Maleva

Un final sin final

      Solo dije que tendríamos tres finales, en realidad solo fueron tres puntos de vista diferentes, y ahora terminaré confundiéndoles a todos, se preguntaran y creo que se los hice preguntar bastante veces ya, quien es la que escribe, me queda una, ¿Recuerdan que eran tres hermanas? Y Nato ¿Que tiene que ver con estas historias? Ella quizás era lo viviente, lo que existía a los ojos de todos, nosotras no somos el producto de su imaginación, somos tres almas que murieron hace mucho tiempo, tres hermanas.
       Nosotras estábamos muertas, solo necesitábamos un cuerpo para movernos, con mis hermanas nos hemos vengado de aquella desgracia que nos dejó condenada a seguir en pena por su mundo, Nato, ella no se salvó de aquel suicidio, ella también se convirtió en un alma en pena, solo que aún no se ha dado cuenta, es verdad que nos fuimos a un psiquiátrico, pero uno abandonado a las orillas de un viejo y gran edificio en Buenos Aires, donde antes habría sido un hospital y pasó a ser en la época militar un lugar de tortura, sus paredes descascaradas, un verde desagradable colgaba como decorando lo horrible de sus paredes, un olor a tierra, a humedad, y un silencio que dejaba de ser silencio por las cantidades de almas en él, allí tenías de todo, almas buenas y malas, almas que buscaban a sus hijos, llantos de dolor que se repetía una y otra vez, no nos quedó otra opción de quedarnos allí. Ellas no ven con mis ojos que ya no estamos, para ellas, el lugar está bien pintado, aún se ven las flores que no existen.
      No se dejen confundir por esos finales, ellas en sus más ganas de volver, aún creen que están en la tierra, pero es tan fina la línea de su mundo y el nuestro, quizás les diga que ya no poseemos cuerpo, o quizás si, pero seguramente ellas se darán cuenta, y volverán a buscar un nuevo cuerpo. Mi nombre es Anabel, un alma que quiso ser parte de esta historia, la menor de las hermanas.
Anabel.

    Quizás todas quisieron  escribir desde mí, pero hay una realidad no son sin este cuerpo que a veces termina agotado, no intente suicidarme de hecho amo la vida, aunque me duela algunas cosas que veo, no dejo de vivir y ser en esencia ésta que a veces ellas intentan sentir,  pero no pueden hablan  desde la experiencia, quizás alguna vez sintieron, pero ahora no.Conocen lo maravilloso que tiene el ser humano desde lado psicológico que nos hace ser, ese lado de existencia en el aquí y ahora, de esta línea donde no existe el tiempo, solo la ilusión de creer que lo hay, todos estamos aquí de los que aún podemos ser en una tierra plana donde nos han encerrado, no somos esclavos, para nada.  Somos la creación divina lo que aún no pueden degenerar, somos únicos en nuestra especie, no pueden destruirnos, no saben cómo hacerlo, somos tan complejas para sus mentes, somos lo que desconocemos los que tenemos el poder que intentan arrebatar, pero es simple, nada puede ser sacado del cuerpo porque al salir de allí termina la magia, piensen, búsquense y conózcanse, verán que serán indestructibles. Así voy viajando entre las líneas de dimensiones reconstruyendo historias, ellas necesitan creer que aún viven, ellas necesitan de nosotros para ser.

       Podría decirles que los relatos son las historias más dolorosas, que caminando por la vida de ellos se posaba en la silueta de un sol que me iluminaba llenando la atmosfera de sed, esa sed que me era tan difícil saciarla, matar es como si se llevara el alma al pecho, cada dolor, cada mirada se incrustaba en mí, en mis latidos y cada vez quería más y más de lo mismo, mi mente jamás paraba solo el instante en el que buscaba hacer el amor, para limpiarme de tato pecado.

         Quizás él no lo comprenda lo difícil que soy, aún cansada no puedo regocijarme en el sueño cuando está conmigo, mi deseo pareciera crecer y bajarse en cada molécula de mí, y me dan esas ganas de sostenerme en lo que no puedo manejar, y así suspiro en la noche dejando estrellas quietas en el cielo, como pintando un firmamento solo para mí, y me llama egoísta cuando dice te amo, como si no lo amara, salvarme a mí misma de tanto, no sé como pero a veces, prefiero la soledades, los tintes que les pongo a mi paleta, el negro me queda bien al igual que el frío.

      Un yo diferente en el amor, cada vez que ellas salían después de matar alguien necesitaban esconderse entre los brazos y sostenerse en la ilusión de que el amor era lo único que las salvaba, y elegían la presa que desnudarían su piel un fin de semana donde caerían sus besos, solo una noche donde dormiría en los latidos de algún pecho.

Así fue, así vivió, así viví.