No me dejes

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—No me gusta...

JinHo se quedó quieto, dejó que WooSeok pasara su mejilla cuántas veces quisiera en su cabeza. Se sentía adormecido gracias al aroma del alto. Varios suspiros salieron de él antes de siquiera poder retenerlo, pero eso solo era una distracción.

«¿YanAn estará bien?»

....

—¡ChangGu...!— Gritó lo más fuerte que sus débiles pulmones le permitieron luego de correr demasiado, de alguna forma la delgada complexión del ,ya no más beta, era demasiada a comparación de la suya.

Aunque, cargar la mochila del pelinegro y la suya, añadiendo su falta de ejercicio, solo lo hicieron jadear. Trató de correr mas rápido en cuanto vio al alto tambalearse y verse a punto de caer.

Sabía que si no llegaba este caería directo al suelo.

Y eso pasó.

YanAn maldijo cuando su trasero cayó en la caliente baldosa con YeoOne sobre él, siendo una almohadilla para ambos. De no ser por su mochila y la cobijita que siempre lleva con adorables dibujos de bolitas de arroz, su espalda estaría igual de rota que su trasero.

—Maldición, Chang...— Trató de levantarse pero el alto seguía entre sus piernas mientras este sostenía bestialmente su nariz. Tocó su mano instintivamente y este le gruño, era algo nuevo porque su interior se contrajo de miedo un segundo.

Sonrió malicioso antes de atacar su rostro y colocar sus manos, sonrisa que desapareció en cuanto sintió la fiebre en el alto.

—Maldición, YeoOne, si te sentías mal no deberías haber ido. Idiota, vamos!— el nombrado hizo lo que pidió, tambaleante y frustrado, aferrandose a su nariz. Cosa que YanAn ignoró. En su lugar, todo tipo de enfermedades le pasaron por la mente, y una muerte próxima ante los malestares del alto.

Preocupado, acomodó la mochila del pelinegro y trato de pasar la mano de este por sus hombros. Cuando este no dijo nada y le obligó a caminar hasta su hogar que no estaba tan lejos. YanAn no tenía problema con llevarlo a su casa, estaba más cerca que la de YeoOne, luego llamaría a su padre y avisaría sobre el paradero del pelinegro.

—No es buena idea...— Jadeos entre cada palabra, YeoOne trato de soltarse pero YanAn apretó su agarré y lo obligó a caminar.

No le dejo moverse sin su ayuda, y YeoOne  tampoco se pudo negar, a como la fiebre y el cuerpo pesado se lo permitió, solo siguió al alto omega. De alguna forma tenía un mal presentimiento.

—Ya casi, llegamos....— Lo escuchó hablar y YeoOne se sintió como si en lugar de hablar en su oído, este estuviera a una distancia imposible.

Sus ojos están cristalizados y su nariz estaba recibiendo golpes de aromas que drogaban su nariz y lo hacían querer vomitar. Sabía que estaba pasando algo, pero no lo suficiente como para saber qué era exactamente su malestar.

Quería gruñir cada que una persona se acercaba a preguntarle al pelirrojo si necesitaba ayuda, quería golpear a cada idiota que se le quedaba viendo, simplemente quería gritar y golpear.

YanAn parecía ignorante, demasiado a su parecer, y aunque tuviera un presentimiento sobre lo que estaba ocurriendo, su nublada mente lo regresaba al inicio de sus pensamientos, en la nada.

Cada movimiento brusco lo colocaba de mal humor, cada que el pelirrijo le hablaba quería gritarle que guardara silencio. Estaba frustrado, no fue hasta que sintió un vago aroma, muy bajo para su gusto pero qué el simple hecho de percibir le calmó, no quiso decirlo pero cada brisa fresca que golpeaba su rostro le traía ese aroma, lo clamaba y lo calmaba tanto.

No sabía dónde estaba o para dónde se dirigía, mientras su cabeza siguiera escondiéndose en ese lugar seguro y oliera así de bien, seguiría ahí.

—ChangGu, oye... oye... — Sintió que se movían bruscamente, así que solo apretó su agarre.

YanAn por otra parte, estaba sonrojado. Había visto esto en muchos doramas omegaverse... Si, cuándo el protagonista empieza a tener un celo adelantado y...

Su boca quedó abierta cuando entendió por completo el porqué de la fiebre y el fuerte agarre en su cuerpo aunque...

«Era un beta»

YanAn se repitió una y mil veces que esto, era raro. Se recordo otras mil que siempre usaba supresores. Nada pasaría, además, a YeoOne le gustaba JinHo. Lo había visto varias veces mirarlo cuando este no lo notaba, la molestia que ponía cuando el bajito habló de ese alfa que encontró, ¡e incluso hoy! Cuando JinHo se veía reluciente y vivo, y aunque podía sentirse el aroma que no era el de Yuto o del mismo JinHo, YeoOne se veía... triste.

Su sonrojo bajo un poco, por el momento, dejaría que se cansara, estaba de pie y contra la pared, tarde o temprano YeoOne lo solitaria, solo esperar y ya. Ni siquiera había abierto bien la puerta y este lo había abordado, aunque debió notar su esencia antes...

Un alfa... era el aroma de un alfa, esto lo confirmo todo.

En efecto, ChangGu era un alfa.

Pero... se llenó de preguntas que solo se respondió, una buena manera de distraerse.

—Estoy cansado...

Decir que el omega no se estremeció, fue una clara mentira, una que YeoOne notó, pero decidió guardarlo para sí mismo.

—P-pues, d-deberías soltarme e ir a la c-cama...—Abrazó al peligro y lo empujo para dar énfasis en lo dicho, pero este le gruño.

—No puedo hacerlo... te irás... —YeoOne hundió más su cabeza en el cuello de este, aspirando de forma ruidosa, cosa que debilitó las piernas del omega. —Quédate conmigo... por favor.


Nota aquí: Espero que te guste :')
No sabía como responder tan lindas palabras... pero muchísimas gracias! 😭😆💕

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⏰ Última actualización: Mar 09, 2020 ⏰

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