Yo no... Pff... - rió nerviosa sin poder evitar que una bonita tonalidad rojiza pintara sus mejillas - Bien. Lo admito. Me gusta desde hace mucho y me siento como una estúpida al preocuparme tanto por su tonta y descuidada vida. - golpeó su frente contra la superficie del mostrador, demostrando así su derrota.