Secretos entre sábanas {Gay}

Capítulo 17

Mathew se movió de un lado otro en la habitación, se había tomado el tiempo de mandarle el video a Alexander, a su padre, a toda la gente que conocía, pero estaba fracasando al tener un poco de paz interior. Ya de eso pasaron al menos dos días. Y todavía seguía sin recibir alguna respuesta.

Por el lado de Alexander, era entendible el que no llegara el mismo día, pero su padre lo estaba sacando de quicio. Incluso, hizo el examen, el cual estaba fácil, y ni de esa manera pudo hacer algo por su vida. Es que verlo era asqueroso.

La puerta de su habitación de hotel fue tocada y su padre se hizo presente.

— Aun tengo deseos de matar a ese estúpido omega — fue lo primero que dijo cuando entró a la habitación — ¿En dónde está su hermano?

— Creo que viene en camino — se encogió de hombros — No lo sé. Siento que la cabeza me va explotar cada vez que miro ese estúpido video.

— Sólo lo vi una vez... eres mucho más masoquista de lo que creí.

— No tienes porque recordármelo — le mostró el computador — Debo de decirle... no puede casarse, no sin mí.

— No puedes simplemente llegar a su casa, y decirle las cosas de un golpe —le quitó la computadora — Eres mi hijo, pero a veces siento que eres medio burro. Tenemos que hacer un plan, los padres de Kyle no son unas alfas que dabas de enfrentar así como así. Son del armas tomar si ellos desean pueden matarte en cuestión de segundos.

— ¿Y si voy a su casa y lo secuestro?

— Harías todo menos secuestrarlo — señaló su vientre — Ahora déjame pensar en algo.

— ¿Y si tú lo secuestras? — Frederick lo miró con una ceja levantada — Seamos sinceros, eres el mafioso y yo soy el hijo del mafioso...

— No vayas por ahí...

— Le diré a mi mamá que no quisiste ayudarme que sólo viniste para molestarme más de lo que ya estoy.

— No te muevas de esa cama — Mathew tuvo el impulso de reírse al ver lo fácil que fue para él — Y no le digas nada a Aiden, recuerda que todavía estoy en proceso de charla con él para evitar que en nuestra segunda de miel hagamos eso...

— Que serás el pasivo, lo sé. Ese día siempre llega y no hay nada que puedas hacer para evitarlo — le sacó la lengua — Ahora sé un buen padre mafioso y secuéstralo.

*****

No duró más de dos horas en llegar en donde estaba el omega, sólo tuvo que esperar a que la lapa que tenía por prometido se marchara de su casa, y entonces entró él.

— Hola, Kyle — tomó asiento frente a él en la cama — Es un pésimo gusto conocerte en estas circunstancias.

— ¿Quién es usted? — Encendió la luz de la habitación — No sé a qué vino...

— Soy Frederick, el padre del alfa que dejaste preñado — movió su pistola de un lado a otro — ¿Cómo estás?

— No sé...

— Muy bien, me alegra de que estés bien — apoyó su mano en su mejilla — Hagamos de éste secuestro domiciliario algo rápido — se pasó la lengua por los labios — Busca tu computadora para que veas algo.

— ¿Y si no quiero?

— Te meteré una mala en las bolas y veremos si seguirás sin querer — el omega frunció los labios y se puso de pie — Buen chico.

— ¿Qué me mostrará? — se sentó en la cama.

— Un video en el que sales haciendo porno con alguien que no es mi hijo, gracias al cielo — Kyle frunció el ceño — Tu hermano debe de estar de camino, pero son como dos días de Estados Unidos hasta aquí.