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—capítulo tres: Instintos paternales

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Al llegar a su sala común Irina tenía las mejillas algo rosadas y se sentía extrañamente feliz

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Al llegar a su sala común Irina tenía las mejillas algo rosadas y se sentía extrañamente feliz.

Cuidado de Criaturas Mágicas se había vuelto... aburrido. Dos días después del «incidente» de Malfoy tuvieron la oportunidad de ver y estudiar a los hipogrifos. Eran criaturas fascinantes: tenían el cuerpo, las patas traseras y la cola de caballo, pero las patas delanteras, las alas y la cabeza de águila gigante. El pico era de un color acero y los ojos naranja brillante.

Su clase no fue tan emocionante como la de Gryffindor y Slytherin todo por culpa de Malfoy. Según se sabía, Harry había montado y volado en el hipogrifo. Y ahora... estaban estudiando a los gusarajos.

Hagrid había perdido la chispa con la que Irina lo había visto en el banquete de bienvenida.

Clase tras clase se la pasaban observando y cuidando a esas criaturas. A Irina le causaba un asco enorme tener que empujar tiras de lechuga con el dedo en las gargantas de los gusarajos.

Regresando al castillo luego de una particular fresca tarde luego de Cuidado de Criaturas Mágicas, Irina escuchó el pasto crujir bajo los pies de alguien que se acercaba corriendo a ella.

—¡Irina! —dijo Ernie algo agitado al llegar junto a ella y Sarah—. ¿Te enteraste?

—¿Sobre qué?

—A Lavender Brown le llegó una carta diciendo que su conejo había muerto.

Irina tenía unas inmensas ganas de preguntarle por qué a ella le importaría eso pero en cambio dijo:

—Qué lástima pero... ¿Por qué me lo dices?

—¡Hoy es dieciséis de octubre! ¿No recuerdas lo que la profesora Trelawney le dijo?

Irina abrió los ojos. Le había dicho que aquello que temía ocurriría el dieciséis de octubre.

—Pero... pudo ser una coincidencia ¿verdad? —en realidad, intentaba convencerse a sí misma de eso. Ernie se encogió de hombros.

Irina estuvo pensando en aquello durante unos días pero no le contó a nadie sobre su preocupación. Los días pasaban e Irina podía llamar a Hermione, Ron y Harry «amigos», más que nada por las clases de Adivinación en dónde debían estar algunas tardes en la biblioteca juntos por trabajos que la profesora Trelawney les encargaba.

Y hablando de la profesora de Adivinación, Irina estaba harta de cada vez que miraba a la mujer ésta la observaba con los ojos llorosos.

Halloween llegó y junto a ello la primera salida al pueblo de Hogsmeade. En la sala común de Hufflepuff se respiraba un aire de emoción por parte de los alumnos de tercero, el clima estaba helado pero eso no los amedrentó.

BOOKS ━━ Harry J. PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora