II

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 El libro me acompaño junto a varias realidades y aventuras -¿y por que no?, en el tiempo- en mi primer año fuera de casa, haciendo que mis día a día permaneciera fuera de la nueva. Sentí que no solo leerlo era su función, sino también me hacia permanecer  listo y consciente del terror, las crudezas, esos amores y desamores; aguantar cada día y sus realidades para que cuando despierte, mis sueños se transporten este mundo duro.

 Al finalizar la obra, solo me quede viéndole largos minutos, como diciéndole : -gracias por tantas enseñanzas y los escenarios de cada historia, me explotaste la cabeza. 

 Pude entender aquel día que ese libro no me atrapaba, mas bien me abrazaba en cada lectura nocturno al terminar mi jornada. ¿Como no volverse adicto a ese calor, donde ese invierno que caía como infierno rodeaba mi casa sin un calefactor?    

Los abrazos de un simple libroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora