Correr del destino nunca a sido una buena idea, por qué este te perseguirá hasta darte tu merecido...
- ¡¿Crees que soy imbécil, Dice?! - grito cerca del arrodillado frente a él.
- N-no, señor - musitó en voz alta a su jefe.
- ¡Cállate! - grito, mirando como Dice lo veía con súplica en sus ojos - Yo pienso que crees que soy estúpido, ¿No? Crees que no me doi cuenta de lo que ocurre en mi propio casino, ¿Cierto? Crees que ni siquiera por ser el diablo no me percató de todo lo que pasa a mí alrededor, pues yo lo veo todo y eso lo sabes bien Dice, no creo que no puedas hacer ni siquiera tu maldito trabajo bien, eres patético...
Dice sólo escuchaba esa palabra una y otra vez en su cabeza...
Patético...
Patético...
Patet...
Hasta que al fin se calló, desvío su atención al demonio frente a él hasta que este le arremato un golpe en el ojo.
¡Oh, dolor apiadate del cuerpo de Dice!
- ¡Contesta cuando te hablo! Bueno para nada... - hablo furioso su jefe, mostraba sus dientes filosos como cuchillas a su gerente, dando una amenaza muda a su discípulo frente a él.
- Señor, yo... - y las palabras dejaron de salir de sus labios, su voz se rompía y si mostraba debilidad frente al diablo, "perdería" su orgullo.
Al diablo no le gustaba ese tipo de comportamiento en su discípulo, si no hablaría por las buenas... Lo obligaría por las malas.
Con sus garras tomo el saco de King Dice y lo levanto del suelo con todo y el peso del ya mencionado. Estampó el débil cuerpo de su gerente contra las grandes puertas de la oficina, sacándole el aire al oji verde, todo lo que hacía el diablo era necesario para hacerle entender al otro que servía aun ser poderoso.
Hacia todas esas cosas, por que....
Y nuevamente la respiración agitada de Dice se hizo presenté.
Tenía miedo.
Sus ojos brillaban cuál gemas al sol, el dolor consumía su cuerpo y mente, para sus adentros reservaba aquellos gritos de ayuda.
Y Devil los haría salir en cualquier momento.
Las garras de aquella bestia, se enterraron en la carne albina del rey del casino, desgarrando un poco de piel en el proceso y haciendo que la sangre se derramará entre sus manos.
Gritos...
- ¡¡Piedad!! - suplicaba el rey.
Dolor...
- ¡Por favor! - exclamó con dolor en su voz.
- ¡No lo hagas! -
Silencio...
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Muerte para dos • Devildice •
FanfictionEn ese obscuro cuarto solo se escuchaban los gritos y golpes de dos personas discutiendo, por la rendija se podían ver las sombras de ambos sujetos, los ruidos de los muebles rompiéndose no cesaban y poco a poco el ruido se fue convirtiendo en sollo...