Capítulo ~5

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Me renuevo para soltarme de su abrazo. Un par de lágrimas se me escapan.

Carl trata de encontrar mi mirada.

—Estoy bien —le digo y aparto la mirada de la suya.

—Creo que deberíamos irnos ya —después de unos instantes de silencio habla Rick.

—Lamento mucho lo que ocurrió Arianne pero debemos aprender que así son las cosas ahora, no sabemos lo que duremos aquí, no te quedaste sola, nos tienes a nosotros y estaremos contigo.

Asiento ante las palabras de Rick, quizás no sean las más consoladoras, pero ahora es todo lo que tengo.

—¿Estarás bien? —pregunta Carl y camina a mi lado.

—Lo estaré —asiento y limpio mis lágrimas con la manga de mi blusa.

-Carl-

Arianne se mantiene muy callada en el camino, muy quieta.

Mira a la nada, sé que se está dándole vueltas a lo que le ocurrió a su hermana, sé que lo esta pasando difícil ahora; quiero abrazarla de nuevo, pero no, ahora no.

Es demasiado pronto y no sé cómo se lo tome.

Tras caminar un largo rato llegamos a la casa.

Daryl está afuera, tiene gesto duro y serio, como siempre.

Al ver el rostro de la niña que camina a mi lado frunce el ceño y camina hacia nosotros.

—¿Por qué has llorado?—pregunta con dureza mientras se dirige hacía Arianne.

Sus ojos marrones se inundan con lágrimas.

Daryl se tensa por completo, barre su vista hacia todos nosotros para cerciorarse que Jodie no viene con nosotros.

De pronto todas sus defensas titubean y dejan ver a un Daryl débil, triste frente a nosotros.

Sin que nadie lo esperara abraza a Arianne, la aferra con fuerza y ella le corresponde el gesto después de unos segundos.

Me toma por sorpresa la actitud de Daryl pero no hay mucho que descubrir, era una de sus dos hijas; aunque las ha encontrado hace muy poco tiempo son sus hijas.

[...]

La noche cayó sobre nosotros y al parecer el ambiente se aligeró un poco, ya no se siente tan pesado como hace unas horas.

—Hay caminantes rondando muy cerca debido a los disparos que dimos hoy en nuestra excursión, debemos hacer guardia esta noche. ¿Alguien se ofrece? —habla mi padre dirigiéndose a todos.

—Yo lo haré —la voz de Arianne retumba en la casa.

—No, es peligroso —dice Daryl.

¿Ahora es sobre protector? Después de unas horas de haberla conocido. Vaya.

—He hecho guardia muchas veces antes.

—Yo puedo acompañarla —me ofrezco.

Mi padre me dedica una mirada seria, sin embargo, no sé si es por que no quiere que me exponga o por que no quiere dejarme solo con Arianne pero me obligo a decir: — También lo he hecho antes.

—Si ocurre algo que no puedan lidiar entran a la casa inmediatamente y nos avisan, dormiremos aquí mismo en la sala, ¿de acuerdo?.

Asiento mirando a mi padre.

[...]

Ya muy entrada la noche comienzo a aburrirme, estamos en el pórtico de la casa sentados en las escaleras de la entrada.

No hemos hablado en lo absoluto.

No es que esperara que me hablara como amigos de toda la vida, pero este silencio es incómodo.

Echo un par de miradas a Arianne quien se mantiene muy pensativa.

—¿En qué tanto piensas? —me atrevo a preguntar.

Por un momento creo que no me ha escuchado porque no se inmuta en lo absoluto.

—Solo recuerdo cosas —responde.

—...¿Puedo saber? —me mira y duda por unos instantes.

—Ya sabes de esas veces que te pones a recordar como eran las cosas antes, cuando estaba mi madre, las reuniones familiares, mis amigos, mi escuela...

—Bueno... Sé que no sirve de consuelo pero, ahora tienes una nueva familia, nuevos amigos, encontraste a tu padre...

—Sabes que no me refiero a eso.

—¡Oh vamos!, nosotros somos buenas personas —añado con humor.

Ella ríe pero al final su sonrisa vacila.

—¿Puedo darte un abrazo? —me abofeteo internamente por haber dicho eso. Me traicione a mi mismo.

Me mira con cierta duda, debe creer que soy un psicópata o algo así.

—Claro —responde.

Dudo por un momento haberla escuchado bien pero cuando me mira mis dudas se van.

Me acerco a ella y la abrazo justo como hoy lo hice, la aferro tan fuerte que me siento reconfortante, luego de separarnos la miro a los ojos.

Me siento extraño. No había sentido esto por alguien.

Quiero pensar que es porque no había estado con personas de mi edad antes.

Sin darme cuenta me quedo mirándola atentamente. No creo haber visto unos ojos tan bonitos como los de ella, son increíblemente grandes, sus pestañas son muy largas y sus cejas los enmarcan a la perfección.

Luego mi escrutinio barre todo su rostro, miro su nariz pequeña y adorable, sus pecas qué, a pesar de la poca iluminación que hay puedo distinguir, sus labios... tan bonitos, todo en su rostro encaja tan bien que quedo fascinado con cada rincón de el.

Hay algo en ella que te atrapa y capta toda tu atención.

Me acerco un poco mientras ella también me mira atentamente y cuando me percato como mira mis labios la euforia es tanta que no puedo resistirlo más.

Poco a poco me acerco a ella con el temor de que me rechace.

Siento su respiración chocando contra mis labios y su nariz rozando la mía.

Le doy tiempo de apartarse pero no lo hace.

Rozo mis labios contra los de ella y se queda quieta.

Acorto la distancia que nos separa y sin que pueda evitarlo planto mis labios sobre los suyos.

~*~

"A.D." Virus Mortal | Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora