Seulgi se encontraba en la cocina terminando de preparar el desayuno para las mujeres que más amaba en el mundo, era cuestión de tiempo para que amabas aparecieran en la cocina renegando por tener que ir a trabajar y la otra por tener que ir a la escuela. Aunque, sin embargo, a la segunda se le pasaba al recordar que vería a su mejor amiga.
Cuando colocó el ultimo plato sobre el mesón de la enorme cocina escucho las pequeñas pisadas de su hija mezclada con las de Irene, quienes venían conversando sobre algo gracioso o eso creyó al escucharlas reír.
-Buenos días mama -gritó Mina entrando a la cocina y corriendo a abrazarla
-Hola mi amor-respondió tomándola en brazos y dándole un enorme beso en la cabeza
-Yo quiero uno-bromeó Irene acercándose a ellas y agachándose un poco para que la morena besara su cabeza, pero fue Mina quien lo hizo- aún mejor que los de Seulgi
-Buenos días- le dijo la morena riendo y dándole un corto beso en los labios
-Corrección-bromeó tomando a Mina de los brazos de Seulgi y llevándola hacia una de las sillas- ese es aún mejor
-¿Cómo durmieron?- preguntó
-Con los ojos cerrados-respondió Mina -y acostada
-Muy graciosa - dijo Seulgi fingiendo una sonrisa-termina tu desayuno, que ya debes colocarte el uniforme
-Mamá Irene me dijo que respondiera eso antes de llegar aquí
-Chismosa- dijo la chica bajita mirando a su hija
-Desayunen y sin pelear-las reprendió en broma- ¿Cuándo tuve a mi segunda hija? Porque no lo recuerdo
Irene se acercó a Seulgi y la abrazó por la espalda dejando un beso en su cuello. La morena instintivamente se giró sobre sus pies para quedar frente a su futura esposa, y enredó sus brazos en su cuello para poder besarla mientras está llevaba sus manos hacia sus glúteos para apretarlos haciendo reír a la más alta.
-Las hijas no hacen estas cosas
-Los adultos son raros-habló Mina cortando el momento viendo la interacción que antes sus ojos parecía muy extraña- ojalá nunca crezca
-Continuamos luego-susurró Irene
-Tú a comer tu desayuno-regañó Seulgi a Mina -vamos que ya estás tarde
*****
Seulgi entró a la pastelería viendo como las mesas estaban llenas de personas disfrutando de algún postre o dulce. A un lado de ahí una considerable fila se formaba frente a la caja principal, que tomaba los pedidos para quienes preferían llevarse sus órdenes aquel día. La morena sonrío al ver cómo su negocio con Yeri prosperaba de manera increíble, claro sabían que mucho de esto era gracias a irene, quien se encargó de que el negocio tomará popularidad las primeras semanas. Después de aquello ya ni siquiera necesitaban de estrategias de marketing porque de seguir así necesitarían abrir un nuevo local o cambiarse a alguno más grande.
-Seulgi, que bueno que llegas- suspiró uno de sus empleados, que se veía contrariado con el tiempo- tu esposa volvió a ordenar lo de siempre y estábamos esperando a que llegaras
-Pero salió de casa hace menos de tres horas- dijo divertida- sabe que no puede comer postres tan temprano
-Pues no lo sé, pero pidió el encargo hace media hora y ya sabes cómo es la señora Bae-dijo divertido -en cualquier momento debe de llamar a preguntar dónde está su pedido
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No me rendiré (Seulrene)
Teen FictionIrene sentía que tenía una vida perfecta en aquel momento, se había ubicado en la cima de un pedestal que ella había construido con sacrificios y esfuerzos. Cuando su padre murió y su gran amor decidió abandonarla, toda su atención se centró en el n...