Capítulo 26

258 20 19
                                    


En esos insoportables tres meses Erik no visitó a Odette ni una sola vez, ella llegó a pensar que jamás volvería a verle, sin embargo él ni siquiera estaba en el teatro, se quedaba en una vieja cabaña en un bosque cercano, él mismo la construyó ha...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En esos insoportables tres meses Erik no visitó a Odette ni una sola vez, ella llegó a pensar que jamás volvería a verle, sin embargo él ni siquiera estaba en el teatro, se quedaba en una vieja cabaña en un bosque cercano, él mismo la construyó hace algunos años al volver de uno de sus viajes al Medio Oriente junto al Persa, era incómoda, no eran sus dominios pero tenía todo lo que necesitaba y todo listo para presentar su gran creación en la glamurosa fiesta a celebrarse el 31 de diciembre, no le importaba esperar algún tiempo más, parecía haber desaparecido pero estaría más presente que nunca

La necesidad de que ella fuera suya le comía la mente, habrá quien lo llame locura, aunque era el único pensamiento que le mantenía cuerdo.

Mientras lejos de su mundo de dolor Odette al fin había aceptado una cena con Nikolai, se sentía tan mal sin Erik aun sabiendo lo que hizo, seguía amándolo y se sentía sola, no le preocupaba estar sola pero el enmascarado había cambiado eso. Pensó que salir un poco la haría sentir mejor.

-Gracias por esto, la cena estuvo increíble-

Él la abrazó

-No tienes por qué agradecer, me hace feliz compartir lo que sea contigo, mi bella princesa-

Ella miró hacia otro lado

-¡Nikolai! Me sonrojas-

El le tomó el antebrazo suavemente guiándola por un camino de frondosos bosques en los que apenas la luna podría verse

-¿Recuerdas a mi madre regañándonos por jugar en el jardín?-

Ella carcajeó al recuerdo

-O por escondernos en el sótano con Dimitri, éramos felices, sin problemas, sin dolor ni preocupación por nada-

-Eso es parte de crecer, a mi también me gustaría que todo siguiera igual-

Ella sacudió la cabeza sin querer arruinar el momento

-Eso no importa ahora... Cuéntame más sobre Rusia-

-No me lo vas a creer pero la mismísima Zarina me ha comentado que le sorprendió mucho que la mejor bailarina de Rusia fuese francesa, dice que le encantaría volver a verte bailar una vez más-

Ella rió un poco

-Tienes razón, no te creo -

El joven parecía un poco distraído del tema

-Eres tan linda-

-¡Ay no inventes!- Exclamó Odette

La mano del chico pasó provocativo a su cintura una vez que pararon, cerca de una extraña cabaña

-Es enserio, eres tan hermosa, eres buena y fuerte, tan fría pero de alguna forma tan cálida a la vez-

Ella estaba nerviosa cuando él la llevó  cerca de un árbol que daba a la ventana tapada de dicho establecimiento

-¿Por qué me dices esto Niko?-

Él la apoyo sobre el árbol como si fuera de cristal y seguía acariciándola en el camino a su pecho pero sin llegar a él

-Lo digo porque te amo Odette- Confesó

Ella abrió los ojos grandes como platos

-Te adoro- Dijo mientras la chica pareció haber perdido el habla

-Por favor di algo, me estás asustando-

-Nikolai... Yo... No sé qué decir- Dijo Odette, desde que llegó aquí fue la frase que más ha dicho

Él sonrió por su cara de shock pero no lo había rechazado aún

-No importa, no es necesario que lo hagas-

Él se acercó peligrosamente a su rostro mirándola a los ojos con el corazón ardiendo en nervios y amor, entonces dejando de pensar por un momento posó sus labios en los de ella que se habían tensado, aunque lo siguió con la breve esperanza de olvida a su ángel que la había abandonado, pero alguien había al fin llegado a salvarla  de su inminente tristeza. Ambos labios en una eterna danza que sólo llegaría a terminar con el recuerdo de Erik asesinando al último hombre que se había enamorado de ella y una extraña  sensación de que alguien los observaba desde la cabaña

-No Niko, aquí no-

мγ αиgєℓ οƒ мυѕιϲ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora