Like A Fairy Tale

Capítulo Dos

Estoy fregando. ¿Pero qué...? Y no, no literalmente, enserio estoy... Fregando. ¡Yo, Jane White estoy fregando el piso! Con un cepillo enorme de cerdas suaves, estoy tallando, hincada. Oh vamos, para eso se inventó el trapeador, ¿no?

¿Pero por qué rayas estoy haciendo esto? Me levanto de golpe, y aviento el cepillo hacia... ¿Eso es una cubeta de madera? ¿Enserio? Al instante burbujas vuelan. Pero no me concentro en eso, no. Es extraño, pero estoy viendo mis manos. Lucen... Muy suaves y muy bien, mientras las muevo con gracia y delicadeza frente a mí.

No, no, no... Esto es imposible. Yo soy la chica con menos gracia y delicadeza que cualquier otra. Comienzo a mirar a mi alrededor. Todo es viejo. Mejor dicho, antiguo. ¿Dónde estoy?

No pude evitar jadear en cuanto aprecié mi reflejo en el espejo, llevé mis manos a la boca cubriéndola rápidamente. Esa no soy yo. Es imposible que sea yo. Mi cabello se ve... Enserio, enserio, muy hermoso. No hay ni el más mínimo rastro de acné en mi cutis. Mis ojos parecen verse un poco más grandes de en lo que realidad son, y mis pestañas son largas, tupidas y muy negras. Hasta mis labios se ven muy rosas, como si estuvieran pintados. Incluso intento tallar, de verdad esos son mis labios. Toco mis pestañas, no son postizas. ¡Tengo una nariz bonita! Esto no puede estar pasando. Hasta mis pies parecen más pequeños, con unos zapatos negros muy sencillos.

— ¿Jane? —alguien captura mi atención. ¡Ayuda por favor!

— ¡Tía Marie! —Espera, ¿quién es tía Marie?

— ¿Ya terminaste de limpiar?

Oh no. Tía Marie debe estar molesta conmigo, ella me ha cuidado toda mi vida, y yo no puedo tener el piso limpio. ¿Cómo es que yo sé eso?

—Yo lo siento, no he terminado todavía -me disculpo. Es muy obvio que todo esto es solo un sueño. Ella suspira, y baja los brazos, que mantenía cruzados.

—Está bien Jane. Pero, entonces tendrás que ir al bosque, y trae ciruelas. También trae manzanas, haré un pay, ¿de acuerdo?

—Está bien tía.

—No tardes demasiado.

—No lo haré.

No pienso decirle que voy a pellizcarme fuerte para despertar y ya no regresar. Agarro una canasta y salgo de la casa. La admiro por un rato. Es pequeña y linda, y su techo es como si fuese de paja. Es bonita. De la chimenea sale un poco de humo. Suspiro y me volteo. ¿Por qué estoy soñando esto? Frente a mí hay un hermoso bosque. No por no gustarme los cuentos de hadas, tengo que odiar el bosque, no podría. Y es que siempre lucen tan... pacíficos. Bueno... Nunca he caminado por un bosque. Quizá, pueda ir al bosque y luego despertaré. Sí, eso haré.

Caminar por un bosque es... No quería decir esto, pero... Sí, es mágico. Camino a paso torpe, y disfruto. Disfruto lo que es hasta ahora lo mejor en este sueño ridículo.

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#Ja1De