Jamás Ser Débil (Lee Jooheon)

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La palabra de hombre no fue infundida en tu crianza

Narra Jeanne

Con Jooheon empezamos una linda relación, ¿Novios? Con el pobre Wonho di mil vueltas para nombrarlo novio, puede ser que él me dio muchas cosas que no repercutían en mis sentimientos, Joo llegó de la nada y me tiene hipnotizada.

Jeanne– Listo.— Me chupé los dedos manchados con chocolate derretido— A Jooheon le encantará.

Un mes saliendo, compartiendo noches, almuerzos, cenas, prácticamente nuestro tiempo, me sentía feliz, comparado con Wonho, él es... Un caballero, un hombre sacado de películas románticas.

Guardé el pastel en el refrigerador, y esperé a que viniera, según Joo, estaba en camino, pensaba en presentárselo a mis padres la semana próxima, claro si él estuviera preparado. El timbre sonó y abrí sin mirar quién podría ser. 

Jeanne– Mamá.— La abracé— Hola, ¿Qué haces por aquí?

Sra Brown– Hola mi niña...— Me apretó contra su cuerpo, esa colonia típica de ella, amo olerla— Venía de pasada, estoy por aquí haciendo trámites, sabes que odio andar por sitios tan céntricos.

Jeanne– Eres como papá, adoras la tranquilidad, y odias...— Siguió la oración. 

Sra Brown– Los automóviles en hora pico.— Reímos.

Jeanne– No se escuchan tanto, pasa.— La dejé entrar. 

Sra Brown– ¿Esperas a alguien? 

Jeanne– Bueno, estoy... Saliendo con un hombre, y es fabuloso.

Sra Brown– ¿Cuándo me lo presentarás? ¿Acaso no tiene cara? Hace más de dos meses que me hablas de ese muchacho. 

Jeanne– Oh, no te lo dije, corté con ese hombre, el que tanto te conté, suena feo lo sé, pero con el que salgo ahora es diferente, me hace sentir enamorada de todo lo que me rodea.— Risueña. 

Sra Brown– Ay hija, por lo menos ten tacto con esta pobre vieja, es muy rápido para soltarlo así. Además, hace años que no te veía así.

Jeanne– Lo siento mamá.— Reí— Es que no quiero hablar del anterior, ¿Te quedas a comer?

Sra Brown– Viendo que la mesa es para dos, no quiero aguar sus planes. 

Jeanne– No creo que le moleste, además es su cumpleaños. 

Sra Brown– ¿Cumpleaños?— Preguntó extrañada. 

Jeanne– Ajá, cumple treinta y cuatro. 

Jeanne– Dime su nombre.— Exigió, el timbre sonó. 

Jeanne– Sonreí— Debe ser él, morirá del susto cuando te conozca. 

Jeanne– Bien. 

Fui al pasillo para atender a la puerta, era Joo con una cara de cansado, desde ayer que no para, va de aquí para allá, pero no deja de atenderme, aunque me niegue, él sigue siendo atento y dulce. 

Jeanne– Feliz cumpleaños, amor.— Lo abracé y besé— Tengo un par de sorpresas. 

Jooheon– Oh, nena, no te hubieses preocupado.