Alair
Actualidad...
Con una rama hago pequeños trazos en la arena; una flor, un espiral y un árbol es lo que ya había terminado de dibujar, cuando estaba a la mitad de mi último dibujo siento algo impactar contra mi cabeza. Un gruñido sale de mis labios, con mi mirada busco el objeto, dentro de uno de mis zapatos se encontraba un anillo, simple y reluciente.
Lo mire extrañado, lo tomo entre mis dedos observando con detenimiento, definitivamente es el anillo de una mujer y de dedos extremadamente delgados, por señal. Levantó la mirada en busca del causante de aquel impacto, logro divisar a una cierta distancia una silueta en la arena. Me pongo de pie tomando mis zapatos y con pasos algo torpes debido al alcohol en mi sangre, trato de acercarme.
La visión se va haciendo más clara, su cabello castaño completamente recogido con algunos mechones fuera, un vestido dorado tan leve como el propio viento que hacia contraste con su piel trigueña. Su perfil es delicado, la observó llevar una botella de champán a sus labios y con los ojos cerrados da grandes sorbos a este, silbo asombrado.
- ¡Esos si son tragos! - digo tomándola desprevenida.
Da un pequeño salto y sus ojos almendrados conectan con los míos, arruga su frente luciendo molesta.
-Creo que esto es tuyo - le tiendo el anillo con una media sonrisa.
Ella se pone de pie con suma dificultad sin soltar la botella, arranca el anillo de mis dedos para luego lanzarlo al mar.
- A la mierda esa porquería- dijo volviendo a llevar la botella a sus labios.
¡Vaya! Y yo que creí que a mi me estaba yendo mal
-¿Qué quieres? - me otorgó una mirada de desconfianza.
- Tal vez podrías darme algo de eso- me encojo de hombros, inmediatamente su mirada se suaviza.
- La vida es una mierda, ¿eh? - dijo- Incluso con un guapetón como tu - solté una risa ante su comentario, el cual ella acompañó gustosa.
Me tendió la botella, no dude en tomarla agradecido. El sabor era algo dulce y las burbujas del gas se sentían de maravilla bajando por la garganta.
-Delicioso,¿no? Lo acabé de robar del casamiento de mi hermano - arrastró las palabras. Era claro que estaba más ebria que yo.
- Entonces, ¿qué haces aquí? Si tienes un casamiento cerca- pregunte curioso. Ella se encoge de hombros
- Estoy en una etapa en la que odio a la gente feliz - arrebata de entre mis manos la botella. Estoy seguro que esta no durará mucho tiempo- ¿Y tú? ¿Problemas en el paraíso? Tu traje me dice que debes trabajar en algo importante, grita "Coste más que tu vida"
- De hecho, estoy huyendo del trabajo -le regrese la botella.
En realidad, estaba huyendo de mi vida.
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Si coincidencias existieran
Random¿Que harías? ¿Si luego de 2 años como una ejemplar ciudadana, todo comenzara a ir en picada? ¿Pero solo para ti? Pues el mundo pareciera ni inmutarse de que Grecia Gálvez , no solo estaba al borde del despido sino que también había terminado con s...