Capítulo 9

1.4K 109 16
                                    

―Nos vamos el miércoles ―le informa Esteban a Nicole luego que cuelga el teléfono donde acaba de hablar con una de sus empleadas de la agencia de viajes.

―¿Qué pasa, Esteban? ¿Por qué este viaje adelantado?, ¿tan repentino?

Esteban la mira dudoso, no sabe si contarle la verdad o no.

―Por favor ―insiste ella―, quiero saber la verdad.

―Nicole, cariño..., lo que pasa es que surgió un problema y debemos salir lo antes posible de Chile.

―¿Un problema? ¿Con qué? ¿Con quién?

Esteban duda un momento, pero con Nicole mirándolo de aquella forma, no puede ocultarle la verdad, por más... ingrata que sea.

―Con Marcos Huerta ―responde al cabo de unos segundos.

―¿Con Marcos Huerta? ¿El marido de mi hermana?

―Sí, él, él... no está muerto.

―¿Ya? ¿Y? ¿Qué pasa con él? ¿También se tuvo que esconder de Rogelio para proteger a mi hermana?

―No. Él... ―duda otro momento―. Él era socio de Rogelio.

Nicole abre los ojos como platos y palidece notoriamente. Luego comienza a temblar.

―Tranquila, Nicole, mi amor... No debí decírtelo así, cariño, no pasa nada, no es a nosotros a quien busca.

―¿A Rosario?

―En parte, lo que quiere son unos dineros que no podía venir a buscar mientras estuviera vivo Rogelio y no sé, qué más quiere... Nadie lo sabe.

―¿Por qué no viene y ya? No creo que mi hermana le niegue lo que le corresponde...

―Porque después de hacerse pasar por muerto, no puede llegar con su familia así como así. Además a Tomás le gusta.

―¿Le gusta qué?

Esteban entorna los ojos.

―A tu hermana, ¿por qué crees que está tan preocupado?

―Y mi cuñado no permitirá que mi hermana esté con otro.

―Nop.

―Y nosotros vamos a escapar.

―Algo así.

―¿Y mi hermana?

―Será más fácil protegerla a ella que proteger a todos, además, el niño se irá de campamento con su curso de natación.

―¿Y no será peligroso? ―inquiere preocupada.

―No, es un viaje auspiciado por la cadena de hoteles A&E y la fundación que sostiene. ―Sonríe condescendiente―. Es un premio a su escuela, inventado, para poder sacarlo de en medio, ya vivimos la experiencia con Lucas y Daniela, no queremos otro niño con problemas por atravesar una situación traumática que no le corresponde.

―Entonces nos vamos el pasado mañana.

―Sí, pero no se lo digas a nadie, ni siquiera a Lucas.

―¿Y eso?

―Tenemos espías y no queremos que se enteren.

―¡¿Quién?!

―Evelyn ―responde él con cierto pesar.

―No, pero ella... ¡No! Ella adora a Lucas ―replica incrédula.

―Al parecer no tanto ―repone con tristeza.

Por siempre tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora