D i e c i n u e v e

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19/10/18

Lunes

Camile



Acomodo mi suéter y miro la gran construcción frente a mí. Esto fue una mala idea.

Nunca consideré que hacer algo como esto iba a ser tan complicado. La idea surgió hace dos días mientras comía fresas con chocolate en la sala. En ese momento creí que escabullirme en la escuela más prestigiosa del condado sería fácil; no hace falta decir que no podía estar más equivocada.

Mi plan era simple, entrar al Abingdon Institute, buscar a Dominic, quizá encontrar su casillero, cotillear un poco e irme de ahí. Obviamente no consideré que su escuela es, claramente, más grande que la mía, sin contar el hecho de que por fuera parece un edificio de gobierno por la clase de decoración que tiene.

Vuelvo a ajustar mi suéter mientras inspecciono a mí alrededor. Muchos autos de niños ricos, botes de basura, motocicletas... un momento. Camino en dirección a las motos con la idea de que el único día que hablé con Dom, ese parecía ser su medio de transporte.

Observo todas mientras intento recordar como lucía la de él. La quinta es la vencida cuando al tomar el casco noto una calcomanía del número 15 que recuerdo bien. En realidad la moto es muy linda. Nunca me ha llamado la atención conducir una pero el hecho de que un hombre lo haga me parece muy atractivo.

Antes de que ocurra algo malo dejo el casco en el manubrio y me alejo de nuevo. Bueno ya estoy aquí.

Subo las escaleras con cuidado y me asomo por la puerta antes de entrar, lo que menos quiero es que un profesor me vea aquí.

No necesito ni 10 segundos para darme cuenta de la diferencia de zonas. Las paredes y los lockers están perfectamente pintados de colores claros dándole una gran iluminación al pasillo, cada uno tiene un candado igual salvaguardando las pertenencias de los alumnos, el techo tiene grandes lámparas que lucen costosas y el suelo parece recién pulido. Todo a mí alrededor grita "Dinero" y me quedo en shock por solo algunos segundos. Sí que se la han de pasar bien aquí.

Camino a través del pasillo central hasta llegar a unas puertas altas de cristal polarizado. Escucho voces aproximándose por el pasillo y entro en pánico, distintos escenarios en los que soy descubierta pasan por mí mente; siendo regañada por el director y después expuesta frente a todos los alumnos, incluido Dom. Okey, poco probable, piensa en algo Camile. Antes de que sea descubierta abro las puertas y me adentro a lo que sea que haya del otro lado, cerrando las puertas detrás de mí.

Eso estuvo cerca. Esto realmente fue una mala idea. Recargo mi cabeza en las puertas y ruego por que no se le ocurra a nadie abrirlas o caeré de cara sin poder evitarlo. ¿Por qué decidí hacer esto? Mi curiosidad fue más grande que mi sentido común al querer venir a la escuela de niños ricos en busca de alguien que apenas conozco. Genial.

Aire helado me cubre de pies a cabeza y me provoca un escalofrío. ¿Qué fue eso? Levanto mi cabeza y giro lentamente para ver en que me he metido. Pero qué demonios... mi boca se abre de la impresión. ¿Esto es real?

Estos chicos en serio que no escatiman en gastos. Todo el suelo está cubierto por piedritas que forman pequeños caminos, me es difícil ver si hay pasto debajo de toda la nieve que lo cubre y me doy cuenta que no hay nada que sirva de techo, estos días he estado nevando así que el hermoso paisaje frente a mí no es del todo extraño. Mis ojos viajan por todos lados, hay arcos en las orillas y solo puedo ver otra puerta del otro lado del patio, puedo decir que incluso hay un par de fuentes adornando. Ignorando todo lo demás camino hacia el centro donde un hermoso árbol se eleva a gran altura.

No puedo decir que clase es pero es magnífico y, como todo lo demás, está completamente cubierto de nieve lo cual le da un aspecto incluso mágico.

Esta escuela en serio que es impresionante, y eso que solo he visto dos sitios. Creo que estar aquí no sirve para estar encubierta así que camino hacia las puertas en el otro extremo y las abro con cuidado, asomo mi cabeza y, como no veo a nadie, cruzo del otro lado. Hay un pasillo igual que el de la entrada y otras puertas ya se encuentran abiertas.

Evalúo mis opciones. Claramente no puedo ir salón por salón en busca de Dominic, ni siquiera sé si puedo ver desde afuera de las puertas; bueno, segunda opción, puedo seguir mi camino hasta las puertas abiertas y ver qué hay del otro lado; tercera opción, puedo irme a casa y fingir que nada de esto ocurrió. Bien, hagamos la dos.

Meto mis manos en los bolsillos del pantalón en busca de calor, no quiero congelarme. Lo primero que veo es un gran terreno, en plan, enorme. Del lado derecho está el campo de fútbol, muy cerca de este hay una pista de carreras y del lado izquierdo hay un gran edificio, todo lo demás es pasto, árboles y más fuentes. Nunca había visto ese edificio así que camino hacia él con tranquilidad. Espero que nadie se asome por alguna ventana y me vea vagando.

Abrir las puertas es más difícil de lo que creí. Cuando por fin lo logro y entro, alguna canción de trap me rodea. Los altavoces tienen un volumen considerable. Bueno, un gimnasio. Mi mirada viaja por todos los aparatos de ejercicio a mí alrededor, hay algunos de los que desconozco su utilidad, máquinas para correr, pesas, tapetes para el suelo, pelotas, cuerdas y mucho más. Hay espejos en todas las paredes excepto la del fondo donde hay varias puertas de madera y quien sabe que habrá del otro lado.

Todo parece vacío pero hay algunas cosas que no tienen sentido para mí.

1. ¿Por qué están los altavoces prendidos?

2. ¿Por qué la escuela pondría una canción tan grosera como la que está sonando?

3. ¿Por qué hay cosas fuera de su lugar?

Este sitio realmente no parece como que sea normal que haya cosas fuera de su sitio. Quiero inspeccionar todo mejor por lo que me acerco a las pesas en el suelo. Por desgracia, no he dado ni tres pasos cuando escucho una de las perillas girar. ¡Demonios!

Miro alrededor y corro a esconderme detrás de una columna, ¡gracias a todas esas columnas en el medio de la nada! Intento no hacer mucho ruido mientras escucho a la persona ir de un lado a otro cuarto. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? Ir hacia la salida definitivamente no es una opción.

Ignorando mi sentido común, una vez más, asomo mi cabeza por un costado para poder ver a la persona. Un chico. Puedo deducirlo por la forma de su cuerpo, su altura y el corte de cabello. Un cabello negro y espeso que luce muy sudado, ¿podrá ser? Como para contestar mi pregunta la cabeza del individuo gira ligeramente para mostrar su bello perfil.

Dominic se agacha para recoger una toalla del suelo y comienza a caminar hacia la puerta que, hasta el momento, no había notado. Desaparece de mi vista y yo solo me quedo ahí, medio escondida. De nuevo, opciones aparecen frente a mí y sé que debo pensar muy bien antes de realizar mi siguiente movimiento. Me siento como en esos juegos de "efecto mariposa" en los que una sola decisión puede cambiar la historia completa.

¿Qué debería hacer ahora?

Sus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora