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o7.| TAREAS.
Una risa siniestra abandonó sus labios mientras sostenía a su gemela, sus ojos abriéndose mientras miraba a los demás en la habitación. Nadie sabía qué iba a hacer Azaelia si se salía con la suya, porque siempre había algunas advertencias. Pero cuánto más tiempo la analizaban, más confuso se volvía. No había forma de detectar qué iba a hacer, o de qué era capaz. Estaba sedienta por sangre, y ellos sabían que eso era suficiente para llevar a Azaelia a hacer lo impensable.
Ella miró a la mesa de café y asintió a Caroline. La rubia soltó un suspiro molesto mientras se acercaba a la mesa y tomaba el teléfono de Azaelia, antes de pasárselo. Una sonrisa reapareció en los labios de Azaelia mientras le quitaba el teléfono y lo desbloqueaba. Sus ojos viajaron entre la pantalla del teléfono y las personas frente a ella, leyendo un par de mensajes de la persona que estaba buscando.
Todos la observaron marcar un número, justo cuando Elena soltó un sollozo. Eso fue todo lo que Azaelia necesitó para agarrar con más fuerza a su hermana, presionando el teléfono contra su oreja. Murmuró una canción para ella mientras escuchaba el teléfono sonar al otro lado de la línea antes de escuchar la voz de Mikaelson.
—Hola, amor—, saludó Kol, lo que llevó una sonrisa genuina a los labios de ella, pero no estuvo presente por mucho tiempo. Los ojos de los vampiros en la sala de abrieron al escuchar la voz del vampiro original, y dieron un paso adelante. Pero Azaelia alzó sus cejas en su dirección, retándolos a que dieran otro paso.
—Hola, Kol—, respondió Azaelia mientras observaba a todos frente a ella —. Tenemos un pequeño problema.
Un suspiro dejó los labios de Kol —. Sabes cómo toma mi hermano las decepciones. No quiero que comience con sus amenazas cuando escuche sobre esto.
—Oh, él no se enterará de esto porque no vas a decirle una mierda—, respondió Azaelia, pero había un tono de juego en la punta de su lengua. Elena enterró sus uñas en el antebrazo de su hermana, pero no fue nada. Se sentía como cosquillas mientras ella intentaba liberarse, pero eso no iba a pasar. A Azaelia no le gustaba perder, así que iba a asegurarse de no hacerlo —. Lleva tu trasero a Nueva York y le daré lo que quiere.
Hubo una risa al otro lado del teléfono antes de que colgarán. Los ojos de Azaelia viajaron por la habitación antes de lamerse los labios. La híbrida miró el cuello de su hermana y, antes que alguien pudiera reaccionar, las venas debajo de los ojos de Azaelia aparecieron mientras enterraba su rostro en la garganta de su hermana.
Elena gimió de dolor mientras su hermana comenzaba a succionar su sangre, intentando quitarse a su hermana de encima. Pero mientras Azaelia se alimentaba, ella notaba que le estaba diciendo a los demás que se mantuvieran lejos. Como la estúpida hermanita que era. Jeremy observó a sus hermanas, su hermana mayor estaba comenzando a drenar a su otra hermana. Pero antes que Azaelia pudiera condenar a su hermana al Otro Lado, ella la arrojó al suelo.
Damon fue rápido para aparecer al lado de Elena y aplicar presión sobre su garganta, mientras Azaelia pasaba el dorso de su mano contra sus labios. Su lengua se paseó por sobre el borde de sus labios, consiguiendo toda gota de sangre que podía. Alzó una ceja al grupo, colocando sus manos sobre su cintura mientras entrecerraba los ojos.
—Ahora, así es como esto va a pasar—, les habló Azaelia, dándoles una mirada de advertencia —. Todos harán lo que les diga, o... volveré a Mystic Falls y mataré a todos los que aman—, sus ojos se desviaron a Stefan y Damon antes de volver a sonreír —. Oh, esperen, la única persona que ustedes dos aman es Elena. Qué mal.
—No matarías a tu hermana—, retó Damon.
—Oh, ¿sí?—, siseó Azaelia —. ¿No recuerdas lo que pasó la primera vez que apagué mi Humanidad? ¿Hmm?—, ella avanzó un par de pasos mientras apuntaba con su dedo a Jeremy, alzando una ceja —. Después que mi precioso hermanito muriera, perdí la cabeza. Así que, apagué mi Humanidad y, por supuesto, la pequeña Elena no ha tenido una idea original desde que volvió de la muerte... la primera vez que volvió de la muerte—, una pequeña carcajada salió de sus labios por un par de segundos antes de continuar —. No pude soportar a Elena por más de dos minutos antes de que le arrancara el corazón. Así que, sí... soy perfectamente capaz de matar a mi hermana.
Ella se limpió las manos con su pantalón mientras tomaba un par de pasos hacia Stefan, sus ojos entrecerrándose sobre él. Los dos se observaron el uno al otro por un momento, y ella se acercó a él, colocando una mano sobre su mejilla. Stefan intentó no mirar a Azaelia a los ojos, pero entonces él se rompió. Sus ojos se encontraron con los de ella e intentó no pensar en la chica que solía amar – la chica que aún amaba. Tuvo que detenerse de acariciar su mejilla, y ella notó lo difícil que era para él mantener sus manos alejadas de ella.
La risa brotó de sus labios mientras caminaba entre los demás, dirigiéndose al baño —. Ahora, si todos me disculpan, voy a tomar una ducha antes de darle sus tareas.
— ¿Tareas?—, cuestionó Matt, y Azaelia lo miró por sobre su hombro, dándole un guiño.
—Sabrán más después—, respondió Azaelia, sus ojos posándose en cada uno de ellos por última vez antes de que sus ojos se centraran en Stefan —. Y prometo que será divertido.
