16. No te estoy dejando.

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Su pulso estaba acelerado, sentía la sangre hervir bajo su piel. La ropa le molestaba y el propio deseo ardía. Mark era exasperante, en tan poco tiempo logró descifrar la forma para que él rogara ser besado, tocado y más. Por eso, ahora mientras el mayor lo besaba y ascendía sus ropas hacia arriba él sentía que se fundía junto con las manos del otro mientras intentaba alejar sus prendas. Donde Mark tocaba calentaba y alejaba el fresco de la noche entrante. Los labios parecían moverse desordenadamente y parecían que buscaban comerse el uno al otro mientras sus lenguas luchaban por un dominio inútil porque el beso dejaba claro que Jinyoung se estaba entregando a Mark y el mayor también estaba en las mismas.

Mark dio un movimiento brusco y bajó los pantalones de Jinyoung junto a su ropa interior haciendo que el roce de la erección del menor contra la tela fuera liberación. Jinyoung gimió gustoso.

-Bajame los pantalones, nene.- Mark ordenó. Jinyoung aún encontraba algo extraño esta parte de Mark dando órdenes y demandando como si él haría todo lo que le pidiera. Y tenía razón. Porque Jinyoung bajó ansioso los pantalones de Mark. El mayor sonrió ladino antes de besarlo otra vez.-Si tú te vieras como te estoy viendo en estos momentos...-dijo.

-¿C-cómo me veo?- contuvo el gemido atorado en su garganta para hablar. Sabía que sus ojo brillaban y que estaba ruborizado. Le asustaba verse tan profundamente nítido en los ojos del contrario.

-Veo deseo en ti y algo más pero no diré nada porque no quiero arruinarlo. No sé de qué forma podrías tomarlo.-tener este tipo de conversación con su intimidad al aire era absurdo pero Jinyoung comprendía. Ellos hablaban sobre ellos y lo que sentían cuando Mark traía el tema y siempre duraba poco porque él se ponía absolutamente avergonzado con lo directo que era el mayor. Momentos así le hacían dar sentido a la diferencia de edad. ¿Qué voy a hacer cuando él tenga cuarenta y tantos? Casi se ríe de su propio pensamiento imaginando a un Mark histérico siendo un abuelo que al dolían las articulaciones por levantar a sus nietos. Pero su risa no salió por, justamente, pensar en eso. ¿Estaría él con Mark para ese entonces? ¿De verdad él estaba pensando en algo a futuro con él mayor? ¿Y Yuna? ¿Ella lo seguiría queriendo y siendo pegajosa incluso cuando fuera una adolescente rebelde?

-Entiendo. Soy tan fácil de leer cuando estoy enamorado.- se lo habían dicho hace un tiempo. Y esas palabras hicieron que Mark sonriera como un loco.

-Tú me puedes demasiado, mocoso.-te amo. Pero eso no era algo que diría cuando se lo estaba por follar contra un árbol. Jinyoung sonrió para disimular la vergüenza interior explotando. Se había enamorado otra vez. Como un loco. Otra vez estaba haciendo locuras por amor y estaba dando casi todo a esta persona frente a él. El miedo despertaba en sus entrañas porque enamorarse era un gran desafío para él, considerando todo lo que amó una vez y sintiendo como se puede perder todo, absolutamente todo. Los pensamientos pesamistas eran costumbre en él.-No tengas miedo, Jinyoung. No es...no es como si... No te estoy dejando. Estoy aquí, viniendo a ti para quedarme. Y si me voy...- Jinyoung tragó duro apenas consciente de que había comenzado a lloriquear solo porque Mark corrió una lágrima con su dedo.-Si me voy te llevo conmigo.- y eso fue todo. Se besaron olvidando el lado lujurioso y sellando algún tipo de pacto.

Pronto el beso no era suficiente y Jinyoung necesitó tenerlo más cerca. Necesitaba que lo tomara y lo sacudiera entero. Mark comprendió cuando Jinyoung los junto más y comenzó a friccionarse en él. Mark adentró su lengua dentro de la boca ajena. Con ambos jadeantes y demasiado excitados por lo descabellado de la situación Mark se alejó y lo vio. No hizo falta que exigiera nada. Jinyoung le dio una mirada oscuramente intensa antes de voltear su cuerpo, poniendo sus manos contra el áspero árbol se expuso para el mayor y luego lo miró desde su posición. Fue algo de lo más caliente que ha visto Mark pero hizo que Jinyoung casi se viniera de verlo cuando levantó tu camiseta y llevó la parte baja de esta hacia su boca, mordiendo con sus dientes mientras sus tensos músculos del estómago se marcaban en su agitada respiración. Jinyoung gimió. Mark sacó de su bolsillo un preservativo. Lo abrió con rapidez y se lo colocó viendo a Jinyoung. Levantó la camiseta de Jinyoung hacia arriba haciendo un panorama de la curvatura de su desnuda espalda y suspiró. Jinyoung miró hacia adelante anticipando lo que vendría. Mark comenzó a hundirse en él lentamente, la cabeza de su pene haciéndose pasó entre su apenas estirado agujero. Dolía pero el placer estaba arrastrando a Jinyoung a castigarse por tanto deseo prendido en él. Mark se terminó de meter al fin y Jinyoung bajó su torso más abajo, buscando comodidad en la medida que estar parado le permitía.

Two men and half woman [Markjin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora