CAPÍTULO 57

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Taehyung se recostó sobre su pecho, encogiéndose bajo las sábanas con las mejillas teñidas de un suave rojo, después de que Jeon fuera tan liberal y le ofreciera sexo frente a alguien que parecía tan vulnerable a oír la sola palabra. Kim NamJoon.

--Él ya lo sabía, Taehyung --susurró en su oído, pero el menor negó--. Se lo dejé en claro hace mucho.

--Lo sé --suspiró, sintiendo la calma respiración de Jungkook tras su cuello. Y lo cierto era que, el pelinegro ejercía aquel vago contacto sin estar bajo las sábanas realmente, a sabiendas de que NamJoon podría empujar la puerta en cualquier momento--, pero todo ha ido tan bien hasta ahora que temo que algo malo vaya a suceder.

Jeon negó, besando sus labios y haciendo que el pelirrojo frunciera el ceño al picar la punta de su nariz, ni siquiera inmutándose cuando volvió a hacerlo--. ¿Tienes una idea de lo difícil que es llamar tu atención?

--No creí que el gran Jeon Jungkook necesitara...

--La quiero --asintió con una brillante sonrisa en el rostro, dejando ver sus dientes en el proceso--. La quiero toda.

--¿Y cómo planeas hacerlo?

Bien, Taehyung debería comenzar a estudiar sus palabras con más detenimiento si lidiar con el pelinegro sujetando sus manos y acorrándolo bajo su cuerpo no era su momento favorito del día.

Jungkook lo sintió estremecerse, con la respiración acelerada y los labios rojos debido a la reciente presión ejercida en ellos. Él sabía cuándo parar.

--Un viaje. ¿Qué tal suena eso?

Taehyung negó con una sonrisa burlona, creyendo que se trataba de una broma incluso si las manos del azabache lo liberaron y aguardaron por una respuesta.

--¿Te irás? Tu cumpleaños... Creí que lo pasaríamos juntos, es decir... --sonrió apenado--. Asegúrate de tomar muchas fotografías; apuesto a que será genial. Podremos celebrar otro día.

--Nosotros, Taehyung --dijo, como si aquella palabra fuese a explicarse por sí sola mientras ingería algo de agua del vaso que reposaba al lado de la lámpara--. Viajemos.

--NamJoon jamás me dejaría viajar sin supervisión. Alguien debe ir con nosotros, Jungkook, y puedo asegurarte que no podremos siquiera respirar el mismo aire si él viene.

--Yugyeom tomará nuestro vuelo --se puso de pie, recorriendo la habitación a paso rápido al no poder contener el entusiasmo. Aunque en un inicio solo buscara gozar de la privacidad que a veces se les veía truncada. ¿Qué tan maravilloso sería despertar al lado de Kim Taehyung?--. Saldrá en una semana. Quizá necesitemos ir de compras, pero puedo ayudarte a empacar ahora.

--Es... --susurró el menor, sumido en el repetitivo movimiento de sus manos, bajo la atenta mirada del azabache, quién volvió a recostarse en la cama cuando no hubo afirmación alguna--. Como un sueño, Jungkook. 

--Taehyung, ven aquí --el aludido oyó la gruesa voz del moreno, proveniente del salón principal. Por lo que, dejó a un lado la carne recién cortada y caminó en su dirección al deshacerse de los brazos del azabache a su alrededor.

NamJoon sonrió ampliamente cuando lo vio entrar en la habitación. Que Taehyung aún siguiera obedeciendo sus órdenes le hacía creer no haber perdido el total control sobre él--. Quiero presentarte a alguien --dijo, estudiando la variedad de facetas que el pelirrojo adoptó en tan solo unos segundos.

Los pensamientos del menor de los Kim vagaron tan profundamente en el pasado al oír lo dicho. El cabello oscuro de Jungkook cayendo sobre su frente y lo bien que se veía en aquellos jeans ajustados, aunque en ese preciso momento no se detuvo a halagarlo.

Taehyung había tenido el valor de presentar a Jeon como un amigo, incluso si se odiaban, y no como a un 'alguien' que acababa de conocer en su puerta. Kim NamJoon a veces era tan cobarde.

--Oh, bueno. ¿La conozco?

El menor intentó, en realidad que intentó, mostrarse sorprendido cuando NamJoon negó. De cualquiera forma, no admitiría haber olfateado su ropa alguna vez.

--Es un hombre, Taehyung, y sí --dijo, llevando su atención de vuelta a la taza de café en sus manos. Era extraño, porque al pelirrojo siempre le habían dicho que nada en exceso era bueno; sin embargo, podía jurar que el moreno ampliaba su sonrisa cada vez que ingería el líquido--. No directamente, pero ya tendrán tiempo para eso.

--Así que, ¿sales con ese hombre, hyung?

NamJoon aclaró su garganta.¿Por qué incluso si deseaba mantener una cómoda conversación con el menor, Taehyung parecía querer llevar aquella plática en otra dirección?

--¿Él es la razón por la que has estado llegando tarde a casa? --preguntó, asumiendo que así era, cuando oyó un bufido en respuesta--. Lo entiendo. Le diré a Jungkook que no puede quedarse a cenar esta noche.

Si aquello no fue una clara petición a que lo detuviera, NamJoon no supo de qué se trataba.

--¿Por qué deberías?

El moreno volvería a sentirse desplazado si Taehyung sonreía de esa forma, con los ojos brillantes y las mejillas abultadas al procesar sus palabras.

La mente de Taehyung daba mil y un vueltas alrededor de una simple interrogativa.

--Es un buen chico, ¿o no?

--Lo es. Demasiado.

Taehyung asintió, satisfecho, incluso cuando el mayor dio por terminada aquella plática con un leve asentimiento de cabeza.

--Taehyung --llamó el pelinegro, segundos antes de invadir su espacio personal--. ¿Dónde se supone que encuentro algo de salsa?

--Definitivamente, no aquí --farfulló al sentir los labios del mayor rozar con los suyos, débilmente, como si el solo hecho de que Kim NamJoon estuviese allí limitara sus posibilidades.

--Mantén las manos quietas, Jeon --dijo el moreno casi susurrante en su oído cuando intentó rodear al menor con sus brazos, ejerciendo contacto directo sobre aquella bronceada piel al hacerlo--. O, en serio, voy a enfadarme.

Taehyung sonrió apenas, incapaz de liberarse del agarre que ahora NamJoon ejercía alrededor de su muñeca mientras empujaba el pecho de Jungkook levemente, porque aquel ceño fruncido en su rostro no podría significar algo bueno.

El sonido de la puerta siendo golpeada, dio por terminada la rigurosa ola de odiosas miradas entre ambos. NamJoon suspiró profundamente, girando la perilla y sonriendo ampliamente hacia el hombre que se asomaba a través de la puerta.

--Kim SeokJin. Es un verdadero gusto volver a verte, Taehyung --reverenció ante el menor, ahora extendiendo una de sus manos hacia él, quien la tomó enseguida. La sorpresa en sus ojos siendo imposible de negar.

--D-Doctor Kim.

CLOSE YOUR MOUTH //KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora