Un suave toque en la puerta me despertó. Miré mi reloj y eran las siete de la noche. Quería seguir durmiendo, me sentía cansada.
- ¿Qué quieren? –dije con voz adormilada.
La puerta se abrió despacio. Había olvidado poner seguro. Quinn entró con una sonrisa en su rostro y rodé los ojos.
-Te estamos esperando para cenar –me avisó-. Luego nos alistaremos para la fiesta.
-Déjame dormir –volteé mi rostro.
-Nana no comerá si no estamos todos, Ava –sentí el colchón hundirse-. Sé que te haces la dura, pero yo pasé años maravillosos contigo. A mí no me engañas.
La miré y me senté sobre la cama. Me sentía enojada.
-Mantente alejada de mí y de mis asuntos, Quinn –mi voz se oscureció-. No soy la niña que era cuando jugaba contigo y no soy la misma que era antes que mamá muriera. No jodas conmigo y déjame en paz. No quiero ir a esa fiesta y no lo haré. Punto.
Ella se encogió de hombros y se puso de pie.
-No te voy a obligar.
-Perderías tu tiempo –le dije, tirándome sobre la cama.
-Debes bajar a cenar igual –abrió la puerta-. Nana te quiere ahí.
Se fue. Agarré una almohada y la puse sobre mi rostro y grité muy fuerte. Me puse un short jean y una blusa sin mangas y bajé. La sala de comedor estaba vacía y dentro de la casa no había nadie. Entré a la cocina y vi a Martina.
-Hola –la saludé. Ella me sonrió. Todos eran muy alegres aquí o les pagaban para hacerse los felices con mi presencia con cara de culo-. ¿Sabes dónde están todos?
Ella me sonrió y negó con la cabeza.
-Non capisco –me dijo con el ceño fruncido. Yo le hice una seña con mi mano llevándome una cucharada a la boca-. Oh –dijo ella-. Fuori –y me señaló la salida.
Oh, estaban comiendo en el porche. Caminé hacia el porche y ahí estaban todos.
El lugar estaba lleno de trabajadores que llevaban mesas y acomodaban cosas. ¿En qué momento habían hecho todo eso? Yo había dormido solo diez horas.
-Ava, querida, te estábamos esperando –dijo Evelyn y Nana volteó a verme. Me senté a su lado.
- ¿Trajiste vestido para esta noche? –me preguntó ella-. Olvidamos decirte lo de la fiesta, pero da igual porque puedes ponerte uno de Quinn, aunque eres más alta y te quedarán más cortos.
Negué con la cabeza. –Nana, no quiero ser parte de esto. Por favor.
Ella me dio una mirada triste.
-Tienes que divertirte, cariño. Eres joven y hermosa.
-Vine porque quería verte, Nana. No quiero ir a fiestas o conocer a nadie –sobé su suave cabello-. He tenido mucho de eso en casa.
-Te sorprenderías de conocer a los amigos que Quinn ha hecho estos últimos veranos –me dijo-. si cambias de opinión, sal con Quinn algún día o noche. Vienen de todas partes del mundo y son muy guapos algunos.
Conocía demasiado de esos también.
-No cambiaré de opinión, pero gracias por decirme –le di un beso en la frente.
En la mesa había variedad de frutas, verduras y carnes. Era delicioso todo lo que probaba. Ellos hablaban de varios temas mientras comían y Quinn me miraba de vez en cuando. Steve hacía lo mismo.
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A Summer In The Tuscany (Español)
Teen FictionAva tiene que realizar un viaje a las afueras de Siena, Italia, en el nuevo viñedo de su familia materna, pero ella odia la idea. En su viaje, se embarca en un mundo de resentimiento y redención, descubriendo verdades que la marcarán para siempre, p...