- Día 19 - Parte 9.

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Cisaphyr

Al salir de aquella sala, efectivamente el Comandante y su pequeño duo de fieles ya no estaban allí. Chad seguía agarrándome del brazo. Un agarre seguro para dirigirme a donde sea que quiera llevarme, supongo que también para pasar desapercibidos si nos topamos con otros miembros de la organización.

Su paso a un ritmo seguro, con grandes zancadas. Parecía tener la mirada perdida, concentrada.

Comenzamos a bajar por unas escaleras que se encontraban al final del pasillo a pesar de tratarse de unas instalaciones atestadas de ascensores; quizás quería evitarlos porque eran los más utilizados por le personal de OR.EX.CAM. No aminoró el ritmo, por lo que me llevaba casi en volandas escalones abajo.

Al llegar a la planta me percaté de que se trataba de la planta que más conocía de todo el edificio: La zona de habitáculos femeninos. Miré hacia Chad desconcertada,  él comprendió mi mirada.

-Pensé que a lo mejor querrías despedirte de tu amiga antes de irte.

-¿Irme? ¿ A dónde?

Chad desvió la vista. Seguramente se paró ante una de las celdas donde residían los reclusos, era la de Moore.

-Tienes tres segundos, date prisa.

Al oír esas palabras, Moore, que estaba entonces de espaldas a nosotros, se dio la vuelta. Su mirada se fijó en la mía. "Volveré por tí" reflejaron mis ojos con total sinceridad. Ella asintió.

Acto seguido, Chad volvió a agarrarme del brazo y reanudó el paso. Moore y yo seguimos mirándonos hasta que estuvimos fuera del campo visual de la otra.

De nuevo, volvimos a bajar por unas escaleras. Y otras. Y otras. Ya perdí la cuenta de cuántos peldaños habríamos bajado. Finalmente llegó un momento en que parecían haber acabado.

Nos encontramos en un pasillo muy oscuro y de una de las puertas procedían algunos ruidos. Chad cambió el rumbo. Abrió la puerta, entonces enmudeció. Cuando me asomé, hice lo propio, eran mis compañeros y Gael.

Silecsis

Todos se quedaron estáticos al encuentro. Gael fue el primero en reaccionar.

-Aria....- Gael, con cara anonadada, quería abrazarme pero la imponente figura a mi lado no le dejó acercarse.

Mis lagrimas querían salir, pero no quería que me vieran llorar, quería mantenerme firme. Todos estaban aquí. Gael, Tessa, Cor, Álex, Lu...

-Gael- Empecé a decir temiéndome lo peor- ¿Dónde está..?-No hacía falta seguir hablando. No pude contenerlas haciendo que una de mis lágrimas cayera por mi mejilla.

-Verás...Aria..-Comenzó Gael.

-Luna...-Se escuchó una voz detrás de él. Álex, el cual sostenía al débil Cor en su hombro, convirtió su mano en un denso puño.

No hacía falta palabras. No hacía falta que me explicaran nada. Con su reacción, con solo ver las caras de todos, ya supe que ella no se había entretenido por el camino precisamente.

-Luna ha...- Mi cuerpo, aún así, no pudo mantener la compostura y se desplomó acabando de rodillas. No era capaz de soportar mi peso. Yo... Hubo un momento en el que no sentí que lo que estaba pasando fuera real, pero lo era. Luna, mi Luna... Sentía que no era capaz de mover mi cuerpo, que no era capaz de llorar o articular palabra alguna.  Me sentía petrificada.

Unos pasos se empezaron a escuchar. Eran ligeros, cruzaron por la figura espectante del guardia hasta llegar a mí y acabando en unos brazos que me envolvían acompañados de un "lo siento" susurrado en mi oreja. Comencé a notar mi hombro húmedo.

Sangre Joven.Where stories live. Discover now