(2) BEATS ✨JiHan💫

CINCO.

Cuando Jeonghan llegó a casa por la noche, no se sorprendió cuando encontró a su madre esperando por él sentada en el sofá.

Ella lo recibió con un cálido abrazo, justo lo que necesitaba en ese momento; la señora Yoon no preguntó nada con respecto a Joshua, pues conocía lo suficiente a su hijo como para saber que tenía que darle tiempo antes de decir algo importante, así que ordenó comida a domicilio y cenaron en silencio.

Un par de horas más tarde, Jeonghan le contó con más detalle acerca de Seungkwan y sus nuevos compañeros, haciendo a esta emocionarse debido a que su hijo comenzaba a hacer nuevos amigos, cosa que hacía mucho no sucedía.

—El chico de mi clase... realmente es idéntico a Jisoo, mamá.—Dijo Jeonghan rompiendo el silencio mientras su cabeza reposaba en las piernas de su madre quien acariciaba sus cabellos con delicadeza.—Me crees, ¿cierto? Yo... sé que es difícil de creer, pero si tan sólo pudieras verlo sabrías que no exagero.

—Yo no pienso que exageres, cariño. Claro que te creo. Pero dime, ¿qué es lo que quieres hacer? Yo te apoyaré en lo que sea que decidas, lo único que me interesa es que tú estés bien, no quiero que de nuevo mi pequeño esté deprimido.

Jeonghan sonrió, esas palabras junto con las caricias en su cabello, eran lo único que lo hacían sentir mejor. Aunque en realidad no sabía la respuesta a esa pregunta y tenía que pensar en ello antes de que colapsara.

—No sé qué es lo que quiero hacer. Yo... intenté hablar con él ayer para pedirle ese favor, pero no fui lo suficientemente fuerte para hacerlo. No pude.—Confesó antes de que sus ojos se inundaran de lágrimas.

—Hannie, comprendo que esto es importante para ti, pero no quiero que te expongas a ese tipo de emociones fuertes. Podría hacerte daño.—Dijo preocupada y Jeonghan prefirió callar lo de su desmayo un par de días atrás.

—Es que... de verdad quiero cumplir lo que me hizo venir aquí. Creo que de no hacerlo, todo este esfuerzo no habrá valido la pena y tú y papá hicieron tantas cosas para que yo pudiera estar aquí, no puedo simplemente rendirme, pero es que es tan difícil.—Expreso con pesar sin poder evitar que unas cuantas lagrimas escaparan de sus ojos.

—Cielo, tú entraste a esa universidad por tus propios méritos, ese examen lo aprobaste tú.

—Pero ustedes han comprado este apartamento para mí, también tuvieron que hacer muchas llamadas para poder aplicar a pesar de que estoy atrasado por un año. Esa universidad no admite personas con ese antecedente y lo sabes.

—Hijo, el que tú te retrasaras no fue por gusto, sino por salud. Nosotros sólo tuvimos que explicarlo y ya está.—Explicó, deslizando sus dedos por las mejillas de su hijo para retirar esas gotas saladas de sus ojos.—Jeonghannie, tú eres un chico muy inteligente, todo lo que logres será a base de esfuerzo, no necesitas de nadie para alcanzar tus objetivos. Y si lo único que te detiene para alejarte es culpa, entonces eso no es problema, tú has llegado aquí por tu cuenta y si quieres irte, nosotros te apoyaremos. Lo mismo si deseas quedarte y pedirle a ese chico que te ayude con lo que necesitas. Pero no quiero que pienses en otras personas antes que en ti mismo, quiero que lo que sea que decidas, lo hagas considerándote a ti en primer lugar. ¿Me lo prometes?

Jeonghan asintió, derramando más lágrimas en el proceso para posteriormente incorporarse antes de abrazar a su madre en un abrazo que fue correspondido de inmediato.

—Gracias por estar aquí, mamá. Te necesitaba mucho.—Expresó entre sollozos.

—No me lo agradezcas, cielo. Siempre estaré aquí para ti.

Después de aquella charla llena de desahogos, Jeonghan decidió tomar una ducha y después recostarse en su cama para pensar las cosas. Obviamente tomar una decisión no era cosa fácil, pero sabía que tampoco tenía mucho tiempo para pensarlo, así que, tras meditar todas las posibles consecuencias de cada situación, finalmente cayó rendido en un profundo sueño mientras se repetía a sí mismo que todo estaría bien.