Harry
No sé por qué ataqué a Malfoy al verle, pero me reconfortó saber que no le había dejado plantado. Que no era una buena persona. Así era todo más fácil.
Salí de pociones con Ron. Y recorríamos los pasillos de las mazmorras cuando comencé a oír un ruido extraño.
—Ron—le llamé. Él me miró diciendo que hablara.
—¿No oyes esa voz?—pregunté.
—¿Qué dices Harry? ¡No hay ni un ruido!—negó él.
Pero a pesar de eso yo oía él susurró de una gélida voz pronunciando: "Matar. Mátalo. El siguiente será esta noche. Muerte". Y no era la primera vez que la escuchaba.
Sacudí mi cabeza y aceleré un poco el paso, tratando de evitar aquel sonido....
—Harry—me llamó Ron.
—¿Qué?
—Es Ginny, mira. Esta con Malfoy—dijo. Rápidamente dirigí mi mirada hacia la mesa de Slytherin imaginándome lo peor y enfadándome. Pero entonces oí un "Eres idiota" de su parte y me tranquilicé. No era nada romántico por suerte....
Era de noche. Ron y yo estábamos en la sala común, frente al fuego de la chimenea, cuando llegó Ginny. Ella lloraba. Se sentó al lado de Ron y apoyó su cabeza en el hombro de su hermano. Se le escapó un sollozo.
—Ginny, ¿te ha hecho alguien algo?—preguntó preocupado Ron. Ella negó con la cabeza limpiando sus lágrimas.
—¿Seguro? ¿Tiene Draco algo que ver?—le inquirí. A lo mejor estaba relacionado con lo del Gran Comedor.
Ella no contestó, pero se incorporó.
—¡Ese Malfoy idiota!—se puso de pie Ron furioso.
—¿Qué ha hecho Ginny? Puedes contarlo—le dije calmado. No quería que ella se asustase más de lo que ya estaba, y si deseábamos averiguar qué le había hecho Draco, necesitábamos inspirarle confianza.
—Él no ha hecho nada... he sido yo—susurró. Vale, a esas alturas no sé cómo me sentía. ¿Qué le había hecho Ginny a Draco? ¿O qué habían hecho? Se me cruzaron muchas ideas disparatadas y al ver la cara de Ron observé que él también había pensado lo peor. Pero Ginny tenía 11, era imposible. Malfoy nunca hubiese hecho nada de ese rollo con alguien como ella. No. No debía. Él y ella no.
—Ginny, a ti... ¿te gusta él?—pregunté diciendo lo que su hermano estaba ansiando saber, pero de una forma menos delicada.
—¿¡Qué!? ¿Pensabais que era eso? Es peor—dijo ella.
—¿qué has hecho Ginny?—le cuestionó Ron impaciente.
—Yo he abierto la cámara...
—Alumnos. Nos reunimos aquí para anunciar una noticia. Draco Malfoy lleva desaparecido toda la semana, por favor, si alguien sabe algo, ha visto algo, o habló algo con él, contádnoslo. Cualquier tipo de información será recompensada. Ya hemos perdido a muchos alumnos—dijo Snape preocupado, asombrándonos a todos.
Draco estaba desaparecido. Y según Ginny nos había contado recordaba haberle dado algo a Draco, pero no sabía el qué.
Estaba en peligro, eso seguro. A demás la voz ya no hablaba desde él "esta noche lo mataré". Algo sucedía muy gordo.
Pero entonces comencé a intentar enlazar conceptos. Solo yo oía la voz. Draco sabía que el causante no iba a Slytherin la cámara de los secretos ya había sido abierta. El padre de Draco tenía algo que ver. Ginny le había dado algo a Malfoy antes de que desapareciese. Pero cada vez que intentaba buscar una explicación me estresaba más. ¡Nada tenía sentido!
—Harry, vamos a la habitación debemos hablar sobre esto. Debe de haber algo que se nos escapa, y no podemos dejar a Hermione hecha piedra para siempre—dijo escondiendo cierto dolor en su voz al hablar de Hermione.
Le hice caso y una vez arriba me desplomé en la cama.
—¡Ojalá alguien pudiera ayudarnos!—me quejé en voz fuerte. En ese momento apareció un elfo en mitad de la habitación y me asusté un poco. ¿Eso lo había hecho yo? Ron me miró pensando exactamente lo mismo.
—¡Harry Potter! ¡Es un honor para Dobby conocer al señor Harry Potter!—dijo arrodillándose ante mí. Ese acto me incomodó un poco. No estaba aún acostumbrado a ser el ídolo de mucha gente.
—¿Dobby? ¿Es ese tu nombre?—preguntó Ron acercándose curioso.
—¡Sí! El amo Draco lo decidió cuando era muy pequeño—dijo el elfo con una sonrisa.
—Espera un momento, ¿has dicho Draco?—pregunté sintiendo un repentino interés.
—Es un elfo doméstico. Trabaja para los Malfoy. Digamos que es como un sirviente obligado a hacer todo lo que les piden. A menos que el amo le dé una prenda de ropa. Eso les libera—explicó Ron en su lugar.
—¡Eso es inmoral! ¡No puedes esclavizar a un elfo!—me quejé.
—Dobby desearía ser libre, pero el amo Draco es más importante. El amo Draco es el único que se porta bien con Dobby—dijo el elfo.
—Bueno, pues, Dobby, debes saber que Malfoy está desaparecido. Lleva toda la semana sin ser visto—le confesé. Dobby se llevó sus manos a la boca con un claro gesto de preocupación.
—¡Dobby sabe por qué! ¡Tiene que actuar el amo Draco está en peligro!—se escandalizó corriendo de un lado a otro.
—Tranquilízate, podemos ayudar. Solo cuéntanos todo lo que sepas y te juro que yo mismo, con mis manos, salvaré a Draco—prometí. El elfo asintió y se sentó junto a Ron en mi cama.
—El amo Draco descubrió algo en Navidad. Algo muy grave. Una chica Weasley tenía un objeto del Señor Oscuro. Ella había sido la causante de la apertura de la cámara. Pero todo fue por el objeto. El diario. Eso había abierto la cámara y liberado al monstruo. Al basilisco. El amo Draco quería conseguir el diario para destruirlo—nos contó Dobby.
Me quedé asombrado. Draco se estaba jugando la vida por salvarlos. De solo pensar que él estaba en peligro de muerte, se me revolvieron las tripas. Puede que no nos lleváramos bien. Puede que pensara que era un imbecil. Pero Draco necesitaba mi ayuda y yo se la proporcionaría. No solo era una promesa que le había hecho a Dobby, era una promesa para mí. Yo, Harry Potter, juro solemnemente que ayudaré a Draco a destruir el diario.
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Lazos y pañuelos [H.P. y D.M.]
Fanfiction[LENGUAJE MADURO, CONTENIDO SEXUAL Y USO DE DROGAS Y ALCOHOL] Para comprender su historia hay que conocerla desde el principio. Porque el tiempo no hace al amor, si no que lo fortalece. El amor está desde un principio, solo que las circunstancias, n...