Manicomio

El Secuestro

Había salido aquella mañana a despejarse un poco ya que durante varios días estuvo sumergido en las ocupaciones cotidianas.

Destruir las continuas amenazas era una tarea muy agotadora.

Su hermano seguía en el jardín absorbiendo el calor de la tarde. Se merecían un buen descanso.

Pero aquella calma fue violentada por la repentina aparición de un encapuchado que de la nada se presentó frente suyo y por más que quiso atacar su cuerpo quedó paralizado por unos misteriosos rayos blancos.

- ¿Quién eres? - quiso saber
- Tu padre verdadero y he venido por tí - sin decir más el extraño lo envolvió en una densa niebla oscura que lo asfixió

- ¡Ayudame hermano! - gritó con desesperación pero el extraño lo hizo desaparecer en el aire al segundo siguiente.

Cuando salió Louis solo se encontró con la misteriosa figura que le clavaba la mirada con total maldad

- ¿Qué hiciste con mí hermano? ¿Y quién eres tú?
- No eres mí hijo y me dará mucho placer ver cómo tu propio hermano te extermina, mí hijo verdadero

-¿ De qué hablas? - preguntó Louis confundido pero cuando el extraño le mostró el brazo derecho vió la marca que llevaba sellada en la piel. Abrió sus ojos con asombro - ¿Padre?

-¡No! Me niego a ser tu padre. No eres mí hijo, solo Liam lo es
-¿Qué te sucedió? ¿Y qué hiciste con él?

- Lo llevé al único lugar donde pertenece, pero tú....prepárate para ser desintegrado - diciendo aquello desapareció como si de niebla se tratara.

Al quedar solo la desesperación se fue apoderando de su ser. Su lunático padre había vuelto y se llevo a Liam, su gemelo. Tenía que rescatarlo.

Pero no pudo hacer nada ya que unos hombres de blanco llegaron y tras sujetarlo lo llevaron a un extraño sitio donde fue amarrado a una camilla.

Todo era espectral en ese sitio y lo más desesperante era que nadie creía en sus palabras. No importaba cuanto se esforzara, nadie parecía oirlo siquiera...