17 ° ||•Yuto•|| ~Pentagon~ Pt.2

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Caminaba regreso a casa con los pies pesados. Estas úl timas semanas no se había encontrado de buen ánimo como para querer relajarse en el piso que tenía alquilado.

El dueño del local en el que trabajaba había decidido hacer recortes, disminuyendo así su sueldo mensual. Las cosas habían cambiado. Al momento de ir a reclamar por el repentino recorte, el dueño les explicó que podrían ganar más dinero, siempre y cuando vendieran su cuerpo a cambio.

T/N sabía que esto pasaría antes o después. Los hombres que frecuentaban el local se habían cansado de ver bailar a las chicas y no poder tocarlas a su gusto. Era cuestión de tiempo que se tomaran medidas para no perder a la clientela.

Debido a esto se encontraba más estresada de lo normal. Algunas de sus compañeras ya habían tomado la decisión de venderse a cambio de ganar más dinero, ella en cambio se encontraba perdida y confusa. Pero ante todo eso, sentía miedo.

Aquella noche llegó a casa sintiéndose caer en un pozo. Debía pagar el alquiler, la luz y el agua. ¿Con qué dinero? Ya no conseguía el suficiente, ni con las propinas por buen comportamiento. Las deudas se acumularían más pronto que tarde, ¿qué haría entonces?

Guardó las facturas en el cajón de siempre y caminó rápido a su habitación. Hoy no pensaría más en eso, la idea de que manos ajenas se aprovechasen de ella la asustaba. Y no solo eso, ella recordaba el dolor al sentirlo dentro. Recordaba aquella escena con su hermano por muy borracha que estuviera, y nunca lo olvidaría.

Tardíamente, no se demoró en dormir entre los problemas que la perseguían y atormentaban.

El tintineo del timbre logró despertarla a las cuatro de la madrugada. Alguien llamaba a su puerta, y quien quiera que fuese se enfrentaría a una versión muy malhumorada de T/N.

Ella se levantó sin encender las luces, arrastró sus pies hacia la puerta y la abrió.

-¿Qué mierda quiere? -refunfuñó sin saber quién era el que llamaba.

Sus ojos se abrieron ante la sorpresa de ver la silueta de su hermano en la oscuridad. Algo había pasado, y ella lo sabía. Yuto se mostraba con una mirada fría pero calmada, como si tuviera claro hacer algo esa noche. Destellaba precisión en la tristeza de sus ojos.

Su pelo estaba empapado, en algún momento de la noche había comenzado a llover. Y por mucho que intentara encubrirlo con perfume, el olor a alcohol lo embriagaba por completo. Ambos se quedaron observándose en silencio, por unos segundos, ninguno sabía que decir.

T/N no tardó en espabilar y hacerlo pasar.

-¿Dónde has estado? -preguntó fingiendo no saber la respuesta. Lo tenía claro desde el principio, pero quería evitar llegar a una conversación en la que no quisiera hablar.

-Perdón por despertarte. Yo... -caminaba nervioso. Su voz se resquebrajaba, él había estado llorando. Pasaba su mano por sus cabellos húmedos una y otra vez, ¿qué ocurría con él?

-¿Estás bien?

-Si. No. No estoy bien -se sentó en el pequeño sillón que tenía al lado. Cubrió su rostro con las manos, no estaba seguro si querer decirlo. Le había costado mucho venir hasta aquí, el decidirse a hacerlo resultó ser una batalla demasiado grande para él. Ahogó varios suspiros nerviosos e hirientes; miró de un lado a otro. Realmente esto estaba siendo una tortura.

-Yuto, tengo que madrugar. Puedes quedarte esta noche si quieres, yo iré a dormir.

Claro que no quería irse a dormir. No ahora. Pero la posibilidad de sacar el tema al que tanto miedo le tiene la obliga a irse. No sabría que decir si él quisiera hablar del asunto.

One Shots All Kpop(LEMON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora