Alex Lappred.

Alex.

-Hey, Alex, despierta- 

sintió como una mano robusta le movía el hombro.

-¿eh? ¿Qué ocurre?- 

respondió Alex algo somnoliento.

-¿pues que crees que paso? ya se fueron todos- 

respondió aquel joven de cabello dorado.

Alex mando su mano izquierda atrás de su nuca mientras levantaba la cabeza dándose cuenta que no había nadie aparte de ellos dos.

-vaya, no creí que dormiría tanto- 

dijo mientras miraba a su alrededor y movía su cabeza de lado a lado.

-En fin, vamos, mi madre debe estar preocupada por mi- 

-No creo que sea buena idea lo que estás haciendo Alex, tus ojos han perdido brillo y cada día se te ven más profundas las ojeras- 

reclamaba el chico mientras agarraba sus cosas y caminaba junto a Alex a la salida del instituto.

-Lo que yo haga no te incumbe- 

respondió de manera agresiva Alex.

-Lo sé, pero me preocupas, estas desgastando te y tu promedio a bajado de manera drástica, mira nomás-

Ambos se detuvieron en medio del pasillo para observar un tablero que contenía los promedios de cada estudiante. En aquel tablero se podía apreciar desde el mejor hasta el peor y Alex estaba dentro de los promedios bajos.

-Antes solías ser uno de los mejores, no deberías descuidarte, recuerda que si llegas al ultimo lugar, te expulsaran del instituto- 

menciono el chico mientras lo miraba por el rabillo del ojo.

Alex volteo y siguió caminando hasta llegar a fuera, miro por unos segundos a aquel chico para después levantar la mano y despedirse.
Ambos cogieron por lugares diferentes, Alex como de costumbre caminaba a la estación de metro y el otro chico, hacia unos departamentos cerca de la localidad.

Alex paso su tarjeta por la registradora y cruzo la puerta, caminando por la estación, sintió un leve tirón en el buso que llevaba, la inquietud lo abrumo y decidió voltear.

-No lo puedo creer- 

dijo Alex sorprendido.