New Biginning: Extinción

Escapando del destino

Pisadas fueron dadas, pero nunca fueron escuchadas.

El aire se había vuelto más tóxico que de costumbre, nadie estaba respirando.

Ni siquiera había pasado un segundo, pero los pensamientos y recuerdos inundaron cada mente presente, en busca de un consuelo antes de la muerte.

El humo verdoso, a simple vista tóxico, desgarró la madera del podrido árbol, emergiendo y buscando a sus presas con una instantánea y amenazante expansión.

Nadie movió ni un músculo, nadie podía.

El humo se movía en cámara lenta en la perspectiva de aquellos que tenían miedo, tragándose uno por uno a cada persona, sin diferenciar entre sexo, edad, estatura y cargo.

Maestros cómo alumnos fueron "lentamente" tragados por el humo, para ser olvidadas para toda la eternidad.

Y aún nadie había reaccionado.

Nadie había reaccionado...

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Cuando se está en medio de las adversidades, ya es tarde para ser cauto.
(Lucio Anneo Séneca)

Atticus, Josué, Fátima, los 3 se quedaron perplejos ante lo que sus ojos veían.

Los relojes holográficos de los maestros se iluminaban en el vacío del espeso humo, y pronto desaparecían con un movimiento brusco, apagándose para toda la eternidad mientras los cuerpos ya no visibles caían al suelo.

No podían saber si morían, o el gas siquiera era tóxico o no, pero era lo más probable pensar que cualquiera que entrara sería acabado instantáneamente.

Los ojos de Atticus se agudizaron, su cuerpo empezaba a reaccionar por instinto.

Su nariz se apretó y sus ojos se estrecharon, cada músculo de su cuerpo se tensó, impulsados por un estímulo agonizante que enviaban sus neuronas en busca de la supervivencia.

Atticus giró la mirada en dirección hacia el interior de la institución, todo aún parecía moverse en cámara lenta.

Los estímulos finalmente tuvieron resultado, una reacción instantánea lo recorrió por completo.