Sexto.

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Hay cosas escritas en cuadernillos íntimos, que si pudieran salir al mundo, lo llenarían. SeHun sabía que si sus palabras y dibujos borrachos se deslizaban de las hojas, sería su fin. Esa misma mañana que se acurrucó con BaekHyun, logró tener la erección más dura de la existencia y una situación de lo más incómoda.

Desnudó todas sus capas, cuando Baek abrió los ojos y lo vio allí; sonrojado y agitado, no dijeron una sola palabra. SeHun rápidamente se sentó en una esquina de la cama, con el corazón basicamente dejado en la almohada de su compañero. Por otro lado, Byun estaba confundido. Recordaba haberse recostado con Yixing luego de aclarar ciertas cosas con él.

—¿Cómo llegaste aquí?— su voz adormilada cepilló el alma del alto, arrancándole un pedacito de alma (otro más).

Meditó unos segundos antes de responder.

—Quería estar contigo pero no podía esperar a que despertaras, así que me quedé aquí y por accidente me dormí...— su nariz creció unos veinte centímetros, no podía levantar los ojitos.  Y su rubor unos cien, el más bajo descendió su mirada hasta los pantalones ajustados de SeHun, delatándolo en la lujuria. —Puedo explicarlo, ¿sí?

—Ven aquí— BaekHyun palmeó su regazo, como cuando quería pasar tiempo con su gato. No frunció el ceño, ni lo rebajó con gestos disgustados, sólo dejó que el alto posara la cabeza en su hombro—¿Alguien más te endurece?

El rubio necesitaba saber si aquello que le demostraba era auténtico, o sólo necesitaba saciar su curiosidad.

—Sí, Baekkie. Pero no es lo mismo, lo siento— se enredó con las palabras como cuando la sopa está muy caliente, con la lengua adormecida. En otras ocasiones hubiera sido más facil aceptar que SeHun tenía erecciones al ver a BaekHyun con un poco de piel al aire, pero ahora el hecho de que Yixing seguramente pasaba por lo mismo, le hacía sentir mal. No sólo porque se sentía un estorbo, sino porque lo envidiaba un poco. El chino era depósito de caricias románticas.

Sin embargo, al final del día se podía llevar una alegría al mundo de los sueños. La capacidad de oír. No querría hacer sentir mal al muchacho cuyas orejas estaban de adorno, pero el consuelo que la luna le susurró una noche triste, le hizo ver el mundo de otra manera, y es que él era afortunado por el simple hecho de escuchar a BaekHyun hablar, cantar, gritar.

Nunca pudo verlo de esa manera hasta que los orbes nostálgicos de Yixing se congelaron en los dientes del rubio, risueño; claro que a medida que pasaban los segundos, su mirada de derretía porque aún sin volúmen, la risa de Byun era demasiado caliente. El punto estaba en que al pelinegro le costaba aceptar que nunca podría escucharlo gemir, y SeHun compadeció eso.

—Hunnie, te estoy hablando— llamó la melodia del rubio medio dormido.
—No te disculpes. Es normal que sientas... estas cosas, son hormonas. No sabes cómo controlarlas.

—No sé qué demonios son las hormonas, Baekkie. Pero te aseguro que es más que eso—sentenció, molesto con el mundo y dando pasos de rana para alejarse de esa tibia cama que minutos antes compartió con el muchacho más bello del mundo. Volteó a chequear el rostro mezclado de éste, y casi falleció de ternura.

—Realmente no entiendo a qué te refieres— insistió en la tonada más almibarada.

SeHun suspiró. Listo. Preparado. —Que a veces, te veo haciendo cosas simples... como preparar tus clases, o lavar los trastes, todo vestido y sin ningún tipo de interpretación sexual. Entonces mi corazón se pone como mi polla, doloroso, como ajustado entre mi piel. No puedo sacarme los pantalones y acabar para aliviarme de esto— se llevó la mano al pecho, con la respiración errática. — no lo entenderías.

BaekHyun no pudo mantener su boca cerrada, sus labios perdieron la capacidad de expresarse y quizás sus párpados tampoco podían moverse en relación a su sistema nervioso. En algún lugar de su pecho, lo que le acababa de decir su compañero sin memoria le había parecido hasta romántico, quiso decirle que a él también le hacía sentir cosas raras.

Había una química innegable en esa habitación hasta que el chino entró con las manos en un frenesí de señas.

"BaekHyunee, tenemos que hablar. Es sobre SeHun".

N/A: no me gustó tanto este cap :-( siento que quedó incompleto pero las extrañaba mucho. tuve un mes muy difícil, aunque ya estoy mejor porque gané un concurso de poemas en el que participaban todas personas de veinte años y yo soy mucho menor.

¿cuántos años creen que tengo? ¿están teniendo un buen cierre del año? ♡ coman bien.

Naturaleza、 sebaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora