PRÓLOGO

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Stigma, Grecia 1209 A.C. Sala de reunión

Dentro de la sala se encontraban reunidos los altos mandos que conformaban el concejo de Stigma: El líder de los guerreros Heros, hombre de gran altura, ojos y cabello castaño, piel levemente morena, constitución robusta consecuencia de los constantes entrenamientos; El líder de los mercaderes Seiya ligeramente más bajo que la altura promedio, cabello negro y ojos cafés, piel acanelada y cuerpo menudo; La líder de los educadores Selene, una evlogiméno de Apolo, de bella apariencia, piel blanca, ojos de color miel, una larga cabellera pelirroja y figura esbelta; la sacerdotisa mayor Eusfora acompañada de la oráculo Diane, hermanas gemelas idénticas y evlogiménos de Poseidon altura promedio, figura esbelta de piel aperlada, ojos café claro y un llamativo cabello de un azul oscuro rozando el negro, Diane además poseía dos marcas en sus mejillas que la identificaban como el oráculo, el supervisor de los vigías Ofibio y el representante de los campesinos Neros, ambos de características similares a Seiya, pero más altos y la estratega, cuya apariencia se mantenía oculta por una capucha que cubría su cuerpo por completo.

La tensión en el ambiente era casi palpable, se les había convocado a una reunión de emergencia por pedido de la sacerdotisa y la oráculo, todos se encontraban sentados en sus respectivos lugares, a la expectativa de que se les explicara la situación, ese tipo de reuniones sólo sucedían cuando algo necesitaba atención inmediata, y el ver a las hermanas, de pie frente al resto, tan inquietas les daba a entender que se trataba de un asunto grave. Consciente de que si permanecían más tiempo en silencio solamente lograrían hacer sentir ansiosos al resto, Eusfora comenzó a hablar.

–Por las circunstancias en las que convocamos esta junta creo que pueden darse una idea de lo importante que es– hizo una breve pausa y se situó detrás de su hermana – El oráculo ha tenido una profecía nada favorecedora–

La nombrada cambió su semblante nervioso a uno más serio mientras repetía las palabras que habían llegado a su mente esa mañana

–"La guerra en un futuro se dará, cientos de personas en ambos bandos perecerán, la sangre de inocentes teñirá la tierra, será el fin para el perdedor, los evlogiménos serán la diferencia entre victoria o derrota" – terminó de recitar mientras bajaba la mirada y tomaba asiento, internamente sintiéndose impotente por la poco claridad de la visión mostrada a ella, impidiéndole ser de mayor utilidad para su ciudad.

– La profecía no especifica en ningún momento cuando se dará exactamente esta guerra ni quien o quienes serán nuestros enemigos – Retomó la palabra la mayor de las hermanas, algo molesta por la falta de claridad – sólo sabemos que será un enemigo que también será un pueblo con evlogiménos, pero...–

–Pero gran parte de las ciudades cuenta con al menos uno o dos ¿o me equivoco?– Seiya se encargó de completar la oración, recibiendo un asentimiento de la sacerdotisa.

– Eso significa que nuestros enemigos potenciales son aquellas ciudades que presentan un gran número de evlogiménos– Las palabras de la estratega hicieron que el resto de los presentes dirigiera su atención a ella– si se trata de un futuro cercano estamos hablando de ciudades que están lejos de nuestra ubicación , por otro lado, si es un futuro más lejano podría tratarse de una ciudad que presente un alto nacimiento de ellos, incluso si no es así, sólo cinco evlogiménos especializados es batalla representan un peligro latente para una ciudad promedio–.

– El problema principal radica en que no sabemos con exactitud qué tan cerca está esa guerra, precipitarnos podría causar que ataquemos al equivocado y eso repercutirá contra nosotros, por otro lado, quedarnos a esperar podría significar nuestra perdición– bufó fastidiada la sacerdotisa.

–Debemos establecer prioridades para el curso de acción que tomaremos– Fue Ofibio quien tomó la palabra esta vez, sus manos entrelazadas bajo su barbilla con una expresión pensativa en el rostro, después de escucharlo todos volvieron su mirada a la persona encapuchada.

–La prioridad es clara, proteger a los civiles, dejar este lugar no garantiza que la profecía no se cumpla, por otro lado, es claro que Stigma no se rendirá sin dar pelea, pero no todos en la ciudad tienen la capacidad para combatir. La profecía menciona que se derramará sangre inocente, eso se refiere a los civiles, para que el enemigo llegue hasta ellos implicaría que acabó con nuestras fuerzas, o que las suyas se fraccionaron para atacar la ciudad mientras la batalla principal tiene lugar en otro lado, la opción de que un segundo enemigo decida tomar la ciudad aprovechando la ausencia del ejercito es factible también. – A pesar de la situación su tono de voz era bastante calmado, lo que en cierta forma influía tranquilidad en los demás – Incluso si la vida de la mayoría de los soldados se pierde en el proceso, conseguir la supervivencia de los ciudadanos asegurará un futuro para Stigma.

–Entonces...–

–Debemos trazar un plan de emergencia que asegure la supervivencia de los ciudadanos ante cualquier situación probable, si Stigma cae, ellos tarde o temprano se encargarán de levantarla de nuevo, pero si incluso ellos mueren, será el fin definitivo de Stigma–   

Karissa/ Saga Los bendecidosWhere stories live. Discover now