La concubina

CAPÍTULO 1: ANTES DE SERLO

Aunque su vida no fuese como la de los demás niños de la calle, pues siempre tuvo que trabajar sin importar dejar la escuela, Kimi vivía con una inocente sonrisa en su rostro infantil, ya que lo que hacía era lo menos que podía hacer para mostrar cuán agradecida estaba con la mujer que amablemente la recogió del río, donde ella estuvo abandonada; para después otorgarle un hogar. Sin embargo, aquella mujer era extraña para la pequeña Kimi, ya que nunca le había dicho su nombre y absolutamente ninguno de sus vecinos tampoco lo sabían, por ello, la niña siempre se refirió a ella como "La mujer sin nombre", pero eso no le parecía muy bonito y comenzó a llamarla "SN", pero la mujer se enojó con ella y le prohibió usar tal determinación, con lo que Kimi ya no supo cómo llamarla, entonces la mujer tomó de los cabellos a la niña y a gritos le aclaró que ella había nacido sin nombre y que no quería ninguno ahora que estaba vieja, la infante lloro y entre lágrimas dijo que la comprendía, aunque en su interior no entendiese absolutamente nada.

El tiempo transcurrió como tenía que ser y ahora Kimi era una adolescente llena de sueños por mejorar; había descubierto recientemente que le apasionaba cantar y pensó en contárselo a la mujer sin nombre, pero ella la miro fríamente para luego informarle que le había conseguido trabajo en la casa de unos ricachones. La muchachita se sintió un poco mal por la noticia, pero, sabiendo que debía siempre acatar lo que la mujer que la había acogido decía, aceptó y ese mismo día se dirigió hacia la casota de los señores que ahora serían sus jefes.

En la casota, que le parecía la más hermosa que jamás había visto pues poseía un bellísimo jardín repleto de flores de todos los colores, realizaba las tareas domésticas, preguntándose siempre porqué las señoronas de la casa eran tan ociosas, pero al no obtener ninguna respuesta, seguía con su rutinario trabajo.

Aunque ese no era el tipo de vida que ella quería llevar, no sufría, pues hasta se había enamorado del joven hijo de los señores que tenía su misma edad, Manroon Serof y ellos, hasta se volvieron "novios" pues se llevaban muy bien. Entonces la mujer sin nombre vio en aquella "relación" algo muy fructífero, pensaba en deshacerse de sus acumuladas deudas si Kimi lograba "algo más" con el señorito de la casa, así que le dijo que se "entregue" a él y así salga embarazada y este unido a los Serof hasta la muerte. Al principio aquella idea le pareció muy descabellada a la jovencilla, ya que no entendía muy bien a lo que se refería SN con eso de entregarse, pero como ella estaba muy enamorada de Manroon, no tuvo que seguir tantas instrucciones para comprenderla y muy pronto, seducida por el amor, pasó unos "momentos inolvidables" junto a su primer novio, logrando a su ves terminar con su virginidad. Él la quería y ella a él por lo que no tuvo muchas dificultades aquella ves, pero, un problema surgió; a Manroon lo mandaron a otro país., pues su madre había notado su "interés" en la sosa sirvienta. Kimi, al enterarse de la noticia, sufrió mucho y más, cuando la echaron de la casota y la mujer sin nombre la golpeó hasta cansarse pues estaba súper indignada por las torpezas de la muchachita. Cuando la joven despertó, después de la golpiza, descubrió que la mujer sin nombre se la había llevado a un pueblo alejadísimo de donde vivían; Kimi, asustada, le preguntó en dónde estaban y la mujer le explicó de mala gana que tuvieron que huir pues "la estaban buscando", y si no se la llevaba, corría el riesgo de que esta la delatara. La jovencita sintió mucha pena en su corazón, pero aceptó sumisamente la decisión de la sin nombre y se quedó mirando la oscuridad de la choza en donde se ocultaban.

Pasaron los años, Kimi olvidó a Manroon y seguía trabajando como sirvienta en varias casas mientras que la mujer sin nombre se mantenía escondida. A la joven le pagaban tan poco que la mujer que la acogió se molestaba y la golpeaba aunque supiese que "allá afuera" había toda una crisis económica. Pero, un día, cuando Kimi tenía veinte primaveras, descubrió que aquella niña ahora era una mujer muy hermosa y que todos los hombres que la miraban al pasar siempre traían mucho deseo en los ojos como si fuesen a devorarla con estos, se le ocurrió entonces otra de sus ideas dementes que involucraría directamente a la bella Kimi: "Yo... voy a ofrecerla como prostituta" pensó en la oscura choza mientras la miraba peinarse sus largos y negros cabellos.

Cuando la muchacha supo lo que planeaba la mujer, volvió a no entender a lo que se refería, pero esta, no teniendo nada de paciencia con la joven, solo dijo: "Harás lo mismo que hiciste con Manroon" y así dejó a Kimi resignada. Ahora ni su corazón se sentía tan mal con la idea, ya que desde aquel día en que se separó de su primer amor perdió parte de sus ganas de vivir y pensaba aceptar solo para complacer a la mujer sin nombre que la acogió "amablemente".

Cuando había llegado el día de "entregarla" un sujeto, de apariencia elegante, apareció ante la vieja puerta de la mujer, este, miró a Kimi como nunca antes alguien la había mirado y dijo dirigiéndose a la mujer: "Vine para terminar el trato", SN empujó a la jovencita al lado del desconocido enunciando: "Haz lo que quieras con ella", Kimi no comprendía nada de la situación, ya que hasta el momento en que abrió la puerta había creído que quien se la llevaría sería otro hombre; el sujeto la tomó del brazo y la sacó de la casa, la muchacha vio poco a poco como se alejaba de su "hogar" notando que en la calle estaban muchos de sus vecinos como si se hubiesen reunido allí para despedirse de ella, pero en verdad solo estaban observando como si aquello fuese un espectáculo y como todo show, algunos se "conmovían" de la mala suerte de la jovencita, mientras que otros se alegraban de que "la tentación endemoniada" por fin se fuera. Subió al auto negro del extraño y partió hacia un destino que no conocía.

Llegaron a una casota que se le hacía conocida a ella, sí, era la casa donde trabajó cuando tenía 14 años, y el hombre a quien prácticamente no conocía era Bruno Serof, el hermano mayor de su antiguo primer amor, un hombre que de todos los ángulos era "perfecto" y que al ser visto más detenidamente por Kimi, causó en ella un revoloteo interior. "¿Qué hará conmigo?" preguntó, y él dijo "Serás mi concubina"; Kimi, muy asustada se quedó viendo la nada durante varios minutos...