El ángel de la muerte

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Medio día, el sol radiante calentaba a la gran ciudad, el pueblo se había reunido en las afueras del edificio de gobierno, la iglesia había convocado una reunión con los habitantes, en aquellos tiempos la iglesia y el gobierno trabajaban con una relación muy estrecha, inclusive la iglesia poseía más poder que el mismo tiempo.

La gente despavorida y temerosa asiste para saber el anuncio del cuerpo gubernamental, sentían temor porque sabían que solo en momentos de cólera y descontento de los vicarios de Dios podrían hacer un llamado de esa magnitud.

Los carteles de SE BUSCA caían marchitos, uno es aplastado, mirando hacia abajo, la persona le observa detenidamente, después de unos momentos sigue su camino esperando saber el mensaje que le deparaba al pueblo, Molly se acercaba para saber la nuevas noticias, que tanto se agitaba el pueblo por saber las acciones de su amado, extrañamente esto le funcionaba como un fetiche, se excitaba con los crímenes y actos atrevidos de su hombre.

Al gran balcón se presenta el Obispo de la principal. Un anciano de coqueta y profunda mirada adornado de lujosos, ridículos y sofocante atuendos - Hijos, hoy nuestra santidad está en descontento con la falta de fe y devoción por parte de este pueblo, aunque son demasiado bendecidos por parte del creador, se niegan a dar a la iglesia universal sus diezmos y ofrendas, que gran ofensa la que Dios, su hijo y todos los santos están recibiendo ¿acaso olvidaron que fue el quien los salvo? Hace un año el ángel de la muerte azotó ferozmente a toda nuestra gente, la guerra le siguió y hasta ahora continúan sus estragos afectándonos, la deidad nos dejó hacernos cargo de lo que él sabe que son nuestras posibilidades y fuerzas, trabajar, la fuerza de nuestros hombro y espaldas son bendecidas hijos míos ¿recuerdan el ángel de la muerte? La divinidad lo echó fuera de este pueblo, solo nos pide que seamos dadivosos con su iglesia. Y dios padre me ha hablado en visiones, dijo que el ángel de la muerte estará de regreso si no responden con la fe necesaria, es decir, plata y tributo.

Los rostros de la multitud decayeron mucho, el horror recorría sus mentes, el recuerdo los acosaba y el miedo les amordazaba, la preocupación e incapacidad les llenaban el alma entera, habían tenido un año durísimo, la guerra había dejado muchos huérfanos y hambruna, todos sabían lo que es pasar fatiga y hambre, todos eran creyentes fervientes, daban todo cuanto podían y el nuevo mensaje, ese duro mensaje les drenaba la esperanza.

-¡padre!- dijo un hombre maduro de la multitud - no estamos en nuestros mejores momentos, yo he pagado mi parte y la de mi familia, sé que estoy salvo por eso pero mis amigos y colegas, yo sé de sus carencias y creo que la divinidad puede comprender que es más sensato comer que dar lo único que tenemos de sustento.

-¡silencio! - interrumpe en voz alta el Obispo- maldito hereje ¿Cómo te atreves a cuestionar la voluntad divina? Si osas seguir hablando semejantes excusas, el verdugo tendrá trabajo esta tarde.

El pueblo no pudo hablar más.

-el señor de las huestes tiene otro mensaje para ustedes, oh mis hijos, anoche el gobierno y la iglesia recibieron un insulto imperdonable, el carruaje de una devota familia venia del lejano pueblo de San patricio y fue asaltada por dos hijos del diablo, y robaron las ofrendas de las aldeas cercanas, sabemos que los responsables están entre nosotros ahora, Pueblo mío entréguenme lo que esos rufianes se llevaron o mañana al anochecer el Ángel de la muerte regresará.

Entonces aquel obispo y todos sus delegados se retiraron, el murmullo del pueblo se agito por toda la gran ciudad.

El periódico de la mañana siguiente constataba todo lo que el santo anciano había dicho, la amenaza era muy real. Billy con su brazo vendado lo lee.

-muy simpático ese anciano ¿no lo crees?- exclama burlonamente.

-no es muy gracioso- responde Molly de manera muy determinante y seria- lo que vi en el rostro del pueblo fue una angustia demasiado profunda, al parecer ese ángel existe y es muy mala su visita a este pueblo.

-no creas eso, ellos hacen lo mismo que nosotros, nos aprovechamos de las supersticiones de la gente, es todo- responde livianamente Bill.

-no es solo asustar a un grupo de viajeros con pirotecnia y disfraces como lo hacemos, es tan real para los pobladores que no comprendo cómo pueden coincidir tantas cosas... si escucharas la historia de alguno de los habitantes- añade Molly implorante.

-Molly, amor, es tan real como el miedo que causamos nosotros.

-si la historia es mentira el miedo que vi es real, si no regresas esa bolsa la gente sabrá que tú la robaste y te mataran.

-ninguna persona con alas y espada vendrá. Tranquilízate- decía Bill volteando de reojo hacia la bolsa- y hablando de eso, revisemos si lo que robamos es lo que estoy buscando- se dirige a la bolsa, revisa y después de unos minutos y manoteos agresivos – me lleva la chingada ¡volví a fallar!

-¿Cuál es el problema Billy?-dijo Molly viendo sorprendida lo que contenía la bolsa- ahí tienes mucha plata, mira hay monedas estatuillas y lingotes ¿Qué era lo que buscabas?

-no te incumbe- dijo Billy furiosamente.

- dijimos que sin ocultarnos nada- responde Molly altanera.

-no te lo diré, es de mala suerte si te lo menciono.- responde Billy furioso.

-si en este montón de fortuna no se encuentra lo que buscábamos entonces regresa todo eso y evitemos la pena sobre la gente de la ciudad ¡hasta tu amigo cuchillas saldrá afectado!

-No lo regresaré, esta maldita bolsa me costó una bala en el brazo, una pelea con el maldito capitán Ferrell, la última carga de pólvora china y muchos problemas, así que me quedare con este tesoro, además esto ya me pertenece, por esta fortuna es que sueño con el indio todas las noches déjame en paz.

-Bill, mucha gente morirá si no lo regresamos

-¿a qué te refieres?-dijo Uraninan un poco intrigado.

-las veces que el ángel visita a este pueblo, docenas de personas son desmembradas en una noche, ni tu siendo el mejor pistolero que conozco puede hacer eso.

Billy se contuvo por unos minutos, lo pensó detenidamente, suspiro y dijo –ya tuve suficiente de tus fantasías.

-entonces no te dejare llevarte eso- dijo Molly desenfundando su arma.

-mi amor, lo siento pero que blanda eres- dijo Billy.

Molly tambalea, la visión se va alejando de ella y solo escucho la voz de Uraninan convertirse en eco diciendo

-el truco siempre fue ser el más astuto de la habitación.

El Heavy metal kidWhere stories live. Discover now