Capítulo #12

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Narra Samuel•

Sentía todo mi cuerpo totalmente rígido ante la fuerza que ejercían mis músculos sobre el. Mi corazón latía euforicamente sobre mi pecho haciendo que la inquietud se apoderara de mí. Podía sentir como toda la rabia recorría mi cuerpo haciendo que soltará leves suspiros pesados cada dos por tres. Podía sentir el calor creciente en mi pecho y el fuerte apretar de mi mano contra ella misma, llegando a dañarme.

El simple hecho de verlo ahí, parado enfrente de mi puerta, tratando de tomar algo que no le pertenecia. Elyas no era un puto objeto al cual se puede reclamar o ponerle nombre de un propietario o tan siquiera un valor.

Elyas no podía ser cataloga con un par de euros sueltos.

Elyas valía más que todas las estrellas juntas

Más que mi respirara diario.

Elyas... Valía más que la vida misma.

No entendía la eterna necedad de quererlo encerrar en aquella pequeña jaula donde era torturado hasta el día que sus ojos no volvieran a abrirse.

Odia el simple hecho que lo tocara. Odiaba que el diablo pudiera tocar tan fácil a un jodido ángel. Odiaba que el tuviera el bendito poder de poder machacar sus alas con tan fino roce.

Odiaba el hecho de que Valle aún manejara así a Elyas.

Odiaba ver cómo podía manejar los sentimientos de Elyas con tan solo unas cuantas palabras dadas a su intranquilidad. Odiaba ver cómo su cuerpo temblaba ante la insertidurme de emociones que lo invadían haciendo que ni siquiera supiera que hacer o tan siquiera pudiera correr a algún lugar.

Sabía que mi presencia no cambiaría nada ante ese sentimiento de desesperación que le consumía.  Nada le podría quitar ese sentimiento de soledad tan venenoso como una maldita víbora.

Y eso me dolía.

Me dolía saber que a pesar de todo lo que ha pasado aún soy tan jodidamente pequeño a comparación de las infinidades de cosas que arrastraba.

Me jodía la mente verle ahí parado con leves gotas de agua salada acumulándose en su rostro.

No llores. Te lo ruego.

No soporto ver cómo te caes ante mis ojos y saber que no podría volverte a reparar aunque me rompiera yo mismo.

S

entía como la rabia seguía sumergiéndose en mis venas, llegando a hacer que estás incluso se remarcaran en mi cuello. Mi mandíbula se mantenía fuertemente apretada, no podía ni quería la posibilidad de hablar. El palpitar de mi órgano vital se mantenía cada vez más lenta como si esperara el punto exacto para atacar.

Porque me importaba un carajo que pasaría después, pero en cuanto toque a Elyas se va a llevar una leche.

En cuanto Valle levanto la mano contra Elyas todo mi cuerpo se movía ante que lo pensará.

— Pedazo de mierda. — Dije mientras soltaba mi primer puñetazo en su mejilla izquierda.

Podía sentir como mi corazón se había vuelto acelerado debido a la fuerte ira que gobernaba mi cuerpo. Mis músculos se tensaban y se relajaban tras cada golpe le le daba. Las gotas de sudor se empezaban a formar en mi frente dando a entender la gran adrenalina que poseía en mi sentir. Lograba sentir como toda la sangre recorría mi cuerpo con un calor inmensamente grande, llegando a volverse incómodo.

Enamorado de mi mano derecha [Elygetta]Where stories live. Discover now