Con él.
Reuniones familiares.
Había crecido en una familia con más miembros que cucarachas en el universo. Francia e Inglaterra con un apellido en común y una matriarca que sirve como la reina de ésas naciones unidas.
Siempre fue mi mayor temor presentarle a mi monstruosa familia mi novio. Pero allí estaba yo, había invocado una reunión familiar únicamente para que conocieran al que, en tiempo presente, poseía como novio.
Me mecía nerviosa en mi lugar tamborilando mis dedos sobre la mesa de la cocina. Dean incluso estaba asustado, aunque tenía la capacidad de ocultarlo bien jugando frente a una consola junto a Brett.
Entonces se escuchó el timbre.
Me paré en seco mirando asustada a mamá. Desde hacía días ella y papá se habían comportado extraños. Salían temprano por la mañana y regresaban de noche. Como también mamá acostumbraba a usar mayor cantidad de maquillaje para ocultar sus visibles ojeras y labios rotos. Esperaba el momento en que ambos estuvieran listos para abrir la boca; pero pensar en la respuesta simplemente lograba que mi corazón se comprimiera en un mal presentimiento.
--Calma. Sólo es un almuerzo.
--Sí. Ajá--Dije con sarcasmo y pronto camino hasta la entrada.
Al abrir la puerta de madera, recibo sonrisas, quejas, comida, bandejas, móviles, bebés, adultos, ancianos y adolescentes. Trato de elevar mis pies para observar el montón de autos estacionados desde la entrada de la residencia, el jardín y cuatro casas más allá.
--Blair, Gus y la abuela Jane no podrán venir. No encontraron un vuelo a tiempo.--Me informa el tío Dexter junto a Mary y pronto veo como la adorable Bryce hace entrada en mi hogar moviendo su redonda y esponjada colita.
--Y Susan, Tyler, Robert y Kate llegarán un poco tarde. Hay un atasco de mierda en la avenida tres.
--¿Cómo? ¿Faltan más?--de mi voz se escapa un jadeo.
Me encuentro de pie por minutos. Interminables minutos mientras todos hacen entrada. ¿Beneficios de tener una casa exageradamente grande? Puedes hacer reuniones familiares ¿Lo malo de mi familia? No importa lo grande que sea la casa: acabará llena porque todos forman el maldito reino de Game of Thrones. Los siete reinos, con dragones, caballos y esclavos incluidos.
Pronto tengo a un Luke que me abraza entre sus trabajados brazos y pellizca mi nariz. Parece un divo. Con sus gafas oscuras de diseñador, chaqueta de cuero y ropa oscura. Incluso veo detrás a su novio Logan. Él me regala una genuina sonrisa y me abraza.
--¡Quítate, estorbo!--Leslie hizo a un lado a Luke de un empujón y me abrazó, para luego ser empujada por Trent.
Un Trent que se ganó un jalón de oreja.
--¡Auch! ¿Cuál es el maltrato?
Luke rió--Dakota ¿Qué hablamos sobre maltratar animales? Que no puedes hacerlo.
Trent rió escandalosamente en un intento de clavar que, sus palabras, no habían causado gracia en mi primo.
--JAJAJA. Imbécil.
--¿Lo dice el peor promedio de su clase?--Luke hizo un puchero fingido y yo no pude evitar reír.
--Bueno. Al menos era el atractivo y no el cerebrito. Nerd.
--¿Porqué pelean?--Cuestionó Landon, otro primo, entrando a nuestro círculo de discusión.
Su hermanastra menor, Astrid, hizo entrada también apoyando el peso de su cuerpo en los hombros de Luke y Trent.--Por mí, obviamente.
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Los rastros que dejó
Mystery / Thriller¿Quién era Dean Hardin en realidad? Dean era el capitán del equipo de hockey. Dean era el alumno número uno en cada asignatura. Dean era un bromista sin causa. Un músico oculto. Dean era la paleta de colores que alejaba la monocromía de mi vida. Un...