Querida Victoria

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Julio 4 de 2013

Querida Victoria: He estado pensando mucho en ti, y en qué pudiste haber hecho para merecer esto, no es justo y sin embargo pasó y aquí estamos, estás en un estado de coma con montones de máquinas manteniéndote con vida y yo a tu lado, escribiéndote esto, elegí esto porque sé que por más que me esfuerce probablemente no me escuchas, así que aquí vamos, te escribiré una carta, diariamente, hasta que despiertes. 

Julio 5 de 2013

Querida Victoria: Aún no despiertas, y tus vitales no han cambiado, algo obvio, creo yo, pero simplemente sentí la necesidad de escribírtelo. Te extraño mucho Vic, extraño todo sobre ti, extraño la manera en que rompías bailando al escuchar tu canción favorita, extraño ver tu ojos iluminarse al soltar una pequeña risa, de hecho, podría hacer una lista entera de las cosas que extraño sobre ti, pero al final, como tú no dudarías en decírmelo, “No tiene sentido, ni siquiera puedo oírte”. ¿Es raro que haya escuchado tu, algo molesta, pero dulce voz al escribir eso? Como sea, sólo regresa Victoria, regresa conmigo, no me importa si es mañana o en años, sólo regresa. 

Julio 20 de 2013

Querida Victoria: Hoy salimos en el trabajo, la primera vez que salimos desde que te encuentras así, ¿Y a dónde tenía que ser? A Venecia, estuvo lloviendo casi todo el tiempo que estuvimos allí, y no pude más que recordar cuando nosotros estuvimos allí, también llovía, y fue la primera vez que te besé, ¿recuerdas?, estábamos peleando por algo, ni siquiera recuerdo qué, lo que sí recuerdo es que, quizá para silenciarte, o quizá porque llevaba mucho tiempo deseándolo, te besé, y tú simplemente te dejaste llevar.

Todavía susurro “Buenas noches, Vic” en las noches. Es como si una parte de mí se aferrara y no admitiera que no regresaras a casa hoy, o mañana, o en mucho tiempo. Ja, use de nuevo esa palabra de nuevo, la palabra que pareces odiar, casa, creo que es porque es una palabra relativamente estable, algo que siempre estaré ahí no importa que pase. Y a ti te gusta el cambio, lo mucho que cambias tu cabello, su estilo, su color parece confirmarlo… ¿Podrías mirarme, por favor? Estoy desesperado. 

Julio 31 de 2013

Querida Victoria: ¿Puedes oírme? ¿Recibes estas cartas que ni siquiera envío de alguna manera? Espero que sí, me gusta pensar que me escuchas.

¿Sueñas? ¿Estás soñando ahora mismo? Esas son cosas que nunca te gustó contarme. No importa cuánto te lo pidiera, nunca te gustó contarme qué soñabas, quería creer que soñabas conmigo, o al menos con algo feliz. Quizá te veías trayendo puesto un vestido blanco, Dios sabe que yo sí te soñaba con ese vestido. ¿La gente sueña cuando está en coma? Si la respuesta es sí espero que tú estés soñando algo feliz. Regresa por favor.

 Agosto 10 de 2013

Querida Victoria: Ya es otoño, ¿Tu estación favorita del año, no? Sí, lo amas. Recuerdo una vez que estábamos en Australia, desapareciste un rato y te encontré en unos jardines botánicos, solo sentada, admirándolos, te veías hermosa; serena, en paz. De hecho, debe ser una de las pocas veces en las que te haya visto así, sin trabajar como loca, parecías más bien una madre descansando después de un largo día cuidando a sus hijos.

Hijos… ¿Alguna vez nos imaginaste teniendo hijos? ¿Criándolos, viéndolos crece?, ¿No es lo que hacen las parejas normalmente? Hablar del futuro, nuestros sueños y ambiciones. Aquí está el mío: Nosotros casados y viviendo tranquilos en un lugar alejado de este ajetreo, tienes que admitir que suena bien.

Victoria, vuelve, por favor, la casa se siente sola y fría sin ti.

Agosto 15 de 2013

Querida VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora