Después de que todo el mundo se despertara y desayunara (sin decírle nada a nadie aún), mamá me mandó al centro del pueblo en busca de pescado para el almuerzo. Verán, en Utqiagvik, o comúnmente llamado Barrow; dependemos tanto de la casa como de la pesca para la subsistencia. En la costa, lagos y ríos se consiguen los peces, pero; el padre de Eva, que es cazador y pescador, nos vende mercancía desde que papá tenía mi edad.
Decidí llevar el la carreta con "Los Brookes" para no caminar el trayecto tan largo, y aprovechar también para entrenar.
Siempre he querido estar en una de las competencias del estado.
¿Han visto alguna vez a los perritos de raza Alaskan Malamute?
En mi familia hay seis. Piper, Jacob, Moon, Dallas, Zoe y Luke. En orden de mayor a menor; siendo mi querida Piper, la mayor con 11 años viviendo conmigo y hasta hace poco corría con la fuerza de un cachorro.
Para ir a casa de Eva; decidí que Piper debía quedarse; ya que desde hace un par de años comenzó a sufrir de hipotiroidismo y artritis, y no quiero arriesgarla a mucho.
Cuando iba llegando a la manzana en la que Eva vivía a mi mente vino algo:
Te vas a California.
Frené de golpe y me quedé allí pensando. Su trabajo es estar allí para mí. Somos las más grandes amigas desde que tengo memoria. Hemos llorado juntas, reído juntas, comido juntas (esta última muy importante). Ella para mí es un lindo regalo del cielo. Es mi mejor amiga.
Es... Eva. Decidí poner a los cachorros en marcha; a un paso algo suave del que venía y al terminar de cruzar la esquina allí estaba; colocándose de puntillas para alcanzar una bolsa de salmón que se asomaba desde el borde de la nevera que tenían afuera. Escuchó el ruido y dio la vuelta; al verme, olvidó todo lo que estaba haciendo y su alrededor.
–¡Nora! —la chica, como siempre que me ve con el trineo corrió y se arrojó a los perros cuando frené
–Hey Eva. —dije algo desanimada, cosa que me sorprendió.
–¿Cómo estás? ¿Tu familia se encuentra bien? —preguntó entre risas.
Ese día; vestía su típico jean color turquesa y llevaba una chaqueta fucsia que hacía juego con sus botas hasta la rodilla y el gorro de pompón gigante que siempre lleva sobre su larga y lasia cabellera negra. Al verla el corazón me dio un vuelco.
¿Cómo le digo esto sin que nos duela?
–¿Cómo te va, linda? ¿Algo nuevo? —despabilé mi mirada perdida en la puerta de su casa y al verla; tenía a Luke encima lamiéndole la cara.
–Bien. —Dije sonriendo lo menos falso que pude.
–¡Pero qué ánimo el tuyo mujer! —exclamó con la intención de hacerme saber que no la engañaba.
Rayos; qué súper positiva.
O sea, yo suelo serlo; sólo que... su nivel de "Pinkie Pie-sisídad" es un nivel que no se suele alcanzar con facilidad. Había pensado mucho en tan sólo unos tres minutos, y lo único que yo me repetía era que debía ser sutil; decírselo suave... y con calma.
No sabía muy bien como se lo iba a decir. Pero aunque no había previsto cuál era la mejor manera de decirlo; en menos de cinco minutos debía tener listas las palabras sutiles con las que quería dirigirle la noticia.
Y bueno, visto que la tengo enfrente, debo decírselo ahora antes de que me arrepienta y llegue a casa sin pescado. ¡Así que sin temor a nada y con paso decidido me bajé del trineo. Pero mi suerte es la de un animal silvestre en tiempo de caza. Pues me tropecé con el borde de la carreta e hice mi típica entrada torpe de siempre. Aunque... no todo el tiempo beso el suelo cada vez que llego a un lugar.
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California (Resubiendo para seguir escribiendo)
RomanceUna chica de Alaska, que sueña con conocer la playa, viaja de vacaciones a su lugar de ensueño: California. Ella viaja con el propósito de cumplir su misión, pero lo que en realidad no sabe, es que el destino la guiará para encontrar al amor de su v...