-Capítulo 3-

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La expresión de curiosidad de Emma cambio a una que no pude descifrar.

¿Estaba todavía confundida? ¿Le había incomodado la pregunta? ¿O es que yo...?

—¡Emma! —exclamé al recordar—, ¡lo siento tanto! ¡No era mi intención!

—No, victoria —dijo ella con calma negando con la cabeza ligeramente sin verme a los ojos—. Sé y recuerdo perfectamente lo que acordamos —por fin levantó su rostro y me dirigió una mirada parecida a la expresión para la resignación—, pero tanto tú como yo sabemos que no está bien.

Bajé la cabeza sin saber que sentir con exactitud.

Estaba de acuerdo con ella, mantener el tema como si nunca hubiera ocurrido aquello estaba mal, nos hacía mal de alguna manera a ambas, le hacía mal al recuerdo de Caroline.

—Tienes razón... —no podía negarlo, pero me costaba tanto— ¿Recuerdas... Recuerdas aquella vez que Nora le arruinó las botas un día antes de la prueba de obstáculos y por eso casi reprueba?

—Estuve a punto de golpear a esa idiota ese día. —la expresión de Emma era sombría pero tan divertida como siempre fue, con un manto de tristeza que provocaba la comisura de sus labios curvadas levemente hacia arriba.

Reí fugaz en un suspiro. De alguna manera tenía que aligerar el ambiente. Por un instante había olvidado el acuerdo que habíamos hecho, las dos, hace ya bastante tiempo atrás, tampoco encontraba razón para haberlo olvidado en primer lugar. Pero, si no lo hubiera hecho, tal vez no estuviéramos recordando el pasado, algo que también evitábamos para no recordar precisamente a Caroline.

—Desde que te fuiste —comencé—, ¿no descubrieron nada?

—Si hubieran descubierto algo te habría llamado en ese preciso instante. —defendió Emma.

—¡Ya lo sé! Sólo que... Sabes como es la policía y a veces mantienen la información de manera confidencial. Además, ¿por qué tendrían que darle permiso a una policía de Dallas para darle información a una de Arizona?

Nos quedamos por unos minutos en silencio hasta que volví a preguntar.

—¿Eso quiere decir que hasta ahora no tiene nada sobre ella?

Vi que Emma frunció el ceño y desvío la mirada al suelo de manera ladeada. Todo me decía que dudaba en decir algo o simplemente le costaba decirlo.

—Ds difícil, Tori, pero... —tragó con dificultad antes de dirigirme la mirada— El caso de Caroline se cerró hace un año.

—¿¡Qué!?

— ¡Sé que reaccionarías de esa manera y por eso no te avisé antes!

—¡Debiste haberlo hecho, estamos hablando de Caroline!

—¡No quería que otra cosa más te pesara además de la muerte de tu padre!

—¡Pero-

—¿¡POR QUÉ ESTÁN GRITANDO!?

No cabía duda que mamá estaba cerca de la sala, en donde exactamente se escuchaban con bastante claridad nuestros gritos desde arriba. Agradecí que mi mamá interviniera sin saberlo, no quería seguir elevándole la voz a Emma. A ella también le dolía.

—¿Por qué lo cerraron?

—No encontramos ni una pista y ya llevábamos dos años investigando, y por más que yo quisiera seguir intentándolo no podía llevarle la contraria a la decisión del jefe de la fiscalía. —Emma suspiro resignada al final.

La entendía, entendía y sabía que ella haya querido seguir intentándolo pero una simple oficial de policía no podía hacer mucho para impedir el cierre del caso, tampoco la propia familia de Caroline.

Te amaré tras las rejas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora