Zeon: *Bostezando* ¿Ya es de día?
Desperezándose, Zeon se pone en pie. Han pasado ya dos largas semanas desde el ataque de Zeke a la ciudad, la cual está aún recuperándose. Hoy es sábado, por lo que Zeon planea ver qué tal está todo. No ha salido de casa desde que lo trajeron del hospital donde lo trataron.
Zeke: Oye, tu cuerpo tiene hambre. Come algo.
Zeon: (Sé que tengo hambre. No hace falta que me recuerdes las necesidades de MÍ cuerpo. Sé cómo funciona. Llevo casi diecisiete años viviendo en él.)
Zeke: Sí, bueno. Asumamos que eso es verdad.
Zeon: (Realmente quieres molestar, ¿cierto?)
Zeke: ¿De qué hablas? Anda, come algo. Si tú tienes hambre, yo también. Y no soporto tener hambre.
Zeon: (Claaaaro, claaaaro. ¿Quiere el señor dragón unos humanos con el café?)
Zeke simplemente "suspira" dentro del subconsciente de Zeon. Como se puede apreciar ambos llevan conviviendo en el cuerpo de Zeon ya durante este lapso de tiempo... Y digamos que su relación no ha avanzado demasiado al parecer.
Algo ofuscado, Zeon sale de su cuarto mientras se rasca la espalda. Aún tiene vendajes bajo el pijama, el cual le irrita la piel de vez en cuando.Zeon: *Conturreando* Café~, café~...
Al llegar a la cocina Zeon se encuentra con Kuro, quien está preparándose el desayuno. Sin girarse a mirarlo, comienza a hablar.
Kuro: No te levantas a tiempo ni entre semana, y hoy que es sábado vas y madrugas. ¿Acaso mi comida está tan rica que te ha hecho madrugar hoy o qué?
Zeon: *Tomando asiento* Prefiero la de Ray, la verdad.
Kuro: *Extrañada* Pero si suele hacer comida precocinada.
Zeon: Pues por eso.
Zeon comienza a reírse mientras Kuro lo ataca de manera cómica. Los minutos pasas y ambos desayunan unas tortitas caseras con café. Si algo les gusta realmente a los dos es el café. Y es algo de lo que ambos se han dado cuenta.
Kuro: Hey, si te encuentras bien, ¿qué te parece ir al Ravens esta tarde? Según me dijo la camarera la última vez van a traer nuevos tipos de cafés hoy.
Zeon: *Con brillo en los ojos* ¡¿En serio?! ¡Entonces hay que ir!
Kuro se ríe al ver la expresión de niño que se le ha puesto a Zeon. No por nada es su bebida favorita. Además, sabe que lleva bastante tiempo sin poder salir... Y algo le dice que le hace falta.
Desde aquel día Kuro no deja de preguntarse "¿Qué pasó por la cabeza de Zeon?"... Ella le contó sobre Ray y ella, sobre sus padres... También entiende que Zeon quería ayudar a que hubiesen menos víctimas sobre todo por los niños huérfanos pero... Aunque lo imagina, no sabe el porqué. Eso le hace plantearse diferentes hipótesis... Pero le da demasiado apuro preguntar a Zeon. La confianza es algo que se debe ganar y ella no sabe si él confía lo suficiente en ella, a pesar de considerarlo un amigo actualmente.Kuro: *Suspirando* (¿Cómo puedo preguntarselo sin parecer una cotilla? Es decir, sólo quiero saber porqué hizo lo que hizo para poder ayudarlo en el futuro. No quiero que se repita lo de hace dos semanas. Pero... ¡¿Cómo lo hago?!)
A la vez Zeon reflexiona mirando a la nada pensando en todo. Después de dos años se ha reconectado por fin con su yo responsable, al menos superficialmente. Y eso le trae sensaciones algo amargas. Intentando despejar su mente comienza nuevamente a hablar.
Zeon: Oye, ¿sobre qué hora nos iremos?
Kuro: *Pensativa* Ummm...
Zeon: Oooye. Tierra llamando a Kuro. ¿Estás ahí?
Kuro: *Saliendo de sus pensamientos* ¿Ah? Sí, sí. Lo siento. ¿Qué decías?
Zeon: Te has quedado empanada completamente, ¿eh?
Kuro: No quiero escuchar eso de alguien que se duerme en clases, gracias.
Zeon se ríe y repite su pregunta nuevamente. Kuro piensa por unos segundos hasta que finalmente contesta.
Kuro: ¿Sobre las cinco está bien?
Zeon: La que prefieras. No es como si tuviese mucho que hacer. *Fingiendo* Recuerda que estoy malito.
Kuro lo mira con una expresión de repulsa por su broma. No por nada ella se estuvo preocupando por él para que ahora haga bromas sobre el tema.
Por otro lado Ray, quien conduce su camioneta camino a casa, recibe una llamada.Ray: *Cogiendo el teléfono* ¿Sí?
???: ¿Estás conduciendo y coges el teléfono? Más te vale no provocar un accidente.
Ray: *Animado* ¡Tim! Hace tiempo que no hablamos. ¿Qué tal estás?
Tim: Parece que mejor que tú. Hace poco me han ascendido al departamento de investigación número trece.
Ray: ¿Ese no es el que investiga a los Astrales que han tenido una unión con Deidades? ¿Cómo se llamaban?
Tim: Astrales-bestia. Y sí, ya sé que hay que trabajar más en ese nombre.
Ray: Desde luego. Es muy cutre.
Tim: El caso es que durante estas dos semanas he analizado los informes sobre el dragón que apareció de la nada en tu ciudad y que fue detenido por ti y un Astral joven. Según los informes parece que tiene la edad de Kuro o similar.
Ray: *Serio* Sé por dónde vas, Tim. Me di cuenta ese mismo día.
Tim: *Serio* El cuerpo del dragón nunca cayó. La gente cree que el dragón sobrevivió pero escapó a algún lugar, pero tú sabes la verdad. Esa Deidad-
Ray: -Está dentro de Zeon.
Tim: ¿Conoces al chico?
Ray: Sí. Está viviendo en mi casa. Kuro lo trajo a este "mundo" en una de nuestras últimas misiones como última medida para ahorrar bajas innecesarias.
Tim: Eso... Es extraño en ella. ¿Y cómo se comporta?
Ray: Es un chaval egocéntrico e hipercargante, pero no es malo.
Tim: *Suspirando* Me refiero después de su unión con el dragón.
Ray: Se comporta exactamente igual. Extraño, ¿cierto?
Tim: Sí... Eso no debería ser así.
Ray: ¿Quién más sabe sobre esto?
Tim: Gáoga y los embajadores.
Ray: Aiden y su grupo, ¿eh? Mejor así. Me gustaría ver cómo evoluciona la situación.
Tim: ¿Vas a dejar viva a esa Deidad?
Ray: *Serio* No pienso matar a un chico inocente, Tim. Ni voy a permitir que vosotros lo hagáis.
Tim: Agh... Muy bien. Te cubriré. Pero me debes una, ¿eh?
Ray: Muchas gracias, amigo.
Ray continúa su llamada con Tim durante unos cuantos minutos más, hablando de cosas varias e irrelevantes.
Tras recoger los platos el timbre suena.Kuro: Ve tú, anda, que yo estoy con los platos.
Zeon: Voy~.
Cuando Zeon abre la puerta se encuentra con una chica de casi su misma altura. Esta chica tiene el pelo largo y atado en dos coletas bajas, de color marrón.