—Los documentos del divorcio están firmados.
Sólo tienes que venir a buscarlos—le había dicho Minho por teléfono.
Kibum echaba humo mientras conducía con un coche alquilado a la dirección que Minho le había dado lo había llamado esa mañana y le había ofrecido enviarle una limusina para que lo llevara al sitio donde habían quedado pero Kibum se había negado no quería tener nada que ver con Choi Minho, ni con su limusina ni con su vida.
A partir de ese momento, sólo contaría consigo mismo, se dijo.
—¿Por qué es todo tan difícil, Minho?—murmuró en el silencio del coche, mientras conducía hacia el centro de Seul, ¿No podías haber firmado los papeles anoche sin más? No, tú tienes que hacerlo todo a tu manera, siempre tienes que ser quien manda.
Kibum maldijo al volante y echó un vistazo a la dirección que Minho le había dado tenía el tiempo justo para recoger los documentos del divorcio e ir al aeropuerto su vuelo salía dos horas después.
Paró ante un centro comercial recién construido en un barrio de lujo de Seul y volvió a comprobar la dirección estaba en el sitio correcto aparcó el coche y respiró hondo, luego, salió y caminó hacia un edificio en construcción.
Llegó al centro de un gran espacio vacío, con el suelo lleno de serrín y las ventanas aún no instaladas, Minho salió de entre las sombras y se colocó
frente a el.Kibum tuvo que reconocer que él tenía tan mal aspecto como el.
Minho tenía los ojos rojos, el rostro contraído llevaba las mismas ropas que la noche anterior y no parecía haber dormido.
—Hola, Kibum— Kibum respiró hondo para mantener la calma.
—¿Has traído los documentos?— Minho asintió y señaló hacia una mesa de trabajo de carpintería que había en una esquina de la sala.
Kibum reconoció los papeles colocados sobre la mesa de madera.
—Estan firmados.
—Gracias— repuso Kibum con rigidez y se dirigió hacia ellos.—Espera— dijo Minho de forma abrupta.
Kibum se detuvo.
Minho se acercó a Kibum, sin dejar de mirarlo a los ojos, Kibum dio unos pasos atrás.
—No hay nada más que decir, Minho.
Él siguió mirándolo, con gesto sincero.—¿Y si te digo que te amo, que nunca he dejado de amarte, Kibum? Pero no me di cuenta de ello hasta anoche he sido un estúpido y me disculpo por todo lo que te he hecho sufrir.
Kibum meneó la cabeza, incapaz de perdonar y olvidar con tanta facilidad.
—¿Por qué voy a creerte? ¿Cómo voy a confiar en ti? Elaboraste un plan deliberado para lastimarme y lo conseguiste.
Minho dio unos pasos hacia Kibum, mirándolo con intensidad.
—No puedo justificar mis acciones me equivoqué, tanto en el pasado como ahora he estado engañándome a mí mismo durante todos estos años.
Dejé que mi orgullo y mi ego se interpusieran deberíamos haber hablado de esto hace años.
—Yo admito que tal vez no debí haberme ido como lo hice estaba destrozado no sabía cómo terminar contigo— admitió Kibum, abriéndose a explicar al fin su parte de la ruptura— Y, cuando tú no viniste a buscarme, pensé que yo no te importaba.
—Kibum, debí haber ido a buscarte. Dios sabe que te amaba mucho todo lo que hice fue por ti, quería demostrar algo y ahora sé que cometí muchos errores para lograrlo, pero tienes que creerme cuando te digo que estoy loco por ti.
Kibum esbozó una sonrisa y Minho sonrió también.
—Te amo, Kibum y pasaré el resto de mi vida demostrándotelo.
—Ahora estamos oficialmente divorciados a menos que me hayas mentido y no hayas firmado esos papeles de ahí.
—Los he firmado para demostrarte lo mucho que te amo, si de veras quieres dejarme e irte de Seul, puedes llevártelos contigo, pero si existe una oportunidad para nosotros, quiero aprovecharla— afirmó Minho y señaló a su alrededor— Este local puede ser tu escuela de baile, Kibum puedes abrir aquí en Seul, Construiré una casa para nosotros y la llenaremos de niños, lo quiero todo contigo y todos los días y todas las noches te demostraré lo mucho que significas para mí.
Kibum se sintió rebosante de alegría imaginó cómo sería su nueva escuela allí, el lugar era perfecto, pero, sobre todo imaginó cómo sería construir un hogar con Minho… un nuevo comienzo, y niños ¡Oh, cielos, él le estaba ofreciendo el sol, la luna y las estrellas!, deseó confiar en él, poder creerlo.
—Te amo, Kibum ¿Tú me amas?— Kibum lo miró a los ojos Minho lo miraba con esperanza.
—Sí, claro que te amo— repuso Kibum con suavidad— Nunca he dejado de amarte.
Minho lo tomó de la mano y se la apretó con gentileza.
—Démonos una segunda oportunidad— Kibum sonrió percibió sinceridad en los ojos de él y recuperó su confianza caminó hasta la mesa de trabajo y miró hacia los papeles firmados.
—Depende de ti, Kibum— añadió él.
Minho le había ofrecido una salida, Minho le había cedido el control de la situación y había dejado la decisión en sus manos, lo dejaría marchar si eso era lo que Kibum quería, pero lo amaba.Y Kibum lo amaba a él.
Kibum tomó los documentos del divorcio.
—No tengo elección— señaló Kibum y rompió los papeles en dos, dejando caer los pedazos al suelo— Te amo demasiado.
Minho se acercó a su esposo y lo rodeó con sus brazos, su fuerza y su amor envolvieron a Kibum, haciéndole saber que había tomado la decisión correcta.
Empezaron a bailar juntos.
—Hmm, puedo imaginar la música –dijo Kibum con una sonrisa de satisfacción, mientras una melodía alegre y dulce sonaba en su cabeza.
—Yo la oigo siempre que te abrazo –repuso Minho y lo sujetó con sus brazos mientras se mecían juntos con suavidad— Puedo sentir el amor.
Kibum recordó su noche de bodas, la canción que bailaron y lo besó con
ternura en los labios.—Yo también.
—Prométeme una cosa, Kibum
—Lo que sea.
—Que bailarás para mí todas las noches.—Te lo prometo— Y siguieron moviéndose al ritmo de la maravillosa melodía de amor que sonaba en sus corazones.
AQUI SE TERMINO ESTA BELLA HISTORIA ❤️
Y MUCHAS GRACIAS A TODAS ESAS PERSONITAS QUE SE TOMARON EL TIEMPO DE LEER.. 😚😚😚😚😚😚😚

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Nadie Abandona a "Choi Minho" - MinKey
FanfictionKibum deside irse por que esta cansado de que su marido nunca tenga tiempo para el por ser un adicto al trabajo.