El viaje de la Vikinga

Capitulo único

La vikinga se despertó en su cama con un extraño vacío en su pecho, así que se vistió, cogió su hacha un par de cuchillos y una bolsa de cuero con provisiones suficientes para varios días, una cuerda y una manta. Y salió. Salió en busca de aventuras la gran guerrera vikinga.

Robó una pequeña barca que había en el puerto y remó con rapidez para no ser descubierta por el propietario de la barca y solo una vez que se encontró lo suficientemente lejos del pueblo pudo permitirse remar con más lentitud y disfrutar de la tranquilidad del paisaje que ante ella se extendía, y estuvo así durante horas.

Las olas mecían contra la barca con parsimonia, la vikinga se encontraba tranquila pero sabía que debía de estar atenta a su alrededor, pues aunque estuviese navegando por un río ella sabía que en las profundidades podrían habitar criaturas peligrosas como un kraken, un leviatán, un hipocampo o las temibles sirenas o tritones.

Éstas últimas son las más peligrosas ya que con su belleza y su canto embaucaban a los marineros que tenían la desgracia de encontrarse con estas criaturas, y les atrapan para sumergirlos en las profundidades de los océanos. Mientras que por el contrario los tritones, si bien también gozaban de una belleza sobrenatural que podía encantar a los marineros, estos destruían las embarcaciones que se encontraran y las reducían a poco mas de que simples tablones de marea que flotan a la deriva. 

La vikinga empieza a ponerse nerviosa, ha escuchado sonidos extraños, como si algo golpease la barca. Con decisión coge un cuchillo de su bolsa y se pone en guardia, y de ser necesario atacar. Los sonidos seguían sonando y con extremo cuidado se asoma por la barca y lo vio.

Era un tritón, fue en ese momento que sus miradas de encontraron y es como si entraran en una especie de trance del que no podía salir, sus ojos de un intenso violeta la atraparon. No sabe cuanto tiempo han estado mirándose pero una ola más fuerte que las demás la despertó de ese trance, y fue en ese momento en que el tritón se abalanzó sobre ella con tridente en mano, pero la vikinga ya se había puesto en guardia y esquivo el ataque y clavandole el cuchillo en el hombro con todas sus fuerzas, lo que hace que el tritón suelte un alarido de dolor.

-Tengo que acabar con ese monstruo - pensó la vikinga. Ella volvió a arremeter contra el tritón, pero el tritón la cogió por el brazo, le propinó un fuerte golpe en la cabeza y la tiró de la barca.

-¡Mierda! - exclamó la vikinga sintiendo un dolor atroz en la cabeza y viendo como sangre se derramaba de la herida y manchaba las transparentes aguas. 

El tritón iba a dar el golpe de gracia a la vikinga, pero ella en un intento desesperado por sobrevivir se abraza a el lo más fuerte que puede y le apuñala por la espalda con el cuchillo que en ningún momento había soltado, una y otra vez, hasta que siente que el tritón deja de hacer presión para separarse de ella. 

Lo había matado. La vikinga se separa del cadáver del tritón y vuelve a subir al barco. 

Tiene que darse prisa en irse, no sabe si el tritón estaba solo, pero debe darse prisa en marcharse, no cree poder salir impune de otro ataque de tal magnitud. Así que con todas las fuerzas que le quedaban navegó hasta el pueblo más cercano, y entonces lo vio, es como si brillara con luz propia. Y se dirigió hasta allí.

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Esta es un gran odisea en el que la gran Alicia Mamchuk fue caminando por el no muy largo pasillo para tirar el papel de aluminio que protegía si bocadillo de salchicha y queso, y se chocó con un paisano que caminaba ahí, y después de lograr su cometido volvió de su larga travesía, la tonta vikinga.