XIV

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Jin Guangyao solo pudo escupir sangre y verse tambien sorprendido, mientras Lan Xichen estaba con los ojos cerrados.


Todos se levantaron y vieron la escena.


¿Que paso? - pregunto Wei Ying.

Yo... vi a Guangyao... querer... - Nie Huaisang estaba nervioso - intentar atacar a Zewu-jun... yo no sé...


Jin Guangyao miró la espada que penetraba su pecho. Sus labios se torcieron, como su quisiera decir algo, pero ni siquiera podria discutir por si mismo, ya que habia sido silenciado. Wei Wuxian sintio que algo parecia extraño en esta situación. Antes de preguntar, Jin Guangyao tosió un poco de sangre.


Lan Xichen - grito con voz ronca.


Rompió con fuerza el hechizo del silencio.


Por el momento, Jin Guangyao resulto herido de arriba a abajo. El humo venenoso le quemo la mano izquierda y le cortaron la misma y le faltaba un trozo de carne en el estomago. Cubierto de sangre, ni siquiera podria sentarse derecho, pero en este momento estaba solo sin ninguna ayuda, como un rayo de luz de un sol poniente.


Lan Xichen! -  A-Yao llamo de nuevo con una voz llena de odio.


Lider del Clan Jin, te lo dije, si actuabas de nuevo, no mostraría piedad - Lan Xichen estaba más allá de la decepción y la tristeza.

Si!, tú dijite, ¿Pero que actué? - Jin Guangyao escupió, su voz feroz.


Siempre mantuvo una apareciencia gentil y elegante frente a los demás, pero en este momento mostraba una mirada tan salvaje. Al ver lo anormal que era, Lan Xichen tambien sintio que algo andaba mal. Inmediatamente se volvio para mrar a Nie Huaisang.


Basta!, ¿Para que lo estas mirando?, ¡No sirve de nada!, ¿Que pudiste ver?, nunca viste a traves de mi despues de todos de esos años, Huaisang, eres realmente impresionante - Jin Guangyao se rió.


Nie Huaisang estaba sin habla, como si estuviera asustado por la repentina acusación.


Que inesperado es que caiga en tus manos así - Jin Guangyao hablo con odio.


Intento caminar hasta Nie Huaisang, pero la espada clavada en el centro de su pecho. Con solo un paso, fue inmediatamente superado por la agonia. Lan Xichen no pudo darle un golpe fatal ni sacar la espada precipitadamente.


No te muevas - exclamo.


En realidad, Jin Guangyao tampoco podia moverse. Con una mano, agarró la espada frente a su pecho, estabilizandose mientras escupia un bocado de sangre.


Felicidades Sr. No lo sé!, no es de extrañar... ¡Debe haber sido bastante dificil haberte escondido durante tantos años! - grito Yao.

Hermano Xichen, confía en mi, en ese momento realmente vi... - Nie Huaisang tembló.

Tú! - la cara de Jin Guangyao se torció cuando grito

The Untamed - MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora