Capítulo 31: No Vi Esta Venir

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Calcetas largas de color blanco subían por sus piernas hasta llegar un poco más arriba de su rodilla, terminando con algo de encaje, sus zapatos de tacon azul tenían un pequeño moño en frente que combinaba con su vestido color azul que tenía un ligero degrade comenzando con un azul oscuro que se volvía más claro, era un vestido hermoso la verdad.

Miró su cabello suelto y cayendo ondulado por sus hombros, llevó su dedo a la punta de sus labios sintiendo el suave brillo labial de color rosado.

— Dios... Eres absolutamente hermosa. — Una voz la sacó de sus pensamientos y se giro viendo a Lal con una sonrisa trayendo una cinta de color azul de seguro para su cabello.

— Nunca imagine que te gustaran este tipo de cosas. — Comentó con sinceridad notando como la mayor parecía colocarse rígida ante sus palabras. — Me alegra, siempre me considere más linda  que ardiente así que, me gusta saber que al menos siempre podré contar con tu aprobacion.

— Oh creeme, ahora mismo te vez bastante ardiente. — Casi ronroneo colocándose detrás de ella tomando su cabello con cuidado cepillando este con sus dedos para luego colocarle el listón como un cintillo. — Listo, ahora estas totalmente perfecta. — Se paro de su lugar para ver de frente a la morena de arriba a abajo que comenzó a sonrojarse bajo su atenta mirada añadiendo más a su encanto.

— ¿Que quieres hacer ahora...? — Pregunto algo nerviosa dejando uno de sus cabellos detras de su oreja.

— Pensé que me demoraría más pero eres una natural así que... No lo sé. — Dijo con honestidad tomando la barbilla de la chica para levantarla y hacer que le viera de frente, pasando su pulgar por su labio inferior delicadamente. — Aunque comerte ahora mismo parece una opción muy tentadora... — Susurro y Sonrió al notar como el sonrojo de la castaña se extendía aún más por sus mejillas.

— Yo quiero vestirte también... Es lo justo. — Contestó esquivando su mirada. — Y luego... — Susurro algo por lo bajo que Lal no logró atrapar pero si la forma en que mordía su labio era algún indicador entonces sabía que le gustaría.

— Seguro, pero no hay mucho que hacer, no soy tan linda como tu.

— Oh yo difiero bastante. — Sonrió ganando algo de confianza para luego ir al armario de la militar donde guardaba la ropa que compró en el momento pero jamás pensó usar realmente.

——(0-0)——

Lal tenía razón encontrar un vestido que encajara con su físico y aún la hiciera lucir linda era un desafío daod al bien entrenado cuerpo de la militar, al contrario de ella Lal era más sexy que linda, por lo que al final se conformó por un vestido negro, que con unos vuelos y mangas largas se veía precioso.

— Hmm... — Murmuró una vez al ver su trabajo terminado sonrojada al ver lo hermosa que era la lluvia.

— Debo admitir que me queda mejor de lo que pensó. — Comentó para si misma viendo su reflejo en el espejo, para luego ver a la japonesa detrás de ella mirarla de forma tímida haciendo que sonriera de forma depredadora.

Se dio la vuelta caminando hasta la joven que por mero instinto retrocedió hasta chocar con la cómoda detrás de ella dejando escapar un pequeño chillido de sus labios. Lal se acercó tomándose su tiempo para dejar una mano en su cintura y subirla a la cómoda para sorpresa de la menor.

— Creo que ahora viene la parte del luego... — Susurro en su oído subiendo una mano por su pierna hasta llegar debajo de su falda.

— ¿N-No quieres salir..? Es decir nos arreglamos y todo bien... Bien podríamos ir por un helado... — Sugirió suspirando al sentir los labios de la lluvia dejar besos por su su cuello y sus manos fueron a parar a sus hombros.

— Atrevido de tu parte pensar que dejaré a alguien más verte de esta forma... — Contestó dejando una mordida sobre su hombro que le hizo ganarse un pequeño jadeo de la castaña que pronto se convirtió en un gemido cuando su mano alcanzó las bragas de Tsu.

— Lal... — Susurro está vez el cielo abriendo más sus piernas para que Lal pudiera estar más comoda entre ellas, y la militar no dudo en tomar la iniciativa y comenzar un beso que aunque era dulce también lograba hacer sentir a Tsu como si se estuviera derritiendo contra la mayor.

Cualquier palabra que Tsu pudo haber querido decir murió en el momento en que las llamas de Lal llamaron a las suyas y todo se volvió borroso después de eso.

Tan sólo le quedaba el recuerdo de suaves labios recorrer su piel con vehemencia, cariñosas manos pasear por su cuerpo y dulce, dulce frenesí antes de llegar al nirvana.

— ¿Realmente tenías que romper el cierre? — Se quejo Tsu en los brazos de Lal mientras veían una película en la cama de la militar compartiendo un bote de helado de chocolate.

— Lo siento, era una necesidad en el momento. — Contestó lamiendo la cuchara con helado acercando más a su cielo contra ella. — Además... Si no mal recuerdo era alguien la que estaba rogando por ma— se callo riendo al recibir un codazo de su cielo que refunfuño por lo bajo pero no dijo nada más. — Tranquila tengo muchos más de donde ese vino.

— Algo me dice que mi guardarropa nunca estará vacío. — Rio Tsu comiendo algo de helado.

— Tu solo dejame lo a mi, cuidare muy bien a mi lindo cielito. — Beso la comisura de su cabeza y Ange se relajo en su toque ignorando la parte de su cerebro que le decía que eso sonaba horriblemente como si estuviera en alguna clase de relación Daddy Kink o en este caso Mommy Kink... Solo por si acaso no le mencionaria esto a Reborn, Dios sabía que tendría un día de campo con esta información.

Nota de la autora :

Daddy Kink es cuando jóvenes se visten con ropa de colores pastel y son prácticamente mantenidos por personas más adultos que son sus amantes, y tienden a llamarse Baby/Daddy.

Acá abajo las referencias de la ropa de Lal y Tsu.

Acá abajo las referencias de la ropa de Lal y Tsu

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