Hades y delirios

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Nota: no se me ocurría nada, así que pensaba que no iba a actualizar hasta dentro de unos días. Pero estaba cenando, y le he dado un trocito de galleta a Rekia, (Ella es mi perra guía,) y me he puesto a dibagar en voz alta hablando con ella y se me ha ocurrido esto.

Espero que os guste.

Capítulo 56.

Apolo se acercó más a aquel cuerpo y cerró el enorme agujero que había causado la energía de Hera.

Al acabar, Hermes tuvo que sujetarlo porque se había mareado.

Tomó algo de néctar y ambrosía y esperó a que sucediera algo.

Minutos más tarde, mientras los dioses lloraban e intentaban reanimar a Hades, la temperatura del salón bajó varios grados.

-¿Ya habéis acabado de inundar eso con vuestras lágrimas? -Preguntó una voz profunda detrás de ellos.

Todos gritaron del asombro. Varios se llevaron la mano al pecho.

-¡Hades! ¿Pero como has...? -Inquirió Percy.

-Sabía que la bola de energía era demasiado fuerte incluso para mí, igual que también sabía que no podía hacer mucho al no hallarme en el inframundo. Así que, como todos los dioses, y supongo que también los hijos de atenea saben, podemos dividirnos. Es decir: Que podemos tener varios clones nuestros por ahí. No es lo habitual, a no ser que tengamos varias conquistas por aí... (Miró a Apolo al decir esto.) -Bueno. Que dividí mi esencia y eso que véis ahí es una minúscula parte de mí.

-¿Y cómo nos das estos sustos? -Se escandalizó Hestia.

-Esa condenada esfera me debilitó muchísimo. Así que tuve que irme al inframundo rápidamente para poder recuperarme un poco.

Hades hizo una serie de movimientos con las manos, y la parte de él que había en el suelo se convirtió en sombras y se adirió al dios.

-Duele como el infierno. -Se quejó.

Apolo se acercó para ayudarle.

Minutos más tarde, ambos dioses comían ambrosía sentados en sus respectivos tronos.

-Así que... ¿Me echábais de menos?

-¡Imbécil! -Gritó Poseidón.

Iba a lanzarle un chorro de agua helada pero Hestia le detuvo.

-Déjale. Está malito.

-Sí Poseidón, estoy malito. Respeta mi sufrimiento.

-Deberías comer cereales para recuperarte mejor.

-No quiero cereales. Son horribles.

El dios del sol había tenido que sedar a Percy porque estaba muy alterado.

-¿Qué le has dado papá? -Preguntó Will con curiosidad.

-Las pastillas rojas que toman los semidioses en estos casos. -Contestó.

Solace gimió.

-Percy no puede tomar esas pastillas. Él toma las doradas.

-¿Por qué?

-Lee se las dio una vez porque le dio una crisis de ansiedad, y estuvo delirando durante horas. Esas pastillas le hacen alucinar y le... Provocan un intenso deseo sexual. Casi viola a Lee en la enfermería.

Percy soltó una risita.

-¿Casi? -Preguntó. -Casi no. lo hice. Bueno... él consintió así que... no fue violación. Además, Michael se unió rato después. Fue algo inolvidable.

Yo tenía quince años y fue mi primera vez.

Annabeth miraba a su ex novio como si no le conociera.

-Ya sé por qué los hijos de Apolo están tan solicitados... Son realmente buenos en la cama.

Soltó otra risita y se quedó ido.

-A Chace le ocurre lo mismo con esas pastillas. Pero por suerte, no llegó a... -Explicó Liam.

-¿Cuántas le has dado? -Inquirió Will.

-Tres.

-De lo que se entera uno... -Dijo Connor al cabo de un rato.

-Yo sigo asimilando la información. -Comentó Annabeth.

-En ese tiempo no estaba contigo así que... -Intervino Travis.

-No es eso. pero podía habérmelo dicho. -Se quejó.

-¿Por qué? -inquirió Nico. -No tenía el deber de contártelo. Es una cosa suya y él decide a quien decírselo.

-Bueno... aAhora lo sabemos todos. -Aportó Chris.

Annabeth frunció el ceño.

-Déjalo Annabeth. -Dijo Grover. -Él decide qué contar y qué no. Ese episodio fue algo personal y apuesto a que no quería que nadie se enterara.

La rubia bufó molesta.

-Grover tiene razón. -Opinó Thalia. -Es su vida.

-Se supone que somos amigos.

-Haber. -Intervino Zeus ya cansado de las quejas de la niña de Atenea. -Devido a las acciones de Hera, hay que votar si castigarla o no.

La diosa se encogió. Aún no se le pasaba el susto.

-¿Votos a favor de que reciba un castigo?

Todos los dioses levantaron la mano.

-Bien. En ese caso, he decidido que tu castigo será la mortalidad.

-¿Qué? ¡No puedes hacerme esto.

-¡Casi matas a nuestro hermano por una estupidez! ¿Y me dices que no puedo hacerte esto?

Hera se quedó callada.

-Serás mortal hasta que quedes embarazada de el tal Lightnin. Entonces podrás volver al Olimpo. Después de gestar a los niños, me pensaré si te dejo seguir siendo diosa, o continúas siendo mortal durante unos años más.

El rey de los cielos chasqueó los dedos y una luz blanca cubrió a la diosa.

-Cuando acaben las presentaciones, empezará tu castigo en el mundo mortal.

Percy estaba mirando a Hera fijamente.

-Luces, luces de colores... -Canturreó el hijo de Poseidón.

-Ya empieza. -Gimoteó Will.

-¡Un unicornio! ¡Un precioso unicornio rosa!

se levantó como pudo y fue haciendo eses hasta donde se encontraba Quirón.

-¿Unicornio?

Acarició el pelaje blanco del centauro. Después, frotó su mejilla contra su pata delantera y sonrió.

Poseidón cogió a su hijo en brazos y le desmayó.

-Así está mejor. Descansa bello durmiente.

Nota: ¿Me he librado de ser molida a palos como un triste residuo?
PD: Hades me ha dicho que os diga que gracias por vuestros comentarios de apoyo a su persona, y que espera veros más tarde que temprano en el inframundo.

Así que... ¡A vivir la vida.

¡Por los dioses! ¡Son nuestros hijos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora