En busca de una nueva vida, Lyham llega a la ciudad de Redland, donde su madre consigue empleo con una distinguida familia. Mientras aprende las reglas de su nueva vida, el engreído heredero de los Johansson comienza a gobernar sus pensamientos en u...
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Mientras camino alrededor de tanta gente me doy cuenta de que estoy estresado y es que odio como todo el mundo me mira sonriendo. Es como si fuera alguna especie de fenómeno nunca antes visto. Evito pensar en el comentario del Chinito, porque me ha dolido. La razón por la que no le permití a Dassia seleccionar mi ropa fue que no quería lucir como su hijo, recuerdo que cuando era mucho más joven, Payton me vestía para combinar con sus atuendos y me sentía como un objeto más.
En fin, la mayoría de las personas están demasiadas aburridas o entretenidas bailando, ni siquiera puedo decir que le agrado a las personas de este salón por ser yo... es por ella, porque todos saben que soy el novio de la chica famosa en redes sociales o de la capitana de las porristas. La chica dorada que todo lo que hace le sale bien, a diferencia de mí. Ser su novio me otorga tantos amigos falsos como efímeros.
Después de realizar una entrada triunfante con ella colgada a mi brazo, decidió retirarse para socializar con sus amigas, observo de manera inquisitiva el contoneo sensual de su cuerpo envuelto en la tela blanca, es definitivamente una melodía acústica andante: su cabello le daría envidia a Rapunzel, una melena rubia, esplendorosa como la luz melancólica de las estrellas, sonríe a todos a su paso y ellos les devuelven las sonrisas con gran entusiasmo. Aparto, para darme cuenta que todos los chicos de mi antiguo equipo han optado por venir juntos, en plan colegas. Paso de hablar con ellos y recordar momentos de equipo, eso ya no va conmigo. Jugué desde que tengo uso de razón y el año pasado tomé la decisión de dejarlo, ha sido la mejor elección en toda mi absurda vida. Cuando por fin sostengo el primer vaso de la noche; un jugo asqueroso con trozos de frutas amargas, juro que casi lloro. Observo llegar a Thea con la machorra de Winnie.
La música emana de un lugar desconocido, los alumnos se miran entre sí al escuchar melodías más viejas que Matusalén, lo más fiable es que la directora nos observe desde un palco, amargándose con las viejas sonatas que sus amores fallidos le han dedicado. Busco a Dassia con la mirada hasta encontrarla hablando con un grupo de personas que intentan tomarse fotos, me acerco de manera sigilosa, coloco mi brazo sobre sus hombros para luego besarla.
— ¡Señoritas, necesito a mi novia por unos segunditos! —intento sonar lo más agradable posible, odio cuando la gente la acosa —. Vamos amor.
Dassia podrá parecer muy sociable, pero tan pronto es rodeada por un grupo de personas que intentan sacarle provecho, se angustia.
— Gracias por eso —contesta mientras nos unimos para bailar la canción lenta —. Por eso te amo, siempre cuidas de mí.
— Siempre —sus dedos apartan varios rizos rebeldes de mi frente, sonrío sabiendo que siempre cuidamos de ambos —. Esta noche va a ser especial, te lo prometo.
— Todos mis días son especiales contigo.
— Basta —me avergüenzo —. Harás que me sonroje.
Las dos siguientes horas parecen eternas: Dassia se toma muchas fotos, hace vídeos en vivo y todo tipo de contenido para las redes sociales, Thea va sonriendo como una niñata detrás de Winnie... Lyham está sentado solo en una esquina del salón mientras todos parecen divertirse, me acerco otra vez cuando Dassia se excusa para ir al baño. Esta vez intento no atacarlo.
— Es una mierda de baile —dice tan pronto me ve, sé que tiene horas sentado en este mismo lugar.
— Tienes razón —coincido, porque enserio es una mierda de baile —. La fiesta después va estar mortal.
— ¿Un after? —parece sorprendido, su cabello hoy esta tan engominado que ni una ventisca podría desalinearlos.
— Si, ¿no te han dicho? —declaro, poniendo los ojos en blanco mientras juego con mi reloj —, es en la casa de mi mejor amigo.
— Creo que escuché algo, pero no tengo la dirección —se mueve incómodo en la silla, vigilo a Thea desde la distancia —. Supongo que Thea va.
— Winnie seguro que va y Thea es su mayor admiradora en estos momentos.
— Es muy cierto —observa las dos chicas que se ríen de forma escandalosa cerca de la salida —. No entiendo que le ve, es tan... diferente: fuma, bebe y tal vez se drogue o se acueste con varias personas al mismo tiempo.
— Te puedo asegurar que lo hace —enfatizo, conociendo la fama que se carga la chica que acompaña a Thea.
— ¿Por qué no le dices que no debe salir con esa chica? —destaca como si fuera mi deber protegerla.
— Deberías hacerlo tú, es tu amiga —me pongo de pies.
— No deberías actuar de esa manera... comportándote como si ella no fuera como tu hermana —objeta, antes de que pueda marcharme —, algún día vas a necesitar tener personas cerca y no sé quien estará allí, porque nos vas alejando a todos. Como si te creyeras superior a todo el mundo, como si nadie fuera digno de respirar el mismo aire que tú.
— Lyham... deberías saber que no me importa estar solo —respondo, impregnado todo el sarcasmo que puedo —, las personas que depende de otros, siempre terminan luciendo miserables. Por ejemplo: tú en este baile.
Antes de que pueda darme cualquier respuesta, me marcho con la intención de confirmarle a Augus que Dassia y yo iremos rumbo a su casa en breve. Nos avisa que todo está listo. Dassia sube un post a Instagram notificando que se va a la fiesta en casa de Augus e inmediatamente el baile empieza a quedarse vacío: Thea sale corriendo de la mano de Winnie, Lyham se queda mirando de forma triste el celular, saco la llave del coche listo para irme.
— ¡Espera! —expresa, con un brillo en los ojos.
— ¿Pretendes que llevemos al Chinito? —camino varios pasos para igualar su distancia —, iremos demasiados apretados en el coche.
— En tu automóvil han entrado más personas, te aguantas —sonríe, mientras nos acercamos al muchacho que no se da cuenta de nuestra presencia —, y no le digas Chinito, Lyham es una buena persona y no merece un mote tan despectivo...
Justo cuando nos detenemos frente suyo, ella me toma del brazo colocándome frente al chico y veo en sus ojos la súplica.
— Mmm... oye, chaval —me mira y mi chica rodea mi cintura con sus brazos para infundirme valor —, Dass quiere que te vengas al baile con nosotros...
— Vale —se levanta con hermetismo, se mantiene así durante todo el trayecto hasta mi coche.
Joder, espero que este tío no nos arruine la noche, quiero que sea especial para nosotros. Quince minutos después entramos los tres juntos al afterparty y suena Generation Why - Conan Gray, la mayoría de los del baile se están poniendo a tono con el desmadre, escucho al pie de la escalera alguien gritar que esta es la fiesta de fiestas, descorcha un champán que desconozco si la ha traído él o ella. Doy la vuelta para ver a Dassia sujetando fuerte mi mano, Lyham ha desaparecido y no me preocupo por él ni un solo momento.