Chapter 18: Epílogo: Una familia vampírica

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"La vida. Siempre esta ha sido complicada, nunca se nos han dado las cosas así porque sí. Sin embargo cada quien ha sabido ganársela. Muchos disfrutan de ella de una manera en la cual pocos la verían, otros simplemente sufren porque no saben cómo vivir en ella. Lo primero que deben tener en cuenta es que en la vida no hay reglas. ¿Por qué?... porque las reglas se hicieron para romperlas. Si la gente se sometiera a ellas, el mundo no estaría en donde está. Muchas veces hemos escuchado a nuestros padres decir "Es arriesgado no lo hagas, no lo lograrás", sí es arriesgado, pero no imposible. Si nosotros no nos hubiéramos arriesgado posiblemente no hubiéramos conseguido algo nuevo, ya sea hasta un rasguño, una retada, una lección o un objeto valioso. No hay un manual el cual nosotros podamos seguir para tener la vida perfecta, pero si hay ocasiones en las cuales la vida nos brinda opciones en las cuales debemos arriesgarnos para conseguir la felicidad."

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Sus manos ágilmente se deslizaron por su espalda mientras él seguía besando su cuello. La pequeña ojijade suspiró y se aferró al cabello de su prometido. Había extrañado demasiado aquellas caricias placenteras que solo él podía brindarle.

En el mes en el cual ella había entrenado, había ansiado demasiado que él este a su lado. Muchas veces lloró, se maldijo internamente, se dijo que era su culpa y que la muerta debería ser ella y el recuerdo de su voz diciendo "sakura" no ayudaba en nada. Ver en su fornido pecho esa estaca había sido la gota que derramo el vaso. En ese instante sintió que su corazón se dividía en dos mitades, la primera en los recuerdos de ellos juntos y la segunda en la poca racionalidad que le quedaba.

La volvió a apretar a su pecho, mientras sentía el choque de estos mismos. Besó sus labios salvajemente y se apoderó de sus caderas. Sakura por su parte no se quedó atrás, deslizó sus manos por su espalda y luego tocó sus cuadritos. Ambos dejaron salir un gemido ahogado.

-Sakura – gruñó. Ágilmente terminó de sacarle el corpiño para mirar atentamente sus pechos. Ella su sonrojo ante aquel acto y se los quiso tapar pero al instante él la detuvo – no lo hagas, eres hermosa, no me prives de nada…

Dejó caer sus manos a los lados, y él devoró literalmente sus pechos. Una vez más suspiró y agarró su cabello blanco. Así es como lo oyeron ahora sasuke tenía el cabello blanco. Su cabello cambió luego que resucitase, se dice que son como efectos secundarios o mejor dicho como una muestra que aquella persona fue revivida. Sin embargo eso no le importaba en lo absoluto a la pelirosa, no ahora que por fin se encontraba entre sus brazos.

Sasuke se decidió en dejar de jugar con su pecho izquierdo y la volvió a besar, mordió su labio inferior y de la sangre que salió de este, la lamió. Agarró fuertemente sus caderas y la hizo que cambiase de posición. Sakura quedó sentada en él, mientras estaba acostado. La alzó lentamente y se introdujo en ella.

-A…Ah – posó sus pequeñas manos en su pecho y se quedó quieta por un segundo.

-¿Te duele? – preguntó el peliblanco preocupado.

-Un poc..co … - seguida de esta respuesta se movió un poco, mientras trataba de calmar un poco el dolor que surgía.

Era algo obvio que sintiese dolor, si solo lo habían hecho una vez.

Una vez que se sintió más cómoda comenzó el vaivén lento pero satisfactorio. Sasuke seguía sintiendo lo estrecha que estaba, era deliciosa, la sentía aprisionarlo, podría decirse que ese era el mismísimo paraíso para él. Ella era perfecta. La volvió a agarrar de sus caderas y la impulsó a que las estocadas sean más profundas.

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-Sasuke – gimió.

Esos gemidos eran de lo mejor. Sentía que con cada palabra que sakura desprendía de sus labios podía llegar al clímax. Él de vez en cuando soltaba gemidos altos, pero por lo general solo gruñía en modo de satisfacción y de vez en cuando la pelirosa se alzaba lo suficiente para luego dejarse caer, lo sentía más placentero.

Unas cuantas estocadas más y se podría decir que ambos tocarían el mismísimo cielo y así fue unos minutos más y ambos sintieron que habían llegado al climax.

La ojijade se dejó caer en el pecho fornido de su prometido mientras jadeaba fuertemente.

-Sí que me h…has extrañado – comentó con sorna sasuke.

-¿A qué te…r..refieres?

-Tus movimientos con las caderas me indican que estabas necesitada – se burló.

-Baka! – le gritó sonrojada. Se levantó de él y se tapó con la sabana.

-Ya tranquila.. – mordió su lóbulo y continuó – no tiene eso nada de malo. Además créeme que entre los dos yo era el más necesitado…mi dulce flor de cerezo.

-Enserio? – el asintió y ella se volteó para plantearle un beso.

-Hmp…te amo

-Yo también te amo – él sonrió de lado y abrazó a la pequeña pelirosa.

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"La vida es extraña ¿no lo creen?. Se dice que las familias deben estar compuestas por dos seres humanos que son los padres. Pero esta familia está compuesta por dos vampiros, uno de sangre pura y el otro convertido. Sin embargo eso no quita el hecho que no puedan ser felices."

Por fin los problemas se habían solucionado. Al parecer cada uno había conseguido lo que quería desde el principio, comenzando desde akatsuki.

La organización por fin podía estar tranquila ya que hace solo dos semanas sasuke había asumido el cargo de tercer presidente. El único problema que quedaba ahí era sasori quien todavía tenía un amor oculto hacia sakura.

Por otra parte Itachi se encontraba feliz. El saber que su hermanito había conseguido al amor de su vida y que él lo haya podido presenciar, era uno de los privilegios más grande que la vida le haya podido dar. Había anhelado ese momento hace años y por fin podía ver a su hermano con el alma pura, ya no había odio, ni rencor y menos dolor…y todo por una niña de tan solo 15 años que lo supo enamorar por su forma de ser.

Naruto por fin había podido transformar a Hinata. Aunque este en un principio haya estado muy nervioso, con el apoyo de sus amigos lo había logrado. Hinata ahora era una hermosa vampiresa aunque lo de tímida nunca se le quitó…

Tanto Maya y Tian se habían ido de la ciudad, después de todo ese era el trato que la ojijade había hecho con su madre. Obviamente sakura se había quedado con hermanita mei, puesto que ante ninguna circunstancia ella la iba dejar en las manos de su madre.

Al final tanto mei como sasuke supieron entenderse. Aunque algunas veces peleaban por querer estar con la pelirosa, ese mismo fue el motivo por el cual se llevaban bien, justo como sasuke lo había dicho "Mei, tú y yo tenemos algo en común…y ese algo en común es que amamos a sakura"

Luego de unos largas meses de relación con sasuke por fin sakura se había decido que mei iba a ser transformada a una vampira cuando ella ya sepa lo que quiere e iba ser transformada por ella misma. Por el momento ella debía seguir siendo humana.

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El salón estaba completamente lleno, podía sentir claramente la presión sobre ella. Hinata le había dicho que se veía hermosa y que solo ella debía estar con sasuke.

Alzó la cabeza y vio al cura musitando unas cuantas palabras más. Miró a su futuro esposo y este le sonrió de lado, le devolvió la sonrisa y le apretó su mano como muestra de su nerviosismo.

-Sakura Haruno aceptas como marido a Sasuke Uchiha ya sea en la… - parece que lo único que se habían quedado en sus oídos había sido el "acepta como marido a". Miró fijamente al padre y luego a sasuke, sonrió y respondió.

-Sí, acepto. – respondió alegre.

-Sasuke Uchiha aceptas como esposa a Sakura Haruno ya sea en la pobre-

-Sí acepto – lo interrumpió de inmediato, mientras miraba a la pelirosa.

-Pero no he terminado – sasuke lo miró de mal humor.

-Le he ahorrado el tiempo – inquirió molesto, el padre frunció el ceño y decidió continuar.

-Entonces los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia – esta era la parte que él había deseado desde el principio.

Una vez más aquel roce excitante los hacía disfrutar de una caricia sencilla pero llena de amor, como aquel beso.

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Nunca pensé llegar a tener un buen futuro como este. Desde el principio sabía que yo no encajaba en este mundo tan absurdo como es el de los humanos, yo había nacido para ser vampira y eso ya me había quedado más que claro cuando lo conocí a él. A la persona que llegaría a ser mi esposo. A Sasuke Uchiha. Nunca se me pasó por la mente creer que aquel vampiro que estaba en mi casa iba a ser la persona por la cual me iba a arriesgar sea cual sea el problema. Definitivamente los polos opuestos se atraen. A los 14 años le conocí y le tuve miedo, a los 15 años me enamoré por completo de él y fue la primera vez que nosotros hicimos el amor y fue el día en que me transformé como vampira, dejando estática mi edad. Y después de tres años donde se suponía que yo iba a tener 18 años me casé con él. No puedo decir que seguí las reglas que cualquier padre te imponía, pero si les puedo decir que no me arrepiento de nada. Después de todo me enamoré de… el vampiro de mi casa.

Att: Sakura Haruno

SOMBRAS DE AMOR sasusakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora