—¿Donde estuviste?
—D-de camino a la escuela empecé a sentirme mal, no queria preocuparlos mamá. Se me olvido llamar a la escuela... Lo siento
—No es la primera vez que faltas a clases—No supe que responderle, me quedé en shock ante su acusación—¿No responderás?
Tenia que evitar a toda costa hablar en este momento, no me sentia bien, me sentía con tantas ganas de llorar, temia romperme frente a ella y ponerlos en peligro, tenia que pensar en lo que diría
—Tengo sueño mamá, quiero dormir ¿Podemos hablar después?—Solo asintió, después se quedo mirando alrededor de la habitación
—¿Por que todo esta tan oscuro? Miroslava deberías abrir las ventanas, hace demasiado calor aquí dentro—Se acerco a la ventana y la abrió, intente detenerla pero solo me ignoro. Después trato de encender la luz
—Mamá, solo déjalo así, no lo hagas por favor—Intente detenerla y evitar que la encendiera pero fue demasiado tarde
Al encender la luz, se me quedo mirando, intento acercar sus manos para descubrirme el rostro, pero en varias ocasiónes me aleje bruscamente de ella
—Hija no exagerés, solo descubrete el rostro, hace demasiado calor aquí
Al principio lo decia entre risas, pero después al verme su rostro cambio por completo, como si al encender mas luz se diera cuenta de algo
—Miroslava me estas asustando, quítate el gorro—Aun asi no tuve el valor de hacerlo, me daba vergüenza
Ella no espero a que yo lo hiciera, pues rápidamente me quito el gorro que cubría mi cabello, su cara paso de estar molesta, preocupada a estar completamente en shock, llevo sus manos a su boca como intentando callar antes de decir algo
—¿Que te paso?—Al hablar parecía sorprendida, no dejaba de mirarme, eso solo me ponia demasiado nerviosa
—Y-yo...—Ni siquiera estaba segura de lo que debia de decir
En ese momento me sentía presionada, asustada, me sentía sin salida, quise evitarlo, intente por todos los medios de evitar llorar, pero fue imposible, rompí en llanto frente a la persona que estaría en peligro si decia algo, ella me abrazo, no pregunto nada, solo me miraba con tristeza, preocupación. Cuando gire al umbral de la puerta vi a mi padre junto con Nathan, parecian sorprendidos, por un breve momento quise contar todo, pero verlos asi, solo me recordó lo que les pasaría si decía algo
(...)
Me encontraba recargada sobre la pared, justo a lado de mi estaba mama, ambas estábamos en silencio, ninguna dijo nada, pero estaba segura que ella no dejaría las cosas pasar y terminaría por pregúntarme
Mi mirada estaba fija a la pared frente a mi, por alguna razon se llevaba toda mi atención, no pensaba absolutamente nada, todo estaba en blanco, me sentía preocupada pero por alguna extraña razón me sentia relajada, por unos breves segundos sentí que mis problemas desaparecían, senti que podia contar todo sin miedo
Mi madre puso su mano sobre la mía, la sujetaba con delicadeza, cuando gire a verla parecia preocupada, me sonrió, pero su sonrisa era triste, no queria verla aquí, de esta forma, pero sobretodo no queria que ella no viera de esta manera tan acabada
—Mamá tengo mucho sueño, quiero descansar—Pareció dudar si dejarme sola o no
—Mañana habláremos, llamaré a la escuela y a mi trabajo para que nos den el dia, así podremos pasar un dia juntas como antes ¿Lo recuerdas?
Solo asentí. Como olvidarlo, es de mis recuerdos mas felices, era en la parte de mi vida donde no me sentia juzgada, no me sentia triste, mucho menos me sentia preocupada de como me veía, fue la etapa mas feliz de mi vida. Sentí la mano de mi madre en mi mentón, al acercarse me aleje bruscamente de ella, fue involuntario, lo hice sin pensarlo, ella pareció notarlo pero solo parecía confundida
—Vendré por la mañana Miroslava, descansa—Volví asentir
Ahora me encontraba sola en la habitación, no queria levantarme, pero lo que menos queria era dejar abierta la ventana para que él pudiera entrar, no queria apagar la luz porque por alguna extraña razon me hacia sentir insegura. No me gustaba verme al espejo, mi aspecto solo mostraba lo deteriorada que me encontraba, lo cansada que me tenía esta situación
No queria comparecerme de mi misma, no queria hacerme la victima, no queria ser débil, queria ser fuerte para mi familia, no queria llorar, queria acabar con todo esto, pero todo, absolutamente todo me estaba saliendo mal. Pensé que yo sola podia con todo esto pero conforme pasaba el tiempo la carga se hacia mas difícil
(...)
En toda la noche no pude dormir, el solo pensar en una escusa que mi madre pudiera creer, pero no se me ocurrió nada, estaba completamente en blanco. Eso solo lograba alterarme, hacia sentirme tan vacía, el sentimiento de inquietud, nerviosismo, aparecían para atormentarme por lo que estaba a punto de ocurrir, no me dejaba descansar, mi mente se llenaba de lo que podia sucederle a mi familia. Me hacia pensar que cualquier cosa que hiciera, dijera o tan solo con moverme desencadenaría una serie de mala suerte para mi
Sentía que todo estaba en mi contra
El sonido de la puerta me despertó del lapso en el que me encontraba, era mi madre, aun no sabia que era lo que le diría, me levanté y le abrí la puerta
—¿Ya te encuentras mejor Miroslava?
—Si, me encuentro mucho mejor
—Tenemos que hablar, no quiero que te sientas presionada, pero necesito saber que estas bien
—Mamá y-yo no...—No sabia que decirle
—Lo que quiero saber es si te sientes como antes—Al decir eso, los recuerdos de hace años regresaron a mi, eso me hizo sentir peor—Recuerda lo que la doctora Rousell dijo la última vez que la viste
—Mamá yo no, y-yo me siento bien
—¡No estas bien! Estas cambiando, te ves diferente, te ves como la ultima vez, la doctora Rousell me dijo qu...
—Espera, ¿Hablaste con la doctora Rousell?—Solo asintió—¿Por que?
—Porque la última vez que dejamos pasar tu comportamiento, empeoraste, perdiste el control ¿Lo recuerdas? No dejare que pase de nuevo Isabella
No sabia que decirle, ella estaba preocupada, y entendía que hiciera todo esto por el miedo de lo que ya habia pasado
—Lo único que necesito Isabella es que me digas como te sientes, dime si necesitas ayuda
—¡Basta! Estoy bien. Mira si es por lo del cabello lo hice porque queria un cambio, queria impresionar alguien pero no valia la pena
Su mirada aparte de mostrar preocupación, mostraba que no creía absolutamente nada de lo que le decia y el que hablara de una manera tan apresurada e intentando excusarme, solo lograba empeorarlo. Pero no podia parar de intentar convencerla de que estaba equivocada y mientras mas intentaba, mas me exaltaba, me hacia enojar
—Isabella solo relájate
—¡NO ME LLAMES ISABELLA!
Me di cuenta de lo que habia hecho, me exalte a tal punto que levante la voz, ella parecia sorprendida
—Mamá lo lamento, no quise gritar, y-yo lo siento
—Solo prométeme que iras a ver a la doctora Rousell, no quiero que te sientas presionada, lo que quiero es que estes bien
—Esta bien mamá, iré a verla, te lo prometo—Ella no parecía muy convencida de mi respuesta pero aun asi no dijo nada
Apartir de ese momento los dias pasaron lentos, solo pude faltar unos dias a la escuela pero después tuve que volver asistir. No volví a ver a Leónidas, pero aun recibia sus mensajes, a veces podia ver como un auto me seguia de camino a la escuela
Pronto los dias se hicieron aburridos, monótonos, casi sin darme cuenta me estaba distanciando de mis amigas, mi rendimiento en la escuela habia bajado atrozmente, de eso me di cuenta cuando tuve que ir con orientación, estaba por reprobar tres materias, muy posiblemente tendria que tomar clases en vacaciones, y de no ser porque hablaron conmigo, ni siquiera me hubiese dado cuenta
Los golpes que Leónidas me hizo aun no desaparecían, quedaban esas malditas cicatrices, mi cabello no crecía lo bastante rápido, y para empeorar todo se me estaba cayendo el cabello, según la doctora Rousell era por el estrés que estaba sufriendo
Mi vida se estaba envolviéndo en la amargura y la tristeza absoluta