Capítulo 2

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Por fin llegue. Después de tantas y tantas horas viajando no me creía que por fin estuviese ya allí.

Y ahora venia lo peor. Conocer a la que iba a ser mi nueva familia por un año.

Ahora me tocaba buscar aquella familia con algún cartelito que pusiera "Familia McVey". Sabia que esa familia se componía de 4 personas. Los padres, un chico de mi edad y una hermana de unos 5 años.

Estaba realmente tan nerviosa que no podía parar de sudar.

Vi aquel cartelito "Familia McVey".

Me había imaginado tantas veces ese momento. Incontables las veces que me había imaginado ese momento. Pero ninguna imaginación tuvo que ver demasiado con la realidad.

Junto al cartelito solo se encontraba un hombre de unos 50 años aguantando el cartel. Solo. Él y el cartel.

-Emm.. Ho-hola- en estos momentos estaba tan nerviosa que solo sabia tartamudear-

-Hola ¿eres tú Maite?

-Sí ¿tú serás mi futuro padre por este año no?

-Si -dijo esbozando una sonrisa- aunque también me puede llamar Robert Mcvey. Y no te asustes por verme a mi solo, los demás están preparando algo.. ¿Vamos ya a conocer tu futura casa?

-Con mucho gusto.

Realmente estaba ansiosa por ver la casa. ¿Serian esas típicas casas con sus jardines y sus dos plantas que solía ver por la televisión? Estaba tan emocionada. Había pasado de estar tan nerviosa a estar tan contenta.

Por unos segundos se me había hasta olvidado de que tenía unos padres los cuales estarían preocupados por mi.

Mi actual padre irrumpió mis pensamientos.

-¿Has llamado a tus padres ya?

Ups, parece que este señor escucha lo que pienso. ¿O estaba hablando en voz alta?

-Ahora mismo los llamo.

Saque mi móvil y marque el número de mi madre.

-¡¡Niña!!

Mi madre y su típico "niña" que siempre me sacaba una sonrisa de oreja a oreja.

-Ya estoy aquí por fin. Ahora mismo voy a hacia la casa. Mañana te llamo que seguramente hoy este muy ocupada deshaciendo todo y descansando. Avisa a Papa y al hermano de que ya llegue.

-Hija, ya me fui a Córdoba. No sé nada de ellos..

-¿Ya te fuiste? Bueno.. No importa. En ese caso llamare yo.

No me lo podía creer. Un día fuera de mi casa y mi madre ya había huido corriendo. Sabia que se iría cuando yo me fuese pero no habían pasado ni 2 días. ¿Tal infierno era vivir con mi padre? A veces me preguntaba que pasaría en mi casa cuando yo no estaba allí.

-Ya hemos llegado.- Otra vez el maldito Robert irrumpiendo mis pensamientos.- Y parece que en la puerta ya está esperando tu nueva familia.

No había salido del coche y ya iba mi corazón a mil por hora. Me había imaginado a ese nuevo hermano mío de mil formar diferentes pero, dios mio, nunca me imagine que ese tal Hermano McVey pudiese ser tan guapo.

Todo estará bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora