《 04 》

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PASO DOS: Invertir tiempo y dinero en cambios de imagen

Y nunca usar tanga...

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—Y...¡Son trece dólares! —Eleva la mano con los billetes, Koichi enfadado y deprimido.

¿Qué harían con trece dólares? ¡Maldita pobreza!

Tamon guarda su billetera, completamente vacía a excepción de un cupón de lavandería en su mochila mientras aguanta una risa. —¿Esperabas más? Nuestros padres nos siguen viendo como niños y a mí, mi mamá sólo me da dos dólares por "las dudas".—hace comillas con sus dedos, antes de siquiera cruzar sus brazos.

El peli rosa le dirige una mirada mordaz. —¡Obvio estoy decepcionado de nosotros! ¡El cambio de look que planeaba, se ve estropeado por trece dólares y padres tacaños! —se queja, arrojando el papel moneda, en el centro del círculo que formaron a duras penas dentro del armario del conserje. Acabaron huyendo del grupo de matones una vez más en lo que va del día y se extrañaba al ser tan idiotas en no pensar en esos posibles escondites.

—¿Y si hacemos una recaudación? Podremos decirles a ellos que es para un trabajo del colegio. —añade interrumpiendo su berrinche, Nao ahora despierto. Su cabello rubio todo revuelto y los ojos miel hinchados por haber dormido más tiempo de lo normal, le daban un aspecto de bebé.

Niiyama suspira y desvía la mirada para que no notarán su vergüenza. —Pues, una vez le dije eso y acabe comprando un bajo, así que no es opción.

—¿Y para qué querías un bajo? —frunce la nariz Jojo, cuando acaba de devorar su segunda barra de chocolate.

—¿Para qué más lo quisiera Jonathan? ¡Para tocarlo! —Jojo, le saca la lengua al nuevo, en un pequeño arrebato.

Siki, sentado tranquilamente sobre las piernas del único chino allí presente, se remueve y carraspea para llama la atención de los jóvenes nerds. —Puedo pedirle ayuda a mi hermano mayor. —sonríe, Tamon niega muchas veces y Haruya, quien lo utilizaba de silla, lo golpea para dejar que el pequeño rubio continuará.

—¡Ay! ¡Tú sabes que es mala idea!

Koichi, codea a Yoshiatsu para cuestionar el motivo del nuevo ataque de histeria del apodado "Chico mora" y él pervertido chico, le susurra un _'Espera'_ que lo hace frustrar.

Siki continúa, más entusiasta. —Koichiberta, él tiene dinero ¡mucho! Pero, por favor, espero que no te asustes. Él es especial, lo bueno es que incluso ¡podría ayudarnos! —abraza a Kouryu y lo zarandea de aquí para allá, ocasionando que el tipo impactará su preciosa cabecita extranjera contra la puerta. —¡Lo siento panda!

—¿Temerle? ¿Quién es tú hermano enano? —pregunta rayando la desesperación, Koichi odiaba quedarse lleno de dudas y curiosidad.

Yoshiatsu se ríe a carcajadas, Tamon parece derrotado, Meto y Nao muy tranquilos ni que decir de Haruya, Tomo revisaba el chichón de Kouryu como para notar que pensaba y Niiyama estaba a punto de golpear al niño hasta que esté, habla de nuevo.

—Vamos a mí casa y lo conocerás.

¿Acaso su hermano era el diablo?

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Iban en el metro, camino al distrito donde vivía uno de los menores. Curiosamente, para Koichi, aún no sabía siquiera el apellido de la mayoría de ellos y eso no le gustaba ¿Eran amigos no? Además, ninguno había hablado sobre de quiénes gustaban.

Excepto por Yoshiatsu, Tomo o Tamon.

Los demás, ni en cuenta.

Ah, Haruya ya había aclarado que no estaba interesado en romances y su actitud recta, lleva al peli rosa a pensar que era heterosexual. La mayoría de las veces, un hombre heterosexual pensaba y actuaba así ¿Será posible...?

'Loser's 'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora